Porsche y su modelo eléctrico con el que sueña batir récords de velocidad
En la línea de Rimac con Nevera, que alcanzó el título de coche más rápido del mundo hasta que se lo arrebató el superdeportivo híbrido de Koenigsegg, Porsche presenta su prototipo de superdeportivo eléctrico. Bautizado como Mission X, la marca pretende desarrollar la máquina de cuatro ruedas más potente con el fin de batir récords de velocidad en el famoso circuito Nordschheife de Nürburningse. Para su creación, se ha inspirado en el diseño de Porsche Carrera GT y 918 Spyder con puertas tipo ala de mariposa y un diseño que recuerda a las cabinas de aviones de combate. Te mostramos cómo es por fuera y dentro.
Mission X es un proyecto innovador que combina la pasión por la tecnología y la movilidad sostenible. A través de esta iniciativa, Porsche afronta el reto de desarrollar vehículos eléctricos de alto rendimiento y soluciones de movilidad avanzadas.
El objetivo principal de Mission X Porsche es impulsar la transición hacia la movilidad eléctrica y contribuir a un futuro más sostenible, a la vez que demuestra que los coches eléctricos pueden ser tanto o más potentes que los que van equipados con motores de gasolina. «Esto se basa en su relación potencia-peso 1:1, propulsión eléctrica de alto rendimiento y valores extremos de carga aerodinámica«, señalan los responsables de la marca.
Cúpula de cristal con ‘exoesqueleto’
Inspirado en la cabina de un avión, el prototipo biplaza presenta una cúpula de vidrio con un exoesqueleto de carbono que abarca los dos ocupantes.
El parabrisas también sobresale en el diseño, pues este ofrece mayor visibilidad en curvas cerradas y una sensación de espació más abierto. Su diseño interior está centrado en el conductor, incluida la pantalla curva.
«Carrocería plana, estilo escultural, diseño cerrado… Mission X es a la vez innovador y característico de Porsche».
Para el prototipo han apostado por puertas tipo ala de mariposa, un concepto que también se usó en el icónico Porsche 917. Asimismo, la forma vertical de la base de los faros recuerdan a los clásicos de competición, Porsche 906 y 908.
El alerón se adapta a las necesidades y es extensible a la estructura de soporte de las luces traseras con el fin de alcanzar una carga aerodinámica óptima.