La arquitectura es el reflejo de los nuevos tiempos pero también de los conocimientos adquiridos de épocas pasadas que muchas veces confluyen para conseguir creaciones ideales. Fusionar tradición y vanguardia es todo un arte y por ello, en este artículo admiramos la arquitectura de un hotel boutique mexicano muy especial: ‘Casa Silencio’. Un lugar único de diseño vanguardista con varios elementos locales cargados de tradición que destaca por ser ecológico y además, por albergar su propia destilería de mezcal. Situado a las afueras de Oaxaca, este alojamiento premium de tan solo 6 habitaciones marca sin lugar a dudas la diferencia tanto a nivel servicios como a nivel arquitectónico.
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Este hotel boutique mexicano emerge de la tierra y se integra con el paisaje, por eso se eligieron muros de tierra apisonada para los edificios. Una fusión completamente única con el entorno. Además, este sistema constructivo es tradicional en la región, y se utilizó en edificaciones prehispánicas como Mitla, Monte Albán y Yagul. Esto hace que de manera inevitable el edificio conecte con la naturaleza y la cultura de la zona.
Los materiales tradicionales de la zona
La primera impresión que da Casa Silencio es de ser un espacio en donde confluyen diferentes épocas y dimensiones; el pasado, el presente y el futuro convergen en un mismo espacio. Se utilizó una mezcla de tierra local, arcilla, arena y aglutinante. Los techos y la estructura que soporta las paredes son como un manto que se posa sobre los monolitos, aunque es una composición de madera y su diseño está en sintonía con el resto de elementos.
El soñado interior…
«Casa Silencio es un espacio ceremonial de expresión y conexión con la naturaleza»
La responsable del diseño interior de Casa Silencio es una mujer y se llama Martina D’Acosta. Fue ideado en base a la tradición del lugar desde una perspectiva contemporánea, la misma estrategia que se utilizó con el edificio y la marca. Un interiorismo que supone un acercamiento a la artesanía tradicional mexicana que levó a que la producción fuera hecha a mano por diferentes artesanos de la región que trabajan con piedra, cuero, latón, madera, textiles, alfombras, alfarería, etc. «Casa Silencio es un espacio ceremonial de expresión y conexión con la naturaleza. Es un espacio para disfrutar de una experiencia estética a través de los cinco sentidos: tocar los muebles hechos de roca volcánica, oler las paredes de tierra, degustar un mezcal exquisito, escuchar los sonidos de la naturaleza, observar la obra de arte y el diseño».
Las cuidadas suites