Con septiembre a la vuelta de la esquina, volver a una rutina de bienestar puede resultar cuesta arriba. El cuerpo ha descansado durante las vacaciones, ha comido y bebido sin muchas restricciones, y retomar la disciplina física requiere tanto preparación mental como compromiso físico. Para quienes buscan una forma efectiva, segura y transformadora de reconectar con su cuerpo en septiembre, el Barre es la mejor opción. Hablamos con una experta, fundadora de Arde Barre Madrid, quien ofrece una propuesta diferente: un método que combina lo mejor del barre tradicional con el respaldo técnico de la fisioterapia. «Después del verano es fundamental ser consciente de que tu cuerpo no está como antes y que te va a costar más».
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«Tienes que estar mentalmente preparada para esforzarte, tener disciplina y ser constante»
A diferencia de otros centros donde barre se limita a una rutina de moda, en Arde Barre Madrid el enfoque es clínico y personalizado. «El barre se ha puesto muy de moda, ahora la palabra vende, pero no todo el mundo lo hace bien. Yo siempre digo: quien no conoce a Dios, a cualquier santo le reza«, señala con humor y firmeza.
En este estudio, el ejercicio no se basa únicamente en seguir la música o copiar posturas. Aquí, la instructora no ejecuta los movimientos con los alumnos, sino que se dedica exclusivamente a corregir, guiar y asegurar que cada gesto se realice con la técnica adecuada. «No puedo permitir que te lesiones y digas mañana que fue por venir aquí. Como fisioterapeuta, eso no casa ni con mi personalidad, ni con mi trabajo, ni con mi profesión».
La clave está en el trabajo muscular profundo, focalizado y consciente. «En Arde Barre se nota más que en el resto porque aquí trabajamos de una forma muy individualizada, donde mediante la postura correcta focalizas mucho en el músculo a trabajar. El músculo te arde y te quema», describe. «Eso significa que reclutas todas las fibras del músculo y trabajas el músculo en su totalidad, lo que genera cambios visibles en muy poco tiempo».

Una disciplina para todos, pero no para cualquiera
Aunque es un método de bajo impacto y técnicamente apto para todo tipo de personas (incluidas embarazadas y personas en postparto), no es un entrenamiento sencillo. «Arde Barre es para todos los públicos, pero no para todas las personas. Es muy duro. Si eres alguien que se frustra fácilmente, este no es tu sitio. Aquí hay que venir dispuesto a retarse», afirma. «Yo siempre digo a las nuevas alumnas: no te compares, ve a tu ritmo. Si tienes que parar, para. Pero haz tres repeticiones bien hechas, con buena postura. No compenses con otros músculos, porque eso es lo que genera lesiones».
Esta cultura del autocuidado, del respeto al ritmo individual y de la corrección técnica convierte el método en algo más que una rutina de ejercicio: es también una herramienta para el amor propio y la superación. «Aquí también se trabaja el amor propio».

«No se trata de hacerlo perfecto desde el primer día, sino de estar dispuesta a mejorar, a intentarlo sin miedo al error»
Uno de los pilares del método es que el ejercicio, por sí solo, no garantiza el bienestar. «El equilibrio no lo da sólo el movimiento», dice la fundadora. «La alimentación, el descanso, el agua, el estrés… todo influye. Puedes hacer mucho deporte y comer bien, pero si vives estresada, eso va a afectar a tu cuerpo. Por eso, trabajamos en conjunto, entendiendo que el bienestar es un 60% de todo».
Esa filosofía integral, que une cuerpo, mente y técnica médica, ha hecho de Arde Barre Madrid más que un centro de entrenamiento: un espacio de transformación profunda. En septiembre, cuando tantas personas buscan reconectar con su cuerpo, sus hábitos y su motivación, este método se convierte en un aliado poderoso.