El pomelo es un fruto cítrico que se caracteriza por su pulpa de color rosado, sabor ácido y amargo. Es uno de los cítricos con menos popularidad en nuestro país. Y se debe, en parte, a la hegemonía de otras frutas como la naranja, el limón o la mandarina. Estos alimentos son sumamente apreciados por su alto contenido en vitamina C, un nutriente que participa en multitud de funciones del cuerpo como, por ejemplo, la absorción del hierro, la protección del sistema inmunitario, la conservación de los vasos sanguíneos y el tejido conectivo o el desarrollo de las neuronas, entre otras. Estas son algunas de las propiedades que el pomelo posee, ¡pero tiene muchas más! Su multitud de beneficios nos invitan a incluirlo con más asiduidad en nuestra dieta. ¿Quieres saber cuáles son?
Seis beneficios del pomelo
1. Aumenta tus defensas
Es cierto que el pomelo es uno de los cítricos con menos contenido en vitamina C, aunque es importante mencionar que una unidad cubre los requerimientos diarios. Además, su pulpa es una de las que mejor protege las vías respiratorias frente a los gérmenes.
2. Complemento en la pérdida de peso
Su escaso aporte calórico y la gran cantidad de agua que incluye pueden ser grandes aliados en la pérdida o el mantenimiento de un peso saludable. Estos efectos han sido demostrados por múltiples estudios, como el realizado por el Centro de Investigación Scripps, en Estados Unidos. Los participantes que tomaron pomelo fresco durante el análisis presentaron después una reducción significativa de los niveles de glucosa y una mayor pérdida de peso respecto al resto de participantes
3. Bueno para la vista
El pomelo tiene importantes cantidades de betacarotenos, unos pigmentos que pertenecen al grupo de los carotenoides y que disfrutan de propiedades antioxidantes. Estos no solo retrasan el envejecimiento y previenen el estrés oxidativo, también protegen nuestra vista de las enfermedades que pueden perjudicarla como, por ejemplo, aquellas relacionadas con la edad: las cataratas y la degeneración macular.
4. Un aperitivo digestivo
Los vegetales amargos como el pomelo aumentan el apetito, ya que estimulan la segregación de jugos gástricos además de mejorar la digestión de las grasas. El pomelo activa las funciones del hígado por lo que si sufres de problemas en este órgano, incluye pomelo en tu dieta. Puedes añadirlo a tus ensaladas, e incluso cortarlo en finas láminas y añadirlo a tus carpaccios de pescado. Sin duda, ambas opciones son auténticas delicias.
5. Gran aliado de las articulaciones
El ácido salicílico es otro de los nutrientes que lideran la composición del pomelo y que más beneficios puede aportar a nuestro organismo. Entre ellos, destaca su trabajo en la descomposición del calcio inorgánico que se acumula en las articulaciones y los cartílagos, causa principal de la artritis. El consumo de pomelo puede reducir su presencia en el organismo, manteniendo a raya dicha afección. Además, el ácido salicílico actúa como antiinflamatorio, exfoliante de las células de la piel y regulador de la oleosidad, es decir, la grasa de la piel.
6. Para el cuidado de nuestra piel
Tal y como hemos mencionado antes, entre los beneficios clave del pomelo está el ser muy rico en antioxidantes, que es perfecto para aclarar las manchas y unificar el tono de la piel, o como hidratante y alisador de la piel más dura y seca. Con la ayuda del pomelo, también abriremos los poros para poder eliminar las células muertas de nuestra piel, volviéndola más suave y tersa.