Con una herencia y un histórico visible, es bien sabido que la Familia Real británica es muy usuaria de dos de las marcas de vehículos con etiqueta británica. Esta tradición la comenzó a crear la Reina Isabel II, puesto que era partidaria del confort y de los vehículos rápidos. Se le ha visto usar mucho los diferentes diseños de Range Rover, pero la Casa Real británica siempre ha sentido debilidad por otra marca. Con la sostenibilidad presente, el Rey Carlos III adquirió un Jaguar completamente eléctrico y que va a salir a subasta.
Está claro que el actual Rey de Inglaterra ha heredado el exquisito gusto de su madre y su forma de moverse es bastante selecta. Uno de los coches con los que se le ha visto de forma habitual, ha sido un coche eléctrico. Hay una cosa que es innegable y es que, de vez en cuando, hace cambios de modelo y, los que descarta, salen a subasta. Un ejemplo es este I-Pace que, con la mayor de las discreciones, sirvió como su vehículo personal y transporte en varios actos oficiales mientras aún era príncipe, entre 2018 y 2020.
Su primer coche eléctrico
Sí que es verdad que no se le ha visto en muchas ocasiones con el mismo, motivo por el que el pasado 2 de marzo salió a subasta en el evento que Historics Auctioneers organizó en el hipódromo de Ascot. Aunque muchos piensen que es uno más, no es así, puesto que fue el primer vehículo eléctrico que se incorporó a la flota de la familia real británica y todo fue porque el Rey Carlos III está muy concienciado con el medio ambiente.
Siendo archiconocidas las especificaciones y bondades del Jaguar I-Pace, lo curioso de esta historia es cómo se descubrió la identidad de su distinguido primer propietario. Según consta en la ficha del coche en la web de Historics Auctioneers, este I-Pace EV400 HSE fue suministrado por la marca directamente a la casa real en septiembre de 2018, exclusivamente para el uso personal de Carlos III. Cuando llegó, lo único que mandó cambiar fue el color, a su tonalidad favorita de la paleta de Jaguar, el Loire Blue, lo cual hace que este vehículo sea exclusivo.
Vehículo de uso personal
El actual rey ha usado bastante el vehículo, sobre todo cuando iba acompañado de Camila Parker y, a veces, por otros miembros de la familia real. Al final, en diciembre de 2020, el vehículo regresó a Jaguar con tan sólo 4.828 km en el marcador. El I-Pace fue el coche de ocasión ideal para una mujer de Oxfordshire, quien lo adquirió en su concesionario Jaguar local. Tras realizarle más de 48.280 km por su cuenta, se planteó revenderlo. Y fue ahí, cuando se puso a preparar la venta, cuando descubrió que había pertenecido a Carlos III.
Con 56.327 km recorridos y un precio final estimado de más de 80.000 euros, esta máquina, que se caracteriza por el felino que la firma, busca un tercer dueño, aunque nunca será comparable al rey que dirigió sus primeros kilómetros.