Consejos para comprar tu primera joya vintage y acertar
Las joyas vintage son tesoros que cuentan historias y representan la elegancia de épocas pasadas. Al comprar una joya vintage, te sumerges en un mundo de artesanía y diseño atemporal. Es tan especial como invertir en una joya autobiográfica. Sin embargo, para hacer una buena compra de joyería antigua y que se ajuste al binomio calidad-precio, es importante tener en cuenta algunas claves esenciales, tanto como saber después cómo cuidarla.
Pilar Lobato, fundadora de Joyas Antiguas Sardinero, nos da los mejores consejos para acertar en la adquisición de una joya vintage, y el primero de ellos es que antes de aventurarte en la búsqueda, has de fijarte un presupuesto realista. Las joyas antiguas varían en precio según la rareza, la calidad y la demanda.
Las joyas del siglo XVIII siempre tienen un valor en alza
Una de las razones por las que las joyas vintage están ahora mismo en tendencia es por sus diseños únicos, adornados de piedras preciosas, y fabricados con un cuidado especial. La experta Pilar Lobato nos explica que «las joyas del siglo XVIII son las más escasas, la orfebrería es siempre manual con diamantes propios de la época facetados con pocas caras y tiene un trabajo de belleza excepcional. Y por tanto, al ser mucho más escasas, su valor está siempre en alza.
Pilar señala, además, que en los últimos años ha habido un boom de las joyas de los años 80 que «viene sobre todo orquestado por la gente más joven, que ha comenzado a usar las joyas que usaban sus abuelas o bisabuelas, sintiéndose identificadas con este estilo».
No te dejes llevar solo por la primera impresión
La compra de una joya vintage suele ser emocional, pero antes de decidirte, la fundadora de Joyas Antiguas Sardinero aconseja no dejarte solo llevar por un impulso, sino que debes «centrarte en algo que realmente te vayas a poner».
Si es posible, prueba la joya antes de comprarla, asegúrate de que te queda bien y que te sientes cómoda con ella. Algunas piezas vintage pueden tener tallas poco convencionales, así que ten en cuenta posibles ajustes necesarios.
Un diamante es para siempre
«La piedra preciosa más buscada sigue siendo el diamante natural en talla brillante, aunque las distintas tallas como la esmeralda, princesa o navette también son muy deseadas’, puntualiza Pilar Lobato y añade que es mejor comprar «un buen brillante en solitario, aunque sea pequeño, que muchos diamantes pequeños».
Compra solo en lugares de confianza
Elige fuentes fiables para comprar joyas vintage, como tiendas especializadas, subastas reconocidas o vendedores con buenas críticas y reputación. Evita transacciones impulsivas en mercados poco conocidos o vendedores sin historial verificable.
«Sigue llamándome la atención que haya comercios en los que no se da un certificado o factura, con las especificaciones técnicas de la pieza, diferenciando, si es época o estilo, explicando la cantidad de quilates y calidades de los mismos. Esto nos lleva a errores y a pensar que nuestra pieza era algo que realmente no es», dice la experta en joyas vintage.
Pregunta sobre la historia de la pieza, su origen
Es fundamental asegurarte de que la joya sea auténtica y que tengas información de dónde viene. Pregunta sobre la historia de la pieza, su origen, antigüedad y cualquier documentación que la respalde. Los certificados de autenticidad y las evaluaciones de expertos son un valor añadido.
Pilar recuerda la historia de una joya, «un collar que preparó un grande de España hace diez años para regalar a la Reina Victoria Eugenia de Battenberg… era de diamantes, con esmeraldas y se presentaba en la caja original con el sello de la corona de España».
Comprueba su estado
El estado de conservación es fundamental. Examina cuidadosamente la joya en busca de signos de desgaste, daños o reparaciones. Algunos desgastes pueden ser aceptables en piezas antiguas, pero debes estar seguro de lo que estás comprando.
«Comprar joyas siempre es una buena inversión, ¡y si son vintage creó que mejor!», resalta Pilar y concluye que «casi siempre podemos recuperar nuestra inversión, o minimizar las pérdidas. En muchos casos, si el tiempo es prolongado, la regularización es muy alta.
