Son muchas las afecciones cutáneas que nos pueden surgir, pero hay algunas que perjudican más que otras. El cuidado de la piel es algo esencial y, por eso, acorde al tipo de cutis que tengamos, escogemos una rutina de skincare que se adapte mejor a nosotros, pero esto no es todo, ya que, además de por fuera, también hemos de cuidarnos por dentro. Al margen de la nutricosmética, la dieta es muy importante, puesto que sabemos que lo que pase dentro de nuestro cuerpo lo va a terminar reflejando en el exterior. Uno de esos problemas es la rosácea.

Esta afecta principalmente a la zona central de la cara, concretamente a mejillas, frente, barbilla y nariz. Se caracteriza por la aparición de síntomas que pueden presentarse solos o combinados, dependiendo del paciente y de la evolución de la enfermedad: enrojecimiento transitorio (rubor) o persistente (eritema), pequeños vasos sanguíneos visibles (telangiectasias), malestar, sensación de ardor, hormigueo e incluso dolor. Para evitarla o controlarla en la mayor medida posible en el día a día, estos son los alimentos que se deben evitar:
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Alimentos picantes
Cada vez es más habitual que usemos el picante para aderezar las comidas, pero para aquellos que padecen de rosácea, es algo que los expertos recomiendan evitar. Las especias picantes pueden causar vasodilatación, lo que significa que tus vasos sanguíneos se expanden y pueden provocar enrojecimiento y eso conllevaría incrementar los síntomas. Existe una alternativa y son las hierbas frescas como el perejil o el cilantro, que añaden sabor sin el ardor. Si te gusta la cocina, también puedes experimentar con especias suaves como el comino o el orégano.

Evitar las bebidas con alcohol
Todos sabemos que el vino tinto es el rey de cada mesa y puede aportar clase, además de amenizar cada comida, pero para aquellos que tienen rosácea, es algo que deben evitar. Esto se debe aplicar con el alcohol en general, pero este es el que más puede incrementarlo e incluso provocar brotes en la piel. Si no puedes resistirte a una copa, como suele pasar socialmente, considera optar por vino blanco o champagne, que tienden a ser menos problemáticos.

Evitar lácteos para la rosácea
Los médicos lo consideran como uno de los elementos básicos en la dieta, puesto que aportan hierro y son buenos para los huesos, pero, en este caso, pueden ser perjudiciales para aquellos que sufren de esta afección. Los lácteos pueden causar inflamación en algunas personas, lo que puede agravar los síntomas de la rosácea. Esto es especialmente cierto en el caso de los quesos curados y la leche entera. Se pueden consumir, pero en el caso de que se noten rojeces en el cuerpo, es mejor evitar su consumo y optar por alternativas como las bebidas vegetales.

Azúcares y carbohidratos refinados
Este es uno de esos casos en los que debemos evitar alimentos con este tipo de característica, ya que aquí llegamos a la inflamación del cuerpo. Además, los carbohidratos refinados, como el pan blanco, pueden tener un efecto similar. Intenta cambiarlos por alternativas integrales como la quinoa o el arroz integral, y endulza tus comidas con frutas frescas o edulcorantes naturales, en lugar de azúcar refinado. Esto no solo es mejor para tu piel, sino también para tu salud en general.

Comidas y bebidas calientes
Especialmente en invierno, estas pueden ser un auténtico placer, pero si tienes rosácea, es mejor que las evites. El calor puede causar que los vasos sanguíneos se dilaten, lo que puede resultar en enrojecimiento y malestar. Esto incluye no solo comidas calientes, sino también bebidas como café o té. No significa que no puedas comer platos calientes, es decir, es posible, pero hay que intentar hacerlo cuando estén a temperatura ambiente y, en el caso de las bebidas, que sean con hielo y en frío.
