Nada menos que 151.000 obras se podrán visitar en el nuevo ‘Depot Boijmans Van Beuningen‘, el primer depósito de arte abierto al público en el mundo. Del Bosco a Dalí, pasando por Rembrandt, Van Gogh o Andy Warhol, la valiosa colección de arte que posee el museo de Róterdam está lista para ser disfrutada al completo por el público. Y lo hace, además, en un edificio cuya arquitectura no deja indiferente a nadie.

La espectacular bola de espejo al que se ha mudado el museo ‘Boijmans Van Beuningen’ ha tardado cerca de dos años en hacerse realidad. Pero desde este 6 de noviembre el público ya podrá adentrarse en el que promete ser un nuevo icono de la ciudad de los arquitectos por antonomasia.

Tanto por su peculiar arquitectura – una enorme esfera de cristal de más de 15.000 metros cuadrados que refleja el parque que la rodea gracias a los 1.664 paneles de espejos que la recubren – como por ser el primer depósito de arte del mundo que se podrá visitar, esta apertura cultural sin duda va a conquistar a todo aquel que tenga en mente visitar Holanda.

Un azucarero
Firmada por el estudio de arquitectura MVRDV, este edificio inspirado en la forma de un azucarero es un museo al desnudo. En todos los sentidos, pues además de mostrar la colección al completo y las labores diarias de restauradores; su propia estructura es un gran espejo que juega a invisibilizar la mole de 34 metros de altura y 40 metros de diámetro que es, reflejando en su lugar tanto las hojas de los árboles del parque en que se encuentra como los pájaros que surquen el cielo o los turistas que se paren delante a sacarse una foto.

De hecho, esta integración con la naturaleza espera dentro del propio edificio, pues el tejado del museo cuenta con 75 abedules (y paneles solares) entre los que poder pasear antes o después de caer embaucado por el almacén imposible de ver con una sola visita. De hecho, este jardín contará también con una terraza desde la que disfrutar de las vistas.

Un museo al desnudo
Los museos de todo el mundo suelen mostrar entre el 6 y el 10 por ciento de sus colecciones, mientras que el resto se conserva y guarda almacenado. En ‘Depot Boijmans Van Beuningen’ se ha roto por completo con esta tradición, haciendo visible al público todas sus obras al mismo tiempo.

151.000 piezas son las que posee el museo, entre las cuales no falta una envidiable colección de impresionismo y surrealismo, de pintura americana y, de por supuesto, del mejor diseño nórdico. Son concretamente 88.000 grabados y dibujos, mientras que los 63.000 objetos restantes incluyen pinturas, fotografías, películas, diseño industrial y objetos de diseño, instalaciones de arte contemporáneo y esculturas.

Un tesoro forjado durante 170 años que espera tras un imponente atrio con los tramos de escaleras entrecruzados y 13 grandes vitrinas acristaladas que invitan a perderse en los seis niveles de este museo organizado no por épocas o estilos, sino por los requisitos climáticos que requieren las piezas: metal, plástico, papel, blanco y negro y fotografía en color.

Por otro lado, es también un «museo al desnudo» por el hecho de que aquí se podrá ver en primera persona los trabajos de cuidado, conservación y restauración de la colección, permitiendo al visitante observar lo que sucede detrás de escena en un museo. Ubicados los estudios tras un vidrio, adelanta el museo que los visitantes podrán ver trabajar a los profesionales en directo así como involucrarse en tan meticulosa tarea a través de materiales educativos interactivos.
