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Dumas, Guerrand y Puech, el secreto de Hermès: herederos, legado y un negocio que gana miles de millones

Hermès
Axel Dumas junto a la cúpula directiva de Hermès en la inauguración de una tienda en Beverly Hills. (Foto: Getty)
Ana Márquez
  • Ana Márquez
  • Mi sueño era convertir mi pasión en profesión, y lo conseguí. En cuanto terminé la carrera de periodismo entré en el mundo editorial y no he parado de escribir sobre moda, belleza, cine y estilo de vida para importantes cabeceras como COOLthelifestyle. Me encanta aprender y enseñar, tanto que soy docente de Periodismo Digital y Redes Sociales en Condé Nast College. Y como curiosidad, añadir que soy imagen de una crema facial de una conocida marca y es posible que me encuentres en algún 'beauty stand'.
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Dos siglos después de su fundación en 1837, Hermès sigue siendo una de las marcas más rentables del mundo y uno de los grandes referentes que marcan las reglas del lujo. En una industria dominada por conglomerados, la casa francesa continúa apostando por la escasez, la artesanía y el tiempo como valor, con iconos como el Birkin convertidos en símbolo de deseo (y estrategia) más que en simples bolsos. Un éxito que no se explica sin su control familiar, su legado generacional y una visión que ha sabido resistir modas, crisis y tentaciones de venta.

El corazón familiar: tres ramas, un mismo propósito

La historia de Hermès comenzó en 1837 como un taller de arneses y monturas en París. Desde entonces, la familia ha mantenido un firme control sobre su legado a través de una estructura accionarial cuidadosamente protegida. Hoy, las tres ramas principales de la familia (Dumas, Guerrand y Puech) operan de forma conjunta bajo el holding familiar H51, creado específicamente para blindar la empresa frente a adquisiciones hostiles que podrían poner en riesgo su independencia.

Esta medida (más que corporativa, casi estratégica) se remonta a una tentativa de LVMH de tomar control de Hermès a principios de la década de 2010, cuando el gigante del lujo adquirió una participación significativa de acciones. La familia respondió agrupando su capital bajo H51, asegurando así que ni siquiera la oferta de compra más ambiciosa pudiera poner en jaque la esencia de la casa. 

Hermès
Axel Dumas, CEO de Hermès. (Foto: Getty)

Legado, herencia y la gestión del patrimonio familiar de Hermès

El control familiar de Hermès va más allá de la simple propiedad: es una filosofía de legado. En muchas familias empresarias, el traspaso generacional puede convertirse en un desafío que diluye identidad y visión. Expertos en patrimonio como Ramón Alfonso recuerdan que «más del 70 % de las familias pierden su riqueza en la segunda generación, y un 90 % en la tercera» si no se planifica con inteligencia y visión a largo plazo. Aunque este comentario no se refiere directamente a Hermès, pone en contexto la rareza y fortaleza de que una dinastía familiar mantenga una empresa de este calibre casi dos siglos después.

Patrick Guerrand-Hermès fue una figura importante (fallecido en 2024), y la familia sigue invirtiendo. Axel Dumas actualmente es el CEO de Hermès, liderando la dirección ejecutiva y representando la continuidad familiar en la gestión. Pierre-Alexis Dumas e s el Director Creativo y Artístico, primo de Axel, encargado de mantener la visión estética de la marca. Nicolas Puech sigue siendo un propietario clave y una figura central dentro de la familia Hermès.

De este último, Nicolas, a finales de 2023 y principios de 2025, se habló mucho de sus intenciones de dejar gran parte de su herencia a su jardinero, un proceso que involucró cambios testamentarios, y que ha sido objeto de seguimiento mediático.

Hermès Birkin
Talleres de Hermès. (Foto: Hermès)

En el tercer trimestre de 2025 ha registrado un aumento de ventas del 5%

Hermès no vive únicamente de su pasado: sigue siendo uno de los grupos de lujo más rentables del mundo en términos de crecimiento sostenible. En 2025, la casa gala registró un aumento de ventas de alrededor del 5 % en el tercer trimestre frente al año anterior, acercándose a los 3.900 millones de euros en facturación trimestral y rozando los 12.000 millones de euros en los nueve primeros meses del ejercicio.

Este crecimiento sostenido refleja tanto la fidelidad de su clientela como la fortaleza de su modelo de negocio: producción controlada, alta demanda de piezas icónicas como los bolsos Birkin o Kelly, y una presencia mundial bien consolidada.

A pesar de la fortaleza general, Hermès también está adaptándose a los desafíos de la nueva era. El mercado de perfumes y belleza, por ejemplo, experimentó cierta debilidad en 2025, lo que llevó a la marca a reorganizar su liderazgo en este segmento incorporando a Anne-Sarah Panhard como nueva directora general de Perfumes y Belleza, con la misión de revitalizar esta división.

Conjunto de Champagne Beige en tonos naturales de Hermès
Desfile de la marca. (Foto: Hermès)

Parte del éxito de Hermès radica en su capacidad para evolucionar sin traicionar su ADN. La reciente designación de Grace Wales Bonner como directora creativa de prêt-à-porter masculino es un claro ejemplo de cómo la maison combina tradición y creatividad, apostando por talentos que respetan el legado artesanal pero aportan una visión fresca al diseño.

Este equilibrio entre la herencia y la innovación es vital para mantener la marca no sólo relevante, sino también rentable en un mercado  hipercompetitivo.

Hermès frente al ‘fast fashion’ y los gigantes del lujo

Aunque Hermès sigue siendo una de las casas de lujo más valoradas y con un valor de marca altísimo, en términos de escalabilidad y volumen de negocio ha sido superada por empresas ligadas a modelos menos exclusivos, como las grandes firmas que incluyen elementos de fast fashion o quieren posicionarse como accesibles sin perder caché. Empresas como las ligadas a Amancio Ortega han demostrado cómo el modelo fast fashion puede generar un volumen económico enorme, pero Hermès representa el polo opuesto: exclusividad, artesanía y escasez deliberada. Esto hace que, aunque Hermès sea inmensamente rentable dentro del sector del lujo auténtico, no compita en las mismas escalas cuantitativas que grandes grupos con modelos de negocio más amplios.

marcas de lujo
(Foto: Pinterest)

Una marca sólida y con futuro familiar

En un sector en constante transformación (donde fusiones, adquisiciones y conglomerados dominan la narrativa, sólo hay que ver a Versace que ha sido adquirida por Prada) Hermès permanece como uno de los ejemplos más claros de empresa familiar que no sólo ha sobrevivido, sino que ha prosperado a través de generaciones.

Su éxito toca múltiples planos: un control accionarial blindado por H51, un crecimiento financiero sostenido, una gestión cuidadosa de su marca y productos, y una adaptación que respeta la tradición. Todo ello refuerza una idea cada vez más rara: que una casa familiar puede permanecer en la cúspide del lujo mundial sin renunciar a su esencia, incluso frente al avance de gigantes como LVMH o los volúmenes de mercado generados por otros modelos de negocio.