Cada vez son más las firmas que apuestan por tejidos orgánicos, por la reutilización de materiales e invierten en investigación para desarrollar nuevos materiales y tejidos orgánicos. Es el caso de Stella McCartney, quien ha dado un pasito más en el uso de sustitutos veganos del cuero con el lanzamiento del bolso Frayme Mylo. Ha sido fabricado con un material cuyo aspecto y textura es prácticamente idéntico a la piel, solo que ha sido desarrollado a partir de hongos. Este material fue presentado a finales del año pasado, en el desfile de primavera-verano 2022, y por fin ya ha llegado a las tiendas.
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Con una voz en off del activista de la ‘biorremediación’, Paul Stamets, dio comienzo el desfile donde Stella McCartney mostró el nuevo material con el que estaba trabajando, Mylo. «Los hongos son el futuro de la moda», afirmó la diseñadora que se alza como una de las mayores pioneras en la búsqueda de alternativas sostenibles en la moda.
Uso de materiales alternativos como seña de identidad
Desde sus inicios, en 2001, la diseñadora británica ha ofrecido alternativas innovadoras y muchos aseguraban que jamás podría consolidarse en el mundo del lujo y la moda sin utilizar piel animal. «Cuando empecé era una guerrera solitaria; la gente me decía que estaba loca cuando decía que en mi concepto de marca no usaría piel animal».
«No hay necesidad de matar animales para crear un bolso que la gente quiera comprar», expresa McCartney que en 2010 lanzó su primer bolso vegano, Falabella, y hoy en día sigue siendo un best seller.
La diseñadora trabaja codo con codo con la compañía experta en ofrecer soluciones de materiales, Bolt Threads, con quien ha desarrollado seda vegana y Mylo. Este último se trata de un material que se crea a partir de micelio, un conjunto de hilos que conforman las raíces de los hongos. Esta compañía, Bolt Threads, también colabora con otras marcas como Adidas y Lululemon para crear alternativas ecológicas para el cuero.
Frayme Mylo
Así es como McCartney ha bautizado su primero bolso hecho con hongos. Está fabricado a mano por artesanos italianos, posee una cadena de aluminio reciclable y un medallón de zamak, se trata de una aleación de zinc con aluminio, magnesio y cobre. «Estas piezas son únicas y el ejemplo de nuestro compromiso», explica la diseñadora que solo ha creado 100 unidades. Su precio es de 2.200 €.