Los relojes también son para los perfiles más aventureros, para aquellos que llegan a cualquier rincón del planeta desafiando sus capacidades. La innovación y la tecnología más puntera han hecho que los deportistas se apoyen enormemente en sus relojes, que ahora también les pueden medir las pulsaciones o incorporar una brújula. La suiza Tag Heuer, fundada en 1860 en las montañas del país helvético, deja muy patente su depurado estilo en uno de sus últimos diseños. La revolución llegó a la maison con el desarrollo de tecnologías, como su movimiento Solargraph, gracias al cual se retiró el uso de la pila convencional y la energía del sol es la que ejerce de batería.

No es que sea un gran avance dentro de la relojería, porque ya existen accesorios previos con este tipo de mecánica, pero el gran hito es que una marca de relojería tan exclusiva, lo incorpore.


El primer dato que debemos recalcar es que el tiempo de carga de mínimo, por ello, solamente con dos minutos de exposición directa solar, el reloj es capaz de funcionar de forma autónoma 20 horas, sin mencionar que si lo dejas cargando bajo esta exposición, entre 19-21 horas, el dispositivo puede funcionar de forma independiente hasta seis meses.


Los sutiles colores en azul polar de la aguja central del segundero, es una simbólica evocación icónica de las auroras boreales que iluminan las noches del ártico, en la esfera satinada con efectos “rayos del sol” resaltan la estructura de titanio grado 2 y arenado resistente a la presión del reloj.


Tag Heuer Aquaracer Professional 200 Solargraph se presenta en una caja de titanio grado 2 pulidos con chorro de arena de 40 milímetros de diámetro y tan solo utiliza la energía del sol para iluminar los elementos recubiertos con Super-LumiNova, de manera que puede verse perfectamente la hora en la oscuridad, con el cierre desplegable a juego con un estabón de ajuste que combina un estilo atemporal con una fiabilidad asegurada.


El movimiento calibre TH-50-00 ha sido desarrollado en colaboración con la manufactura Le Joux-Perret en La Chaux-de-Fonds (Suiza) en exclusiva para Tag Heuer, con una garantía de cinco años. No necesita cambiar la pila al alimentarse con la fuerza del sol o la luz artificial, siendo suficiente una exposición directa de dos minutos a la luz solar para que tenga energía para todo el día. Con una carga completa (20 horas bajo el sol), el reloj puede funcionar hasta seis meses sin ningún contacto con la luz.


Uno de los relojes más resistentes del mercado y con una versatilidad sin parangón.