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La moda que preocupa a nutricionistas: «Ni las kombuchas ni las bebidas edulcoradas son tan sanas»

La moda que preocupa a nutricionistas: «Ni las kombuchas ni las bebidas edulcoradas son tan sanas»
(Foto: Adobe Stock)
Lucía Lera
  • Lucía Lera
  • Periodista especializada en viajes, belleza y estilo de vida. Al salir de la universidad de Periodismo decidí hacer de mi vocación algo más que mi pasión: mi profesión. Desde entonces he podido compartir mis historias en varias cabeceras. Reafirmando a cada artículo que elegí el camino correcto.
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Si últimamente has ido al supermercado y te has acercado a la sección de los refrescos habrás visto cómo la fantasía de las etiquetas saludables aborda los stands. Colores, cierta estética de etiquetado farmacológico y mensajes healthy incluidos por cada rincón del etiquetado. Lo que representan es una nueva regeneración de refrescos funcionales y un foco de negocio en el que las celebrities han comenzado a invertir. Ahora bien, ¿son tan sanos como afirman? Hablamos con un nutricionista para averiguarlo.

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El éxito de la kombucha o la fiebre por las burbujas más saludables

El libro Recent Frontiers of Phytochemicals define las bebidas funcionales como un producto no alcohólico formulado con ingredientes como frutas crudas, hierbas, vitaminas, minerales, aminoácidos y otros compuestos que aportan beneficios específicos para la salud. Se consideran, además, grandes vehículos de nutrientes y compuestos bioactivos.

front stand
Poppi. (Foto: GettyImages)

Hoy bebemos salud

«Ni las kombuchas ni las bebidas con edulcorantes pueden considerarse opciones realmente saludables»

Muchos nos preguntamos por qué han triunfado tanto los refrescos funcionales como para ser el foco de las inversiones de las celebrities. Según Salvador Talón – experto en hongos medicinales y referente en nutrición celular, inflamación crónica y longevidad y nutricionista de ZEM Wellness Clinic Altea – podemos resolver esta respuesta atendiendo al contexto actual. «Vivimos un momento en el que la salud se ha convertido en un enorme motor de negocio», afirma.

Está claro que «beber salud» no sólo es una moda: es un negocio que burbujea —y no precisamente por el gas. De hecho, según datos de Euromonitor International, se estima que el mercado mundial de los refrescos funcionales alcanzará los 249.500 millones de dólares en 2026. Pero, ¿cómo explicamos este crecimiento?

refrescos funcionales
Kombucha. (Foto: Pexels)

Como base del éxito nos encontramos un escenario donde las personas ya no quieren los refrescos «de toda la vida»; en su defecto, buscan cuidarse y cambian sus hábitos de consumo hacia alternativas más saludables. Se suman las restricciones y políticas de cancelación de bebidas azucaradas que han llevado a países como Reino Unido prácticamente a vetar su consumo

¿Qué es lo que ocurre entonces? El propio devenir del mercado y esa consecuencia natural que hace cada vez más evidente la necesidad de atender nuevas demandas de los consumidoresEn medio de esta revolución silenciosa del bienestar ya vemos a muchas caras conocidas invirtiendo en marcas de refrescos funcionales.

Una que sin duda es el ejemplo perfecto de esta industria es la impresionante operación por la que PepsiCo compró la firma de refrescos funcionales Poppi por 1.800 millones de euros. Otros, como Coca Cola, han irrumpido en este mercado lanzando productos en determinados países de edición limitada. En su caso la elección fue una edición sólo disponible en Japón de un refresco sin azúcares que, al parecer, prometía adelgazar.

refrescos funcionales
(Foto: Pexels)

Entran al mercado las celebrities

Sin duda sus grandes carteras de inversión no podían quedarse al margen. Llamemos a este fenómeno las celebrity brands, con el doble sentido que ello tiene. Por una parte, las marcas salen al mercado avaladas por la fama de estas personalidades. Del mismo modo que las celebrities se aprovechan del estatus simbólico y económico que supone invertir en el negocio de la salud como un nuevo lujo.

Desde Olipop, respaldada por celebridades como Camila Cabello y Noah Beck, hasta KIN Euphorics, cofundada por Bella Hadid, o Cali Water, la bebida de agua de cactus de Vanessa Hudgens. Cada vez más famosos se adentran en el mundo de los refrescos funcionales, algo así como una alternativa “healthy” a los refrescos tradicionales. 

 

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«Cuando vemos a celebridades recomendando productos supuestamente saludables, es importante entender que, en la mayoría de los casos, detrás hay una estrategia comercial cuidadosamente diseñada», apunta Salvador Talón. En su opinión, «no hablamos de una cruzada por mejorar la alimentación, sino de una manera muy rentable de capitalizar el discurso del bienestar

¿Son realmente saludables?

No podemos ignorar la relación que todo esto guarda con la sed de novedades, una motivación por probar y enseñar cosas nuevas constantemente al entorno. Porque la innovación, en este sentido, se ha convertido en un auténtico motor de consumo y el propulsor de este tipo de bebidas. Y entramos en el sabor.

refrescos funcionales, bebidas
(Foto: Pexels)

 Lo cierto es que en su esencia siguen siendo refrescos. Saborizados, endulzados con alternativas «saludables» a las tradicionales y que incorporan una larga lista de nombres incomprensibles para el consumidor común pero que suenan como aval de calidad. Y que mantienen una promesa saludable: 100% salud y 0% azúcar.

«Ni las kombuchas ni las bebidas con edulcorantes pueden considerarse opciones realmente saludables», afirma con serenidad el nutricionista de ZEM Wellness Clinic Altea. 

Entramos en el caso concreto de la kombucha, citada por Salvador Talón. Se considera un probiótico natural con potenciales beneficios para la salud digestiva y un aporte de antioxidantes, pero no por ello debemos pasar por alto lo que dice la letra pequeña. Talón matiza que «hay que entender que puede contener azúcar como parte del proceso de fermentación bacteriana.» 

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Kombucha. (Foto: Unsplash)

Si alguien desea obtener sus beneficios probióticos, «lo ideal es comprarla cerca de su fecha de caducidad, cuando el azúcar ha sido consumido por los microorganismos y los niveles de bacterias beneficiosas son más altos.» Respecto a los edulcorantes artificiales, su postura es firme: «No me parece adecuado engañar al paladar. Los edulcorantes, potenciadores del sabor o azúcares manipulados crean una falsa percepción de dulzor que no educa ni al cuerpo ni a la mente. Cambiar el azúcar blanco por otro tipo de azúcar refinado o por edulcorantes sintéticos no resuelve el problema.»

La moda de beber sano

Otra de las realidades que han señalado numerosos expertos sobre la popularización de estas bebidas y que tiene cierto germen en las redes sociales es la siguiente: los refrescos bonitos están de moda. Es una forma fácil de condensar una de las conclusiones expuestas por Edurne Uranga, vicepresidenta de Foodservice Europe de Circana tras un estudio realizado por la compañía sobre el mercado de bebidas en Europa. La vicepresidenta afirma: «Hoy en día, las bebidas son mucho más que un simple refresco: son una forma de expresión personal, un estimulante del estado de ánimo y una forma de apoyar los objetivos de estilo de vida.»

kombucha, bebidas
Ryan Seacrest. (Foto: GettyImages)

Especialmente entre los consumidores europeos de entre 18 y 35 años, las bebidas se han convertido en un reflejo de su identidad: refrescantes, con un propósito y muy instagrameables. En el lado contrario de la opinión encontramos opiniones de expertos, como la de Salvador Talón.

«Para quienes trabajamos en nutrición científica, resulta evidente que el verdadero bienestar no se encuentra en una bebida azucarada con un nuevo envase o con una etiqueta natural», sentencia. Como respuesta, ubica la construcción de hábitos saludables desde la educación alimentaria, la toma de hábitos sostenibles y una mirada crítica ante la publicidad.