Una doctora nos explica la importancia del colágeno para envejecer bien por dentro y por fuera
El verano se queda atrás y tenemos que prestar especial atención a nuestra piel. El cambio de temperaturas puede afectarnos y lo que nos interesa es mantener un cutis sano, suave y terso, con el objetivo de evitar la aparición de arrugas y la pérdida de elasticidad. Sabemos que el paso de los años no perdona y cada vez tenemos que implementar más nuestro skincare, además de plantearnos la idea de hacernos algún tratamiento para eliminar los daños del verano en la piel. Hablamos del colágeno y la importancia del mismo que nos hará envejecer bien.
Es primordial seguir rutinas que sean adecuadas para nuestro tipo de piel, sin dejar de lado la edad. Muchas personas no le dan la importancia necesaria, pero el colágeno es uno de los elementos más trascendentes, ya que mantiene en correcto estado la estructura de la piel, es decir, es el sostén de las fibras de la dermis que es lo que le atribuye a nuestro cutis esa consistencia que buscamos. Para saber un poco más sobre el efecto del mismo, hemos consultado a la doctora Cristina Chacón, especialista en medicina estética.
Muchas personas piensan que necesitamos introducir el colágeno en nuestra vida a partir de los 40, pero la doctora nos corrige: «Parece mentira, pero la piel empieza a perder colágeno a los 25 años. Aquí vemos el primer escalón, cuando comienzan a aparecer arrugas, líneas de expresión y nuestra piel necesita que implementemos el colágeno con una correcta rutina. El segundo escalón comienza a los 45. Si hemos llevado una buena rutina, se nota mucho menos. El tercer escalón a tener en cuenta es la menopausia».
La doctora Chacón nos explica que «la acción de los fibroblastos se va haciendo más lenta y provoca una reducción gradual de esta proteína. Tenemos que cuidar no sólo nuestra piel, sino que también hay que hacerlo con la alimentación y a través de protectores solares u otros productos de belleza».
Si queremos implementar el colágeno en nuestra vida, lo podemos hacer de tres maneras.
1. Rutina de ‘skincare’
Tenemos que pensar en productos con activos que sean efectivos, enfocándonos en crear una relación con los ácidos. Tanto el glicólico como el hialurónico son principios activos que ayudarán a mejorar el aspecto de nuestra piel en profundidad. En el primer caso, gracias a su efecto exfoliante renueva la piel y estimula la formación de colágeno. En el segundo escenario el ácido hialurónico acumula hasta mil veces su peso en agua, ayudando a devolver esa densidad que se va perdiendo con el paso del tiempo.
2. Tratamientos en clínica
Es otra de las maneras de poder implementar esa inducción de colágeno en la piel y hacerlo de una forma más profunda. «Para complementar la rutina, los tratamientos que mejor pueden funcionar son el Dermapen o la radiofrecuencia. De esta manera, podemos aplicar el colágeno de forma más profunda y que los resultados comiencen a ser visibles y efectivos».
3. Colágeno a través de suplementos
La nutricosmética ha adquirido una gran importancia en nuestra vida y cada vez la implementamos más. En el caso del colágeno, se pueden tomar suplementos y batidos, pero como bien nos comenta la doctora «es importante fijarse en su formulación y tenemos que asegurarnos de que sean absorbibles. No todos los colágenos se absorben y muchos no son efectivos. Hay dos tipos de partículas: la pequeña que es la que se absorbe perfectamente por el cuerpo, y la grande que es la que no llega a ser eficaz, puesto que nuestro interior no puede absorberla del todo».
