«Cada vez son más los pacientes que acuden a consulta demandando este tipo de tratamiento y se preguntan por qué, aun teniendo el cuerpo tonificado, los glúteos tienden a caerse o a perder el volumen que tenían cuando eran más jóvenes», dice en para empezar Paz Torralba, directora de los centros The Beauty Concept (TBC). Lo cierto es que esta es una cuestión que nos preocupa mucho a las mujeres, especialmente cuando llega el buen tiempo y vemos que se aproxima el momento de ponernos el bikini de nuevo. Carmen Lorente, directora del área médica de TBC nos ha explicado por qué ocurre esto y de qué manera podemos combatir el problema.
Lorente explica que los glúteos son los músculos más grandes y visibles del cuerpo y nos recuerda que tienen una función vital en nuestros movimientos. Nos ayudan a impulsarnos al correr o realizar sentadillas, por ejemplo, pero, a pesar de estas cosas, según la experta «son uno des los músculos más olvidados. Pero ¡eso no es todo! Existen otras razones por las que según la doctora, la flacidez acaba por afectar a los glúteos nos pongamos como nos pongamos. Algunos de esos motivos son:
- Predisposición genética: una de las principales causas provienen de los genes; si nuestra herencia ha tenido características físicas como el peso y la talla, es probable que adoptemos esas mismas tendencias.
- Carencia de actividad física: por ejemplo, cuando se trabaja durante largas horas frente al ordenador o se mantiene una vida sedentaria.
- Embarazo: por todos los cambios que experimenta el cuerpo, la piel durante esta época sufre mucho de flacidez y en, consecuencia, glúteos caídos.
- Malos hábitos higiénico-dietéticos: mala alimentación, comer de forma desordenada a diario, ingerir alimentos con alto contenido graso o azúcar.
Todas estas cuestiones hacen que los glúteos pierdan firmeza con el paso del tiempo. Además, hay que tener en cuenta que cada cuerpo es un mundo. Así, aunque la pauta general para mantenernos en buen estado físico y preservar los glúteos en su sitio, sea hacer ejercicio y llevar una vida saludable, existen tratamientos coadyuvantes. Ahora bien ¡hay que analizar cuál es nuestra situación concreta para ver si estos se ajustan a nuestras específicas necesidades!En este último sentido, Carmen Lorente recuerda que «en The Beauty Concept siempre que un paciente entra en consulta, analizamos en global el tratamiento a administrar, es decir, si lo que quiere es una remodelación de glúteos, hay que analizar si tiene celulitis, la piel poco hidratada, etc. y, a partir de ahí, diseñar un tratamiento completo». Y llegadas a este punto te preguntarás: ¿cuál es el tratamiento que se aplica en TBC para la remodelación de glúteos y por qué funciona? ¡Te lo contamos!
TBC usa el ácido L-poliláctico para la remodelación de glúteos
«Para la remodelación de glúteos hemos seleccionado el ácido L-poliláctico por los buenos resultados que obtenemos», confirma Lorente. Nos explica que es un procedimiento no quirúrgico que ha supuesto una revolución. «Es una opción única y segura que funciona justo debajo de la piel para espesarla, estimulando el crecimiento de colágeno», comenta la experta. «Se trata de sustancia sintética que el cuerpo absorbe completamente y no hay ningún efecto secundario», apuntala.
Lorente nos detalla asimismo que el ácido L-poliláctico se inyecta en la zona localizada para rellenar los huecos existentes y nivelar la piel, estimular la producción de colágeno, incrementando el espesor de la piel, lo que se traduce en una piel mucho más firme. Además, asegura que tiene una acción en la remodelación de las fibras de colágeno ya existentes y favorece la neocolagénesis, es decir, promueve la formación de nuevas fibras de colágeno en la zona tratada después de 30 días. Ese es el tiempo que hay que dar a la piel para que esta pueda producir colágeno por lo que se recomienda tomar tres sesiones aproximadamente. De esta forma se consigue aumentar el volumen de los glúteos, corregir irregularidades, combatir la flacidez y mejorar considerablemente la celulitis. Los resultados duran entre dos y tres años y el precio del tratamiento es de 2100 €, aunque varía según el número de viales que se necesiten.
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