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Gemma Grau: «Desde fundir el oro hasta engastar los diamantes, cada joya nace en nuestro taller»

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  • jimena inda
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Desde crecer rodeada del proceso artesanal en casa hasta ver sus joyas lucir en escaparates de alto nivel, Gemma Grau nos invita a descubrir su historia, un relato que combina pasión, tradición y una visión creativa única. Su trayecto profesional está profundamente marcado por las raíces familiares y un respeto genuino por el oficio que aprendió desde niña.

Gemma explica que todo comenzó en un pequeño taller situado en un pueblo de pescadores, donde su padre estaba al frente, mientras que su madre contribuía con el diseño de las piezas. «Salíamos de la escuela, íbamos a la tienda y ahí seguíamos con las tablas de matemáticas mientras veíamos cómo trabajaban», recuerda. Aquellos momentos quedaron grabados en su memoria, junto con los valores que imperaban en la familia: «Eran muy familiares en aquel momento y respecto al oficio, había que ser muy honestos y cuidar mucho al cliente».

Gemma Grau: «Desde fundir el oro hasta engastar los diamantes, cada joya nace en nuestro taller»
Gemma Grau. (Foto: Grau)

«Los procesos se hacen todos en casa; compramos el oro y lo fundimos. Las piedras de diamantes vienen de fuera y las de color, muchas desde Asia»

Más allá del brillo que luce cada joya, Gemma nos invita a mirar el camino íntimo que cada pieza recorre antes de nacer. «El origen de lo que ya vemos terminado es lo que para nosotros tiene tanto valor» afirma. Sus estudios en gemología han sido clave para comprender a fondo el mundo de las piedras preciosas. «Los procesos se hacen todos en casa; compramos el oro y lo fundimos. Las piedras de diamantes vienen de fuera y las de color, muchas desde Asia”, señala, aunque destaca que es el trabajo de los artesanos del taller el que aporta el toque final y da vida a cada joya.

Su formación la llevó hasta Bangkok, un epicentro internacional en el comercio de piedras de color. «Allí existe un comercio muy importante en torno a ellas. Teníamos acceso a una gran biblioteca de piedras, lo que me permitió profundizar en su conocimiento. Después, investigué su origen y busqué proveedores para poder adquirir materiales y transformarlos en joyas directamente en nuestro taller», detalla Gemma.

Gemma Grau: «Desde fundir el oro hasta engastar los diamantes, cada joya nace en nuestro taller»
(Foto: Grau)

El camino no ha sido fácil, pero sí gratificante. Después de mucho esfuerzo, Gemma habla con entusiasmo del reconocimiento que recibió el 23 de octubre en el evento Relojes y Joyas organizado por La Vanguardia. Para ella, este premio fue una confirmación del trabajo bien hecho y un valioso gesto de reconocimiento externo que les hizo sentirse vistos y valorados. También menciona que su relación con las prestigiosas marcas Rolex y Cartier nace de compartir valores y visión.

«Mi hermano es el director creativo del taller; él está siempre en su mesa con diamantes y piedras de color, dando trabajo continuo a los joyeros»

En el mundo de la joyería, al igual que en la moda, existen piezas que trascienden el tiempo y otras que responden a modas pasajeras. Gemma reafirma esta idea al hablar de tres de sus colecciones más atemporales y esenciales: Cosmos, Aura y Good Mood. A estas se suma Dormilonas, su línea clásica de diamantes, que celebra una elegancia discreta y duradera.

Dentro de su universo creativo, los anillos ocupan un lugar especialmente significativo. Para Gemma, los anillos son mucho más que un accesorio: representan una forma de expresión profundamente personal. Destaca la importancia de que la compradora «los puede ver» y añade que eso «es como un extra que te hace ilusión». Ese momento de elección, casi instintivo, es parte esencial del proceso, porque cada anillo está concebido para ser único y portar un significado especial para quien lo lleva.

Joyas, anillos
(Foto: Grau)

El taller está en constante movimiento creativo. «Mi hermano es el director creativo del taller; él está siempre en su mesa con diamantes y piedras de color, dando trabajo continuo a los joyeros y entregándoles nuevos diseños», explica Gemma. Así, además de completar las colecciones propias, se crean piezas exclusivas para clientes con intereses concretos. Las tiendas mantienen siempre sus colecciones, ya que la fabricación es continua y constante.

Por eso, Gemma ha desarrollado colecciones muy amplias que combinan distintos materiales, gemas y diseños, ofreciendo desde modelos básicos hasta piezas únicas e irrepetibles. La exclusividad es un pilar esencial en su propuesta, ya que muchas mujeres encuentran en sus anillos una forma de llevar algo que nadie más posee. Además, Gemma ofrece un proceso de personalización que comienza con la elección de la piedra —desde esmeraldas hasta zafiros, rubíes o turquesas— y culmina en un diseño hecho a medida. Como ella misma explica: «Escoge la piedra y, a partir de allí, se hace un diseño». Así, cada anillo se convierte en una joya íntima, diseñada para reflejar la esencia de quien lo lleva.

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(Foto: Grau)

«La ilusión es seguir y no parar, somos bastantes y gracias a todo el equipo podemos seguir»

De cara a las próximas creaciones, Gemma transmite un entusiasmo contagioso y un fuerte compromiso: «La ilusión es seguir y no parar, somos bastantes y gracias a todo el equipo podemos seguir». Con una mirada cargada de emoción, nos comparte que su intención es «acercarse a esos corazones y a esas personas que tienen esos momentos para compartir, para disfrutarlos y para regalarse». Además, añade que también crean para esa mujer que hoy en día decide regalarse a sí misma, reafirmando así la joyería como un acto de amor propio y celebración personal.