Los orígenes de los pequeños mecanismos de muñeca han sido variados y eclécticos, pero la mayoría tiene una denominación en común. En el comienzo de su confección y desarrollo, la producción de relojes y la innovación se concentraba sobre todo en Ginebra. Pronto, el arte relojero se extendió a través de la cordillera del Jura a otras regiones y cuentan las líneas de la historia que, en Neuenburg, hubo familias enteras que, a partir del siglo XVII, se dedicaron al noble arte de la relojería. La producción de relojes de bolsillos Taschenuhren y de herramientas profesionales fue muy importante en la época y, a partir del siglo XVIII, los talleres de Neuenburg fabricaron también relojes de péndulo que compitieron durante algunos decenios con los productos de París. A mediados del siglo XIX, el arte relojero vivió una importante expansión hacia los cantones de Solothurn y Berna, puesto que en 1890, la mitad de los relojes y mecanismos exportados provenía de Saint-Imier. A finales del siglo surgieron nuevas regiones relojeras como el arco del Jura, Schaffhausen y Basilea. Por ese tiempo, el impulso de la relojería suiza fue en crecimiento continuo, hasta surgir marcas que nos hablan de historia. Se podría hablar de muchas, pero una de ellas, con nombre popular, es la que más se reconoce y todo ello, a raíz de una inesperada fusión, hoy descubrimos la historia de Swatch y sus modelos más icónicos.
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El surgimiento de este conocido nombre, tuvo lugar gracias a un invento insólito, por el que la industria relojera suiza consiguió volver nuevamente a la cumbre del mercado mundial. Era el momento de las invenciones y un asesor de empresas decidió crear algo nuevo e inventó un reloj, cuya conceptualización había nacido bajo el uso de un accesorio de moda. El Swatch, el reloj analógico de cuarzo, que combina la alta calidad con un precio democratizado, fue presentado al público por primera vez en 1985, marcando una referencia tan grande que, otras muchas casas replicaron ese reconocido diseño. Sin lugar a duda, la marca salvó al mercado suizo de relojes, disparando un nuevo auge del arte relojero suizo y, décadas después de la crisis, se ha conseguido reestructurar la producción doméstica de relojes y hoy el sector se cuenta entre los más exitosos del mundo.
Bajo el liderazgo de Brandt, presidente de Omega, y a partir de 1955, el de Joseph Reiser, del grupo SSIH, continuó creciendo, creando o absorbiendo alrededor de 50 compañías, entre las que se encontraba Lémania, la cual se encargaba de la fabricación de los calibres cronográficos más famosos de Omega. En el periodo de mediados de los 60 y principios de los 70, se vive la era dorada del grupo, con uno de sus grandes hitos y es que los astronautas llevaron uno de sus referentes, el Speedmaster, a la Luna. En los años 1970, SSIH era el primer productor suizo de relojes y el tercero a nivel mundial. Sin embargo, la crisis de los 70 y, en particular, la invención del reloj de cuarzo por parte de Seiko, hizo que la industria relojera suiza se tambaleara y SIHH acabara embargada por los bancos en 1981. Seiko trató de hacerse con la compañía, pero las conversaciones fracasaron.
Su auge prosiguió de la mano del emprendedor libanés Nicolás G. Hayek que, junto a un grupo de inversores suizos, ocuparon la mayoría de la dirigencia de Swatch durante 1985 en la nueva consolidación del grupo bajo la Sociedad Suiza de Microelectrónica de Relojería, o SMH. Sin embargo, Hayek defendió que la industria relojera suiza podría recuperarse después de una reestructuración de operaciones y un reposicionamiento de las diferentes marcas, lo cual supuso un comienzo para la democratización de un accesorio que estaba al alcance de pocos y poder crear un producto con menos prestaciones, pero con las labores básicas. Posterior a esta idea, cambiaría el nombre de la compañía a Swatch Group.
En la actualidad, Swatch no es solo una marca, sino que es uno de los grupos empresariales más poderosos del planeta. Sus marcas son variadas y la complejidad de las mismas, deducen su exclusividad y el rango de poder adquisitivo del usuario, puesto que engloba, además de la marca propia a la que da nombre, a otras numerosas e históricas firmas de relojes como Omega, Longiness, Tissot, Breguet, Blancpain, Hamilton, Certina o Calvin Klein, entre otras muchas.
En los últimos 37 años, son incontables los artistas contemporáneos de todos los ámbitos que han utilizado sus piezas como lienzo, ya sea para ediciones limitadas o colecciones enteras. Hablamos de nombres como Keith Haring, Alfred Hofkunst, Kiki Picasso, Jeremy Scott, Yoko Ono o Lacroix, entre otros. Otro factor importante es que Swatch siempre ha sabido reinventarse puesto que, en los últimos años, ha hecho una apuesta decidida por la sostenibilidad, utilizando materiales reciclados, siendo la primera marca que produce un reloj en masa hecho con materiales 100% reciclados, por un acertado matrimonio entre la fulgurante modernidad y el clasicismo más puro, que le ha permitido acercarse a generaciones más jovenes.
Muchos habrán tenido un Swatch, seguramente que como primer reloj o por una de sus muchas ediciones limitadas, donde se ha fusionado con el arte y la cultura, en general. Suiza había sido reconocida en todo el mundo como el lugar donde se hicieron relojes de pulsera de alta calidad, pero en la década de 1970, la crisis de cuarzo afectó profundamente a la industria. Los movimientos de cuarzo, llamados también movimientos con batería, prometieron la misma precisión de tiempo a una fracción del costo. Por lo tanto, los movimientos de cuarzo japoneses se volvieron muy populares y ampliamente utilizados, en oposición a los costosos movimientos mecánicos suizos. La industria de la relojería suiza se vio profundamente afectada por este cambio de mercado. Entonces, en 1983, Swatch vino con un nuevo concepto nuevo, que se basaba en un reloj suizo, impulsado por un movimiento de cuarzo, hecho a un precio mundano que, unido a sus diseños, sería el centro de todas las miradas.
Moonwatch
El reloj más buscado de hoy en día. Denominado como el primer reloj que fue a la luna, la marca lo ha replicado este mismo año y, cada mes, lanza un diseño diferentes según el estado de la luna y los meses, por lo que se forman colas por todas sus tiendas del mundo, para todos aquellos fanáticos coleccionistas que anhelen poseer la colección entera.
Flymagic
El Flymagic es el primer Swatch resistente a los campos magnéticos. Su movimiento con la innovadora espiral Nivachron se ha realizado en exclusiva para este reloj. Atentos los devotos de la firma: solo se pondrán a la venta 1.500 piezas.
Swatch X Boa Mistura 2020
Con diseño nacional, en 2018, Swatch entabló una colaboración con estos artistas urbanos españoles. Fue una colaboración puntual, pero el arte urbano cobró una importante vida. Fueron piezas única, por las que los usuarios de la marca decidieron agotarlo. Un concepto urbano que se fusiona con el buen hacer de la relojería.
Swatch x 007
La franquicia Bond se encuentra en el top 10 de las más rentables de la historia. Esta colaboración, entre los británicos y la casa suiza, incluía 6 modelos que imprimen los códigos cromáticos y el espíritu de algunos de los títulos más icónicos de la franquicia: ‘Agente 007 contra el Dr. No’, ‘007 al servicio de su Majestad’, ‘Moonraker’, ‘Licencia para matar’, ‘Casino Royale’ y ‘El mundo nunca es suficiente’. Además, también puedes hacerte con una réplica exacta del modelo que el villano ‘Q’, de la última superproducción, que ata a su muñeca en ‘Sin tiempo para morir’ (limitada 7.007 unidades). Este modelo, que pertenece a la familia Skin Irony, aúna la estética propia de un gadget moderno, con una esfera en formato esqueleto que deja ver una pieza de cuarzo en movimiento y sobre el sentido de la tradición, ofreciendo elegancia gracias a su correa de piel marrón con estampado de tartán.
Swatch Swiss Autoquartz
Uno de los iconos de Swatch de los años 80. Con el auge de las correas de colores para aportar un color diferentes sobre lo clásico, encontramos que la esfera está construida sobre un movimiento ladeado que no la fija en su posición estándar, como puede pasar con otros modelos. En este caso, la innovación de los 80 estaba servida, ya que era un diseño que no se vio y que cambiaba las normas de la relojería.
Swatch Vintage Story
Swatch Vintage Story, reeditó tres relojes que causaron sensación en la década de los 80. Las piezas, inspiradas en sus famosos predecesores vintage, presentan diseños extravagantes que datan de entonces, pero actualizados con toques e innovaciones de tintes futuristas. Empezando por el modelo SIR SWATCH hizo su aparición en 1986 y ahora está de vuelta como SIR SWATCH19. El New Gent cuenta con una correa verde a las 12 y una roja a las 6. La esfera tiene un escudo de armas especial en la parte derecha y rayas azules en la izquierda.