Austin Butler es un nombre que ha aterrizado en el panorama de Hollywood hace relativamente poco. Aunque el actor ya había aparecido en series como The Carrie Diaries en 2013 y 2014, su fama mundial no llegó hasta el 2022, cuando protagonizó la película Elvis, que le valió una nominación, la Oscar. El actor desarrolla su vida en Los Ángeles desde hace años y, como cualquier compañero de profesión, según aumenta su trabajo, su fortuna crece y, por ende, pasan a vivir en mansiones mayores. Su reciente adquisición es única y es la casa en la que vivía Brad Pitt.

Esta construcción ha sido foco de los medios en los últimos días, puesto que hace tres meses fue objetivo de un robo. Pitt no se encontraba en la residencia, pero este fue un detonante para poner a la venta esta mansión ubicada en la zona de Los Feliz. El protagonista de Oceans Eleven adquirió la propiedad en 2023 por 4,7 millones de euros. Pero ahora ha cambiado de manos y es otro actor el que va a disfrutar de sus increíbles amenidades.
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La vivienda cuenta con una superficie residencial de 186 metros cuadrados, bajo un concepto abierto y una decoración bastante moderna. Observando la construcción, en rasgos generales, vemos que la luz es la protagonista de cada espacio, ya que traspasa los amplios ventanales que rodean la propiedad, creando una vista de 360 grados.

El área principal mezcla dos estancias importantes en cualquier casa. Por un lado, encontramos el salón con un sofá y dos butacas de cuero, enfrentadas y mirando hacia la naturaleza, con una chimenea blanca de concepto modernista que le acompaña. A este se le une la cocina que, aunque nos esperábamos algo un poco más amplio, lo que conquista es ese diseño ochentero actual que posee y la hace perfecta para cocinar, ya sea para uno o incluso un grupo de amigos. Aun así, es ideal como cocina de soltero.

Construida en 1960, al principio se le quiso dar ese toque industrial con las vigas vistas, pero con los cambios que ha ido viviendo a lo largo de los años, se ha adaptado a una visión más actual. Cuenta con tres habitaciones, cada una con una identidad propia, pero la que nos ha conquistado es la estancia de descanso principal. Una amplia cama es la protagonista, con piezas de arte vistiendo las paredes y una ventana que enfoca directamente hacia la arboleda presente en el jardín, dando la sensación de disfrutar de un descanso en medio de la selva.

La zona exterior cuenta con una coqueta terraza que tiene vistas al jardín. Está rodeada de vegetación para garantizar la privacidad de, en este caso, su nuevo propietario, Austin Butler, pero también la que requería Brad Pitt, puesto que se estableció en la casa después de formalizar el divorcio con Angelina Jolie. Además de contar con una sauna, también tiene una piscina en forma de gota, para sobrevivir a los colosos días de Los Ángeles.

No se sabe si es por el robo o por las ganas de cambiar de propiedad, pero Brad Pitt se la vendió a Austin Butler por un precio parecido por el que lo compró. El protagonista de Elvis la ha adquirido por 4,4 millones de euros, es decir, 300.000 euros menos del coste de adquisición por parte de Brad Pitt.