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El tributo a un diseño eterno, el Chronograph de Jaeger-LeCoultre

Jaeger-LeCoultre Chronograph Tribute
Foto: Jaeger-LeCoultre Chronograph Tribute
  • Javi Fernández
    • Actualizado:

El sentimiento de llevar un reloj con una composición única y cientos de piezas te hace pensar sobre la obra de arte que llevas en la muñeca. Lo describimos así porque, en muchas ocasiones, el tiempo de construir un elemento como estos puede llevar el mismo tiempo que pintar un óleo. Como matiz, un reloj normal se tarda en fabricar unos cinco días, pero un reloj suizo de alta gama, con sus complejas funciones, puede llegar a tardar hasta año y medio en concluirse. Esto viene siendo así desde los comienzos de sus historias y, por mucho que pase el tiempo, el tiempo de lo bien hecho no cambia. Esto lo sabe bien la marca Jaeger-LeCoultre que, fundada en 1883, comenzó su producción en un gallinero, increíble pero cierto. Antoine LeCoultre, su fundador, fue un inventor que encontró el equilibrio entre el intelecto y la imaginación, y se entregó al desafío de medir el tiempo. Uno de sus grandes hitos fue creado en 1931, el modelo Reverso fue uno de los primeros relojes de pulsera desarrollados específicamente para el deporte, gracias a una caja giratoria diseñada para protegerlo en los campos de polo, aunque su atractivo se extendió mucho más allá del ámbito deportivo. En 2023, el nuevo Reverso Tribute Chronograph rinde homenaje a las raíces del Reverso con la complicación deportiva por excelencia: el cronógrafo.

Jaeger-LeCoultre Chronograph Tribute
Foto: Jaeger-LeCoultre Chronograph Tribute

El nuevo calibre 860, inspirado en el primer Reverso Chronograph de 1996, perpetúa el espíritu innovador que impulsa a Jaeger-LeCoultre desde hace 190 años a través de un diseño que combina un cronógrafo con indicación de la hora en las dos caras. La esfera frontal del reloj presenta todas las referencias de la línea Reverso Tribute, con índices, bastón, agujas Dauphine y minutería ferrocarril en periférica. La discreta elegancia de la superficie tornasolada pulida no deja entrever la complejidad mecánica que encierra; la única indicación de que esta pieza es mucho más que un reloj es la presencia de los pulsadores de cronógrafo en ambos lados de la corona.

Jaeger-LeCoultre Chronograph Tribute
Foto: Jaeger-LeCoultre Chronograph Tribute
Jaeger-LeCoultre Chronograph Tribute
Foto: Jaeger-LeCoultre Chronograph Tribute

El Reverso Tribute Chronograph se ha realizado en acero y oro rosa, y cuenta con correas en tonalidad azul oscuro y negro, respectivamente. El tono frío de la caja de acero se complementa con una esfera gris azulada, un sofisticado color que se consigue gracias al innovador proceso ADL (depósito por capas atómicas), en el que se depositan capas extraplanas de óxido de titanio. El sutil brillo de la esfera en negro intenso crea un noble contraste con la riqueza de la caja de oro rosa.

Jaeger-LeCoultre Chronograph Tribute
Foto: Jaeger-LeCoultre Chronograph Tribute
Jaeger-LeCoultre Chronograph Tribute
Foto: Jaeger-LeCoultre Chronograph Tribute

Si se gira la caja del reloj, se puede apreciar el exquisito mecanismo de cronógrafo en el reverso. Para visualizar la fascinante animación del cronógrafo y toda la complejidad del movimiento, la esfera se presenta esqueletada, los puentes están decorados con Côtes de Genève, para crear unidad visual, y el segundero del cronógrafo y el minutero están resaltados en negro para conseguir la máxima legibilidad. Los tornillos azulados evocan el azul de las agujas del cronógrafo y destacan la perfecta combinación de movimiento y decoración. Las indicaciones del segundo huso horario, los índices bastón facetados y la minutería ferrocarril, parecen flotar por encima del calibre, lo que incrementa la sensación de profundidad visual.

Jaeger-LeCoultre Chronograph Tribute
Foto: Jaeger-LeCoultre Chronograph Tribute
Jaeger-LeCoultre Chronograph Tribute
Foto: Jaeger-LeCoultre Chronograph Tribute

El Reverso Tribute Chronograph rediseña y reinterpreta el innovador Reverso Chronograph del 96. El modelo anterior fue uno de los seis Reversos especiales, que se desarrollaron en el transcurso de una sola década, siendo cada uno de ellos diseñado en torno a una expresión totalmente inédita de las grandes complicaciones relojeras clásicas. A partir de 1991, tras el 60 cumpleaños del Reverso, estas piezas marcaron un hito en el renacimiento de la relojería mecánica tras la crisis del cuarzo. El movimiento de calibre 829 del Reverso Chronograph, de 1996, no solo fue el primer movimiento de cronógrafo en la caja rectangular de Jaeger-LeCoultre, sino también el primer cronógrafo integrado de cuerda manual y desarrollado desde cero en la era posterior a dicha crisis.

Jaeger-LeCoultre Chronograph Tribute
Foto: Jaeger-LeCoultre Chronograph Tribute
Jaeger-LeCoultre Chronograph Tribute
Foto: Jaeger-LeCoultre Chronograph Tribute

Se añade un nuevo capítulo a la riqueza histórica de los complejos calibres creados y fabricados en el Vallée de Joux, equipado con el nuevo calibre 860, un movimiento cronógrafo de cuerda manual totalmente integrado. Este reloj, diseñado, fabricado y ensamblado íntegramente de forma artesanal, es una respuesta elegante y creativa al desafío de integrar las indicaciones de tiempo circulares del cronógrafo en una caja rectangular, sin perder la claridad y la legibilidad esenciales para esta complicación deportiva. Además, según el concepto de Jaeger-LeCoultre sobre la integridad del producto, un movimiento debe ajustarse a la forma de la caja que lo alberga, por lo que el calibre también debía ser rectangular. Como resultado se crea un diseño de esfera perfectamente equilibrado y distintivo, con un gran segundero de cronógrafo en la parte superior de la esfera que se complementa con un indicador de 30 minutos retrógrados en un arco en la base de la esfera.

Jaeger-LeCoultre Chronograph Tribute
Foto: Jaeger-LeCoultre Chronograph Tribute
Jaeger-LeCoultre Chronograph Tribute
Foto: Jaeger-LeCoultre Chronograph Tribute

Con una frecuencia de 28.800 alternancias por hora, el calibre 860 incorpora un cronógrafo de rueda de pilares con embrague horizontal, elegido en lugar del habitual embrague vertical para reducir el grosor del movimiento. Para visualizar las horas y los minutos, tanto en la esfera delantera como en la trasera, el movimiento acciona dos juegos de agujas que deben moverse en direcciones opuestas para indicar, en ambas caras, la hora de forma correcta en el sentido de las agujas del reloj. Además, ofrece una reserva de marcha de 52 horas, incluso teniendo en cuenta la gran demanda de energía de un cronógrafo retrógrado que combina dos indicaciones horarias. A pesar de esta complejidad, el movimiento rectangular respeta la filosofía de elegancia de Jaeger-LeCoultre y se adapta a una caja de menos de 10 mm de grosor.

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Foto: Jaeger-LeCoultre Chronograph Tribute
Jaeger-LeCoultre Chronograph Tribute
Foto: Jaeger-LeCoultre Chronograph Tribute

Las dos correas que se ofrecen con cada reloj, una característica de la línea Reverso Tribute, cuentan con una hebilla intercambiable para facilitar los cambios de correa. Disponibles en lona y piel, están diseñadas por el célebre fabricante argentino de botas de polo, Casa Fagliano, que añade un toque de sofisticación deportiva, al tiempo que reconecta el Reverso con sus raíces en el mundo de este deporte tan majestuoso.