Comparador Financiero
¿Qué son y cómo invertir en acciones?
Autor: Redacción de Comparador financiero
Actualizado: 01/08/2024, 14:48
El mercado de las acciones es uno de los más antiguos y populares del mundo. Casi cualquier persona ha oído hablar de estos activos, que están muy presentes en la vida financiera de la mayoría de países desde hace muchísimos años. Su dilatada trayectoria, así como su amplia difusión, hacen que sean uno de los principales instrumentos en los que se piensa cuando un usuario quiere invertir para conseguir rentabilidad con sus ahorros.
No obstante, a pesar de su amplia popularidad, invertir en acciones no es sencillo y, además, conlleva importantes riesgos para el usuario, que puede perder con relativa facilidad una parte o la totalidad del capital destinado a las operaciones con estos activos. Como ocurre con cualquier instrumento de inversión, para aprovechar las ventajas del mercado bursátil y operar con mejores perspectivas de obtener beneficios es de suma importancia tener conocimientos y experiencia en el área, dedicar tiempo a analizar los productos, seguir las noticias que puedan afectar a su cotización y monitorizar la evolución de sus precios.
En el presente artículos te explicamos las principales características del mercado bursátil, sus ventajas y riesgos, los aspectos que se deben tener en cuenta al invertir en acciones o cómo elegir el mejor bróker con el que operar, entre otros.
Los mejores brókeres para invertir en acciones en agosto 2024
XTB
Fundación: 2002
Regulado y registrado por: KNF, CNMV, FCA, BaFin, CMVM…
Oficinas: Reino Unido, España, Francia, República Checa, Portugal, Alemania…
Ventajas
- Acciones de más de 2.000 empresas disponibles
- Sin comisiones de compraventa en acciones al contado
- Consigue una rentabilidad fija de entre el 2% y el 3,8% por el dinero no invertido
- Permite invertir en acciones al contado
- Acceso a los principales mercados del mundo
- Permite comprar fracciones de acciones desde 10 euros
Características
Depósito mín.: sin depósito mínimo
Instrumentos ofrecidos: + 3000
Retirar fondos: 2 días
Es importante leer y comprender los riesgos de esta inversión que se explican en detalle en este enlace. Tu capital está en riesgo
Ventajas
- Enorme oferta de acciones: más de 40.000
- Acceso a OPV de empresas estadounidenses
- Rentabilidad de hasta el 6,43% TAE en euros y del 8,78% TAE en dólares para el capital no invertido
- Tarifas ajustadas
Características
Depósito mín.: 1€
Instrumentos ofrecidos: + 40000
Retirar fondos: 1 - 2 días
Invertir en la bolsa conlleva riesgos: el valor de las inversiones puede subir o bajar y es posible que recibas menos de lo que invertiste originalmente.
Ventajas
- Dispone de acciones de más de 3.000 empresas
- Sin comisiones de compraventa en acciones al contado
- Permite invertir en acciones al contado
- Acceso a los principales mercados del mundo
- Permite seguir a inversores profesionales y copiar sus operaciones mediante copy trading
Características
Depósito mín.: 50 $
Instrumentos ofrecidos: + 3000
Retirar fondos: 1 día trámite. 1-8 de ingreso (según forma de pago)
Ventajas
- Más de 8.000 acciones al contado disponibles
- Comisiones de 1€ por la compraventa de la mayoría de sus acciones
- Remuneración del 2% TAE de los fondos no invertidos
- Regalo de bienvenida: una acción gratis por un valor máximo de 30 euros
Características
Depósito mín.: 10 €
Instrumentos ofrecidos: + 10000
Retirar fondos: 1 - 3 días
DEGIRO
Fundación: 2008
Regulado y registrado por: BaFin, AFM, CNVM
Oficinas: Ámsterdam (Países Bajos)
Ventajas
- Sin comisiones de compraventa en acciones
- Cuentas adaptadas al nivel de experiencia del cliente
- Acceso a 50 mercados de 30 países distintos
- Depósito mínimo de 0,01€
Características
Depósito mín.: 0,01€
Instrumentos ofrecidos: + 1000
Retirar fondos: 2 - 4 días laborables
Invertir en la bolsa conlleva riesgos: el valor de las inversiones puede subir o bajar y es posible que recibas menos de lo que invertiste originalmente.
Almirals
Fundación: 2001
Regulado y registrado por: FCA, CySEC, AFSL, JSC, CIPC, CMA
Oficinas: Tallin (Estonia)
Ventajas
- Fracciones de acciones desde solo 1 euro
- Opera hasta 15 bolsas de acciones
- Comisiones bajas para comprar acciones
- Posibilidad de recibir dividendos por acciones
Características
Depósito mín.: 1€
Instrumentos ofrecidos: + 4500
Retirar fondos: 1 - 2 días laborables
Operar con Forex (divisas) o CFDs (contratos por diferencia) con apalancamiento conlleva un alto riesgo y puede no ser adecuado para todos los inversores. Existe la posibilidad de que las pérdidas sean iguales o superiores a tu inversión inicial.
Ventajas
- Compra acciones de UE, Reino Unido y EE.UU
- Acciones de UE con comisión desde 1€ por orden
- Compra acciones de EE.UU con comisión desde 0,1%
- Deposita y retira dinero por transferencia sin coste
Características
Depósito mín.: sin depósito mínimo
Instrumentos ofrecidos: + 3.500
Retirar fondos: 1 - 2 días laborables
Capital en riesgo. El proveedor de servicios de inversión es Lightyear Financial Ltd para el Reino Unido y Lightyear Europe AS para la UE. Términos aplicables: lightyear.com/terms. Busque asesoramiento cualificado si es necesario.
¿Qué son las acciones?
Las acciones son las unidades en las que está dividida la propiedad de una empresa. No todas las organizaciones disponen de estas participaciones, puesto que para poder emitirlas y comercializarlas la compañía en cuestión debe convertirse en una sociedad anónima y salir a bolsa.
Como títulos de una parte de la propiedad de una empresa, las acciones otorgan a sus dueños una serie de derechos, desde recibir información de su actividad hasta asistir a sus asambleas generales, entre los que destaca la posibilidad de percibir dividendos cuando la compañía genere beneficios.
El reparto de dividendos es una de las formas de obtener rentabilidad con estos activos, la otra es especular con el precio de estos títulos. La cotización de las acciones suele variar cada poco tiempo debido por factores tan diversos como la marcha de la empresa, la evolución del sector al que pertenece, los sentimientos del mercado hacia la compañía o sucesos que afecten a la actividad de ésta, entre otros, lo que abre la posibilidad de que el usuario las adquiera por un valor bajo y las venda después por uno superior, de tal forma que consiga beneficios con la diferencia.
La especulación es, de hecho, la forma más habitual de obtener ganancias con las acciones, puesto que permiten obtener mejores beneficios que con el reparto de dividendos y, además, en menos tiempo. Pero claro, esta forma de invertir conlleva bastantes riesgos, porque si el usuario compra títulos de una empresa porque cree que van a aumentar su precio, pero el valor, en cambio, disminuye tras la adquisición, el inversor perderá dinero.
¿Cómo invertir en acciones?
Lo primero que se debe hacer para empezar a invertir en acciones es abrir una cuenta en un bróker. Los brókeres son intermediarios autorizados por las distintas bolsas para comunicar las peticiones de compra y de venta al libro de órdenes del mercado y ejecutar dichas operaciones en nombre de sus clientes, por lo que son una parte fundamental en estas transacciones.
La figura del bróker ha cambiado mucho en las últimas décadas, y en la actualidad la mayoría de ellos son plataformas digitales en la que el usuario se crea una cuenta para tener acceso a las acciones, puede hacer análisis técnicos de los activos que le interesan, compra y almacena los títulos adquiridos y los puede vender cuando considere oportuno con unos pocos clics.
Una vez el usuario dispone de una cuenta en uno de los muchos brókeres disponibles, su siguiente paso debe ser decidir en qué acciones cotizadas desea invertir al contado. Esto significa que el inversor compra participaciones de una empresa con el objetivo de venderlas por un precio superior en el futuro y obtener beneficios con la diferencia. En este caso, además, tiene la posibilidad de recibir dividendos, ya que es el propietario de las acciones.
Principales características del mercado de las acciones
➤ Es un mercado relativamente estable: sus precios varían constantemente, pero no es habitual que se produzcan fluctuaciones abruptas rápidamente, como sí sucede en otros mercados. Por eso se considera que su riesgo es de moderado a alto
➤ Es un mercado regulado y centralizado
➤ Diversas opciones para obtener beneficios: a diferencia de otros instrumentos de inversión, que sólo permiten obtener ganancias con la especulación, los propietarios de acciones también pueden conseguir beneficios con el reparto de dividendos de la empresa a la que pertenezcan
➤ Costes competitivos: las tarifas por la compraventa de acciones suelen ser bastante competitivas, lo que redunda en la rentabilidad de los inversores. De hecho, algunos brókeres no cobran comisiones por las transacciones de estos activos, mientras que otros ofrecen alguna operación gratuita al día con ellos.
➤ Horario limitado: con las acciones sólo se puede operar mientras la bolsa en la que cotiza la empresa a la que pertenecen esté abierta, al contrario de lo que sucede con otros mercados como el de las criptomonedas, que está abierto 24 horas al día todos los días del año.
➤ Mucha diversidad: existen muchísimas empresas que cotizan en bolsa de sectores muy diversos, por lo que el usuario tiene a su disposición un enorme número de activos entre los que elegir y, si lo desea, puede especializar sus inversiones en áreas concretas que conozca bien, como la energía, la tecnología o la automoción.
➤ Propiedad de una empresa: el titular de las acciones es el dueño de una parte de la compañía a la que pertenecen los títulos
➤ Mucha información disponible: al ser un activo tan popular y antiguo, existe muchísima información sobre el mercado bursátil, desde su funcionamiento hasta los sucesos que le afectan, pasando por las particularidades de cada empresa y del sector al que pertenecen. Esto hace que los inversores dispongan de una gran cantidad de datos para realizar sus análisis y previsiones.
➤ Mercado primario y secundario: dentro del mercado bursátil existe un mercado primario y otro secundario. El primero es en el que las empresas emiten sus acciones, y en el segundo donde se comercializan para inversores minoristas a través de intermediarios como los brókeres.
¿Qué acciones comprar?
Para elegir las acciones que más le interesa adquirir, el inversor debe tener una serie de factores en cuenta relacionados tanto con sus propios conocimientos como con la situación de la empresa a la que pertenecen, su sector, la actualidad política, económica y social de los lugares en los que opera o del mercado bursátil en el que cotizan los títulos.
El mercado bursátil es muy amplio y en él participan empresas de casi todos los sectores productivos. Esto permite que el usuario, si lo desea, pueda concentrar su inversión en empresas que pertenezcan a industrias concretas, algo especialmente útil si el usuario tiene conocimientos y experiencia específicos en esa área, ya sea por su trayectoria profesional o por sus gustos personales. En este sentido, siempre es buena idea apostar por compañías y ámbitos que se conocen, puesto que se entenderán mejor las dinámicas internas que hacen variar el precio de sus acciones y se tendrá un mejor acceso a información relevante sobre hechos que pueden llegar a afectar a su valor en el futuro.
Se tengan o no conocimientos previos en el sector, antes de apostar por las acciones de una empresa u otra es preciso informarse sobre el desempeño reciente de la compañía en su actividad, ya que la buena marcha del negocio, su expansión a nuevos mercados o los descensos recientes en sus ventas pueden influir en la evolución de su valor a corto y medio plazo.
Otro aspecto que se debe valorar es la situación general del sector al que pertenece la compañía, ya que si éste atraviesa por un buen o un mal momento es bastante probable que la cotización de las acciones de la empresa se contagie del optimismo o del pesimismo que impere en las industrias del ramo. En este sentido, hay que tener en cuenta que los inversores muchas veces se dejan llevar por las sensaciones que les transmite el mercado, por lo que pueden decidir, por ejemplo, vender en masa los títulos de una organización cuyo sector atraviese dificultades a pesar de que esa compañía en concreto marche bien. Y cuando muchos usuarios quieren deshacerse de sus participaciones, el precio de estas cae.
La situación política, económica y social de los países en los que opere la empresa, o de los que obtenga sus materias primas, también pueden influir en la evolución del precio de las acciones. De esta forma, la celebración de elecciones o el crecimiento de la inflación pueden hacer que el valor de sus títulos caiga, mientras que la promulgación de una norma que favorezca la actividad de la compañía o la estabilidad económica pueden hacer que su cotización crezca.
Otro factor que afecta al precio de las acciones es el de los fenómenos ambientales inesperados que afecten a la empresa. Por ejemplo, una sequía prolongada que disminuya la cantidad de materias primas disponibles y, por lo tanto, encarezca los costes de producción, puede hacer que el precio de los títulos disminuya, puesto que los inversores considerarán que el negocio de la compañía atraviesa dificultades.
Un último aspecto que se debe tener en cuenta es el de los sentimientos del mercado hacia esa empresa. A veces los inversores depositan su confianza o su desconfianza en masa en las acciones de una compañía por cualquier razón que no tiene porqué obedecer a hechos consumados (rumores, sucesos que pueden afectan indirectamente a la organización, etc.). Esto hará que inunden la bolsa con órdenes de compra o de venta, lo que provocará que empiece a funcionar la ley de la oferta y la demanda: si muchos usuarios desean adquirir participaciones de una empresa, el valor de estas subirá independientemente del desempeño de su negocio, y si, por el contrario, muchas personas quieren deshacerse de ellos, su precio caerá.
Una vez se hayan analizado todos los factores anteriormente mencionados, el usuario debe considerar el nivel de riesgo que quiere asumir. Invertir en acciones siempre conlleva el peligro de incurrir en pérdidas, pero en función de la estrategia que se siga la exposición del inversor será mayor o menor. Si la intención del interesado es conseguir beneficios a corto o medio plazo, deberá apostar por títulos de compañías que estime que van a experimentar un cambio abrupto en los próximos meses a causa de alguno de los elementos mencionados más arriba, o de la conjunción de varios. Este planteamiento es arriesgado, porque esa inestabilidad que puede disparar el valor de las participaciones también puede hundirlo y, por tanto, provocarle pérdidas.
En cambio, si el inversor piensa más a largo plazo, puede optar por una estrategia más conservadora y hacerse con acciones de empresas grandes y estables con perspectivas de que su precio se incremente poco a poco, pero de forma constante, para venderlas en el futuro. Eso sí, hay que tener en cuenta que por muy consolidada que pueda estar la compañía, nada elimina el riesgo de que la cotización de sus títulos se hunda y acabe provocando pérdidas en el inversor. Lo bueno en este planteamiento es que el usuario no tiene prisa por vender, por lo que puede esperar más para ver si recuperan valor. Además, como las va a mantener en propiedad durante mucho tiempo, también puede conseguir beneficios con el reparto de dividendos.
¿Qué influye en la evolución del precio de las acciones?
Como ya hemos comentado con anterioridad, en el precio de las acciones influyen una gran cantidad de factores, desde el desempeño empresarial de la propia compañía hasta acontecimientos políticos de territorios en los que opera, pasando por multitud de elementos que pueden tener más o menos relación con la organización o su sector.
A continuación te explicamos cuáles son los factores que más comúnmente influyen en el valor de las acciones de una empresa:
◆ Oferta y demanda: la cantidad de inversores que deseen comprar o vender las acciones de una compañía puede influir de manera decisiva en el precio de estas. Cuando muchos usuarios quieren deshacerse de los títulos que poseen de una misma empresa, el valor de estos cae, mientras que cuando un número elevado de ellos quiere adquirirlos, su cotización sube.
◆ Marcha de la empresa: el buen o mal funcionamiento de una compañía también influye en el precio de sus acciones, puesto que los inversores estimarán, a partir de ese desempeño, si la organización tiene posibilidades de crecer o de tener problemas en el futuro. Esa marcha de la empresa no sólo tiene que ver con sus resultados económicos, pues aunque este sea un factor importante, también influyen otros elementos que hablan de sus propósitos a largo plazo o de la ambición de sus responsables, como planes de expansión, el inicio de proyectos con potencial o acuerdos interesantes con otras compañías.
◆ Evolución del sector: el crecimiento o decrecimiento del sector al que pertenezca la empresa también afecta al precio de sus acciones, puesto que los inversores estimarán que tarde o temprano la compañía se contagiará de la tendencia que impera en ese ámbito empresarial y comprarán o venderán sus títulos en función de si la evolución es al alza o a la baja.
◆ Sucesos de actualidad: cualquier hecho político, económico o social que tenga relación directa o indirecta con la empresa también puede hacer que el valor de sus acciones crezca o disminuya. Por ejemplo, los problemas en la cadena de suministros o la conflictividad social en los países donde opera pueden hacer que el precio de sus títulos disminuya, mientras que la estabilidad económica o la promulgación de medidas políticas que favorezcan su negocio harán que aumente. También influirán en su cotización desastres naturales, accidentes o conflictos internacionales que afecten de alguna manera a su actividad.
◆ Rumores: la rumorología en torno a una empresa también afecta a la cotización de sus acciones. Por ejemplo, si trascienden la posibilidad de que la organización se venda a otra compañía, el precio de los títulos aumentará, mientras que si se comenta que la empresa puede recibir una sanción por alguna infracción, es posible que el valor caiga.
¿Cómo elegir el mejor bróker para invertir en acciones?
La elección del bróker con el que se va a operar es muy importante a la hora de invertir en acciones, pues existen muchas plataformas de este tipo con sus características, funciones y ventajas propias. Es recomendable que el usuario busque una que se adapte a sus necesidades, a su experiencia y a la estrategia que quiera seguir al operar en el mercado bursátil, de tal forma que, además de intermediario, se convierta en una buena herramienta con la que sacar todo el partido posible a sus inversiones.
Estas son las principales características a las que debes prestar atención al elegir un bróker:
Mercados disponibles
La oferta de acciones disponibles varía de un bróker a otro. Algunos se especializan en ofrecer títulos de algunos mercados concretos, como el estadounidense o el asiático, mientras que otros dan acceso a sus clientes a las principales bolsas del mundo, con una enorme cantidad de participaciones disponibles de las compañías más grandes del planeta.
De esta forma, si el usuario quiere invertir en unos mercados concretos, debe procurar elegir un bróker que opere en ellos. Y si quiere tener muchas opciones disponibles para diversificar, le interesará una plataforma con una amplia oferta que le dé acceso a un número mayor de bolsas de valores.
Tarifas y comisiones
Al igual que ocurre con la oferta de activos, las tarifas y comisiones por operar varían entre un bróker y otro. Este punto es muy importante, porque todo coste restará rentabilidad a las inversiones que haga el usuario, por lo que debe procurar elegir una plataforma con precios ajustados que le proporcione acceso a los mercados que le interesan y a las herramientas que necesita para llevar a cabo su estrategia.
En este apartado hay que destacar que existen brókeres que eliminan las comisiones de compraventa en las acciones y otros ofrecen una operación gratuita al día con estos activos, por lo que son opciones bastante interesantes desde el punto de vista de la rentabilidad.
Dificultad de la plataforma
Existen brókeres que están más enfocados en usuarios profesionales, con una gran cantidad de funciones, herramientas de análisis complejas y opciones de trading avanzadas que pueden llegar a resultar demasiado complicadas para inversores novatos. Del mismo modo, existen plataformas dirigidas a un público más novel que probablemente sean demasiado básicas para los expertos. Por ello, el interesado debe informarse bien para elegir una acorde a su trayectoria y sus conocimientos.
Por otra parte, algunos brókeres disponen de distintos tipos de cuentas que se adaptan a la experiencia de sus usuarios, de tal forma que cuanto más elevado es el nivel de su perfil, mayores opciones de trading, herramientas complejas y funciones adicionales tiene. En estos casos, el inversor debe consultar qué ofrece cada tipo de cuenta para saber si es lo que está buscando. Estas plataformas son una buena opción para quienes tengan la intención de seguir ampliando sus conocimientos sobre los mercados de inversión y quieran acceder a herramientas más complejas en el futuro.
Herramientas disponibles
Los brókeres no son meros intermediarios para la compraventa de activos, también ofrecen a sus clientes distintas funciones y herramientas para seguir la actualidad financiera y realizar análisis técnicos que les permitan reunir la información necesaria para decidir si invierten en un instrumento u otro. La disponibilidad de estos servicios y su complejidad y profundidad condicionarán la forma de trabajar del usuario, por lo que también es un factor que se debe tener en cuenta al escoger una plataforma u otra, aunque el interesado también puede optar por utilizar herramientas de trading externas.
Regulación y supervisión
Elegir un bróker que esté regulado y supervisado por autoridades financieras competentes es fundamental para la seguridad del usuario. Al estar controlado por estos organismos, el inversor puede estar seguro de que cumple con las normativas europeas y españolas que le obligan a tomar las medidas necesarias para proteger sus datos personales, su dinero y sus activos en cartera, así como a ofrecerles toda la información disponible sobre los instrumentos que comercializan.
Entre las autoridades financieras que pueden supervisar y regular la actividad de los brókeres se encuentran la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) de España, Autoridad de Conducta Financiera (FCA) de Reino Unido o la Autoridad de Mercados Financieros (AMF) de Francia, entre otras.
Depósito mínimo
Muchos brókeres exigen a sus nuevos usuarios que depositen una cantidad mínima de dinero en su cuenta recién abierta para poder empezar a operar. En función de la plataforma, las cantidades que exigen pueden variar desde sólo un euro a más de 400 euros. No obstante, también las hay que no exigen el ingreso de ninguna suma para que el interesado pueda comenzar a invertir.
Aplicación móvil
La mayoría de los brókeres que existen en la actualidad disponen tanto de una versión web como de una aplicación móvil para que sus clientes puedan operar desde donde quieran y beneficiarse de algunos servicios interesantes como las alertas y notificaciones sobre cambios de precios en su teléfono.
Sin embargo, algunos brókeres no tienen del todo optimizadas sus apps, o éstas presentan diferencias notables con la web, lo que dificulta el paso de una a otra y exige un mayor aprendizaje para poder operar con ellos. Si el usuario desea seguir sus activos e invertir desde cualquier lugar con su móvil, le interesará abrir una cuenta con una plataforma que tenga una buena aplicación.
¿Es arriesgado invertir en acciones?
Sí, invertir en acciones es arriesgado y con ellas el usuario se expone a perder su dinero. Hay que tener en cuenta que la mayoría de las estrategias para conseguir ganancias con estos activos se basan en la especulación, es decir, hacer conjeturas a través de observaciones e indicios sobre la evolución que seguirá el precio de los títulos con el objetivo de apostar por aquellos que tengan mejores perspectivas de crecimiento. Pero esas previsiones pueden fallar y que el valor de los instrumentos, en lugar de subir, baje, haciendo que el usuario tenga pérdidas.
No obstante, existen distintas formas de invertir en acciones, algunas más seguras que otras. Por ejemplo, aquellos usuarios que adquieran títulos de empresas sólidas con el objetivo conservarlos durante mucho tiempo para obtener dividendos y venderlos a largo plazo asumen menos riesgos que los inversores que basan su estrategia en la compraventa a corto plazo.
Hay que tener en cuenta que el mercado bursátil es relativamente estable y no es habitual que en él se produzcan fluctuaciones abruptas, por lo que si el usuario está atento a los movimientos de los activos y reacciona a tiempo es posible reducir los riesgos de invertir en acciones. Para esto, configurar alertas en los brókeres puede resultar muy útil: el usuario recibe una notificación cuando el valor supere un umbral preestablecido y puede enviar órdenes de venta para deshacerse del producto antes de que su precio siga bajando. Algunas plataformas permiten incluso configurar órdenes de venta automáticas en estos casos.
Otra forma de reducir los riesgos al invertir en acciones es mantener una monitorización constante de todo lo que pueda afectar a los activos que el usuario que tiene en cartera, como las noticias de actualidad relacionadas con las empresas a las que pertenecen y su actividad, la evolución de las compañías del mismo sector o las tendencias de los inversores en el mercado al que pertenece la organización.
Conclusión sobre invertir en acciones
El mercado bursátil es muy interesante para cualquier inversor porque ofrece diversas posibilidades para que el usuario mueva su dinero como más le interese, su riesgo es relativamente moderado en comparación con el de otros activos, las tarifas y comisiones de compraventa suelen ser bastante ajustadas y sobre él hay una enorme cantidad de información disponible.
La amplísima oferta de acciones que existe en la actualidad permite al usuario especializar sus inversiones, si así lo desea, y apostar por sectores productivos o áreas geográficas que conoce o en las que se siente cómodo. También le brinda la posibilidad de diversificar sus operaciones en ámbitos completamente distintos utilizando siempre el mismo instrumento financiero.
Por otra parte, las distintas formas de invertir con acciones permiten que cualquier tipo de usuario, tanto los de perfil conservador como aquellos que prefieren arriesgarse más, puedan operar con estos activos. Los primeros tienen la opción de comprar participaciones de empresas consolidadas que, previsiblemente, vayan a tener un crecimiento lento pero sostenido para vender a largo plazo y, además, ir percibiendo dividendos mientras tanto. Y los segundos tienen la posibilidad de operar a corto plazo con títulos de compañías cuyo valor prevean que va a fluctuar más abruptamente en poco tiempo.
La gran cantidad de información disponible sobre el mercado bursátil, las acciones y las empresas que participan de él facilitan los análisis técnicos, el seguimiento de los activos y permiten a los inversores noveles tener acceso a una gran cantidad de contenido formativo para ampliar sus conocimientos.
En lo que se refiere al apartado económico, las acciones son activos con pocos costes operativos y, de hecho, algunos brókeres no cobran comisiones por su compraventa. Otros, además, permiten que los usuarios adquieran fracciones de títulos de empresas desde sólo un euro, de tal forma que cualquier persona, sin importar sus posibilidades monetarias, pueda empezar a operar en el mercado bursátil.
Por todo ello, invertir en acciones es una buena opción para casi cualquier usuario, dado que sus costes son ajustados, sus posibilidades amplias, la información disponible abundante y el riesgo no tan elevado como el de otros activos financieros similares.