¿Cuántas veces hemos escuchado que meter las cremas en la nevera ayudan a que potencie su efecto? Tantas que la repetición nos ha llevado a internalizar que probablemente sea cierto. Ante la duda, mejor recurrir a los expertos que nos lo confirmen. En parte está demostrado que el frío es un gran aliado para la piel, puesto que ayuda a disminuir la inflamación, tersar la piel y reducir los poros. Pero no por ello las rutinas de frío son la mejor opción para según qué formulaciones de los cosméticos.
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No todas las cremas están formuladas para responder a los mismos beneficios y, por tanto, cada una de ellas tiene unas especificaciones para potenciar sus ingredientes.
Con esta primera reflexión Daniel Jiménez, cosmetólogo y director técnico de Skin Generics y CEO de BeLab Services nos llevó a reflexionar sobre la correcta conservación de los cosméticos. «Si un producto no está diseñado para la nevera, al meterlo puede cambiar su textura, perder eficacia o generar condensación, lo que podría favorecer el crecimiento de bacterias». Estos efectos interfieren a su aplicación y seguridad, «por lo que es importante seguir las recomendaciones del fabricante», subraya. Junto a él descubrimos por qué y cómo sabemos si nuestro cosmético se puede conservar en frío y los beneficios de aplicar bajas temperaturas en la piel.
Efecto buena cara
Las bajas temperaturas son favorables para el cuidado de la piel. Según Jiménez, cuando incluimos frío en el cuidado facial podemos notar cómo este refresca, revitaliza y mejora el aspecto saludable de la piel. Este tipo de protocolos «inducen una sensación instantánea de frescor y alivio, ayudando a reducir la sensación de inflamación o irritación, muy frecuente en pieles sensibles». Además, «tonifican la piel, cierra los poros y mejoran la circulación reduciendo ojeras y bolsas».
«Las cremas que contienen aceites esenciales o emulsionantes son más estables a temperatura ambiente»
Para poder adquirir todos estos beneficios, elige un cosmético que sea estable al frío. Este tipo de formulaciones debe tener «una textura densa y estar en un envase hermético. Además, los ingredientes no deben degradarse a bajas temperaturas, especialmente si es una crema natural o casera. Es importante comprobar la cristalización de las sales o algunos compuestos presentes en el producto», subraya Daniel Jiménez.
Para saber si una crema se puede meter en la nevera, «revisa las instrucciones y la composición. Las cremas con ingredientes naturales o sin conservantes suelen beneficiarse del frío, mientras que las que contienen aceites esenciales o emulsionantes son más estables a temperatura ambiente». En caso de que el producto no tenga indicaciones Jiménez recomienda llevar a cabo una prueba con una pequeña cantidad de producto, para evitar perder todo el cosmético, observando la evolución y los cambios en su textura.
Fórmulas que fomentan la reparación y la hidratación
No todas las fórmulas ni todos los cuidados entran en la rutina de los productos freezy. Generalmente se emplean en ingredientes susceptibles a mejorar sus propiedades con el frío. Algunos de ellos son:
- Ácido hialurónico, para hidratación.
- Cica, para calmar y reparar.
- Retinol (en bajas dosis), para combatir el envejecimiento.
- Vitaminas C y E, como antioxidantes
- Péptidos y ceramidas, para mejorar la barrera cutánea y la elasticidad.
Estos productos se usan «tanto por la mañana, para reducir hinchazón y refrescar, como por la noche, para calmar la piel y favorecer la regeneración. Usarlos con herramientas como el rodillo de jade o la guasha, mejoran la circulación y el drenaje. Además, refrigerar cremas o sueros ayuda a que se absorban mejor y deja la piel más tonificada», subraya Daniel Jiménez.
Nuestro TOP 3
- Crema Hidratante de Doble Textura con Snow Mushroom (gel-hielo) de Skin Generics. «Su textura pasa de gel ligero a granizado al guardarla a temperaturas por debajo de los 0ºC», explica el cosmetólogo. Ofrece un tratamiento perfecto para combatir la sequedad ya que introduce un 20,1% de agentes hidratantes que ayudan a retener la humedad en la piel. Completa su fórmula con el Snow Mushroom u hongo de nieve que potencia la síntesis de colágeno y ayuda a retener la hidratación en la piel; y Aloe Vera y D Panthenol, para promover la elasticidad y reducir el enrojecimiento.
- Centella Crème. Incorpora la acción de la Cica para ayudar a las pieles sensibles a calmar e hidratar la piel. Ideal como ayuda extra para combatir las rojeces, proporciona tez uniforme y sin problemas cutáneos.
- Daily Moisture de SkinCeuticals. Combina la vitamina E con tres potentes extractos de algas para ayudar a hidratar la piel y prevenir las rojeces, nutrir la dermis y reducir el tamaño de los poros.