Hoy te vamos a hablar sobre la Kinesiogenómica, el mix de genética y entrenamiento físico que consiste en la aplicación práctica de la medicina al reconocimiento de las características propias de cada individuo, partiendo del principio de la individualidad biológica. Una rama dentro de la medicina genómica, que estudia específicamente la información genética dentro del campo de la actividad física y del deporte con el objetivo de adecuar el entrenamiento físico a la individualidad biológica, que es el resultado de combinar la información genética específica de cada persona junto a sus estímulos ambientales.
¿Y por qué nos referimos en el titular al reconocido deportista olímpico estadounidense? Pues bien, porque Michael Phelps, según los expertos en la materia, posee su mutación poco común: El legendario nadador cuenta con una rara variante genética que resulta en un aumento del volumen de sus pulmones y un uso más eficiente del oxígeno, lo que le ayudó a convertirse en uno de los deportistas olímpicos más exitosos.
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«Las diferencias que resultan de estas especificidades individuales explican, por ejemplo, cómo cada persona puede reaccionar de un modo distinto frente a un mismo medicamento, o frente a una misma dieta tal como muestra la nutrigenómica. Lo mismo ocurre con el deporte y el ejercicio físico, de ahí que la kinesiogenómica sea capaz de individualizar los planes de entrenamiento para mejorar el rendimiento de las rutinas deportivas,
atendiendo a las características genéticas de cada individuo y a sus
necesidades físicas», nos explican desde Genomic Genetis Internacional.
Elementos de estudio imprescindibles en la Kinesiogenómica
Mediante un test de ADN, Genomic Genetis Internacional realiza un
análisis individual que tiene en cuenta los siguientes factores:
Capacidad metabólica
Se analizan los genes asociados a la predisposición genética del individuo a desarrollar sobrepeso, obesidad abdominal y otras enfermedades relacionadas con la obesidad como la osteoporosis, la diabetes, el síndrome metabólico, la hipertensión arterial y los niveles bajos de HDLc (el conocido como colesterol bueno) así como su capacidad de regulación del apetito, con el fin de adecuar a esta propensión tanto la dieta como el ejercicio físico.
Capacidad cardiovascular
Aunque el ejercicio físico regular es cardiosaludable, en algunos deportistas el sobreesfuerzo puede provocar muerte súbita u otras enfermedades cardiovasculares como el infarto de miocardio, accidente cerebrovascular,
insuficiencia cardiaca, angina depecho, claudicación intermitente o insuficiencia cardíaca congestiva. Los estudios de ADN pueden
determinar el riesgo a desarrollar un accidente cardiovascular futuro.