Es inevitable retroceder en el tiempo al contemplar este barco de 1931, cuando viajar era un privilegio. Marala, que así es como se llama esta histórica embarcación, es testigo de la edad dorada y se adentró, a lo largo de los años, en las profundas aguas llevando a bordo a Salvador Dalí, Frank Sinatra y hasta la princesa Alexandra de Kent. Un yate histórico con un pasado tan fascinante no podía morir en el olvido, y el prestigioso estudio de diseño Muza Lab ha sido el encargado de su restauración, respetando la esencia original. Descubrimos la historia del barco y os mostramos su gran belleza actual.
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Montague Stanley Napier, fabricante inglés de motores de vehículos y aviones, era un gran apasionado de la navegación y encargó al astillero Camper & Nicholson la creación de un yate de diseño Art Deco, característico de los años 20, y de casi 60 metros de eslora, al que llamó Marala. Sin embargo, no llegó a estrenarlo, pues falleció antes de que el astillero lo finalizara en 1931.
Al servicio de la Royal Navy durante la IIGM
Camper & Nicholson lo puso a la venta y fue adquirido por el magnate aeronáutico Charles Richard Fairey quien, con la llegada de la II Guerra Mundial, cedió la embarcación a la Royal Navy. Fue transformado y armado para combatir y para ello se instaló en la cubierta varios cañones antiaéreos.
Tras la guerra, la Royal Navy le devolvió a Richard Fairey su yate y desde entonces, hasta llegar a la actualidad, ha pasado por cuatro propietarios más, entre ellos María Gabriela de Saboya y su marido, Robert de Balkany.
Revitalizando el pasado
Guiados por los archivos del Museo Marítimo Nacional Británico y las fotos de familias de marineros navales que llevó durante su servicio, el estudio de diseño ha revitalizado el espíritu de del barco de la década de los años 30.
«Nos adentramos en su pasado e interrogamos su carácter, hasta que nos dijo todo lo que pudo», dice «, señala Nathan Hutchins, cofundador del estudio de diseño Muza Lab, para explicar que con las leyendas, las peculiaridades y la artesanía original del barco han hecho renacer a Marala.
Los documentos que consultaron en el Museo Marítimo detallaba todos los aspectos de Marala, desde el diseño exterior, como el interior. Especificando incluso la decoración textil y el mobiliario.
Hoy en día luce tan hermoso como en aquellos años, donde las reminiscencias Art Decó lucían en todo su esplendor. Por supuesto, también cuenta con las comodidades y tecnología de última generación, todo bien camuflado para no perder su herencia histórica.
Cada camarote tiene referencias a su pasado, con detalles que recuerdan a sus anteriores propietarios e incluso a su etapa como barco de guerra.
Marala puede acoger hasta doce invitados en sus seis camarotes. «Han sido diseñados con suelos en blanco y negro Art Decó, techos de alto brillo, ricos paneles de madera iluminados, y tampoco faltan obras de arte colocadas de manera estratégica». La suite del propietario se encuentra en la cubierta superior y dispone de un amplio cuarto de baño y vestidor. Destaca por sus maderas lacadas, ventanas de latón y un panel oriental.
Entrar al salón principal de Marala es retroceder en el tiempo. «El glamour al estilo Gatsby se respira en cada rincón, sobre todo en el salón principal con su tragaluz tenue y chimenea».
Disponible para volver a navegar
Tras dos años de remodelación llevado a cabo por el astillero Pendennis, el yate histórico a motor de 58,83 metros de eslora se puede alquilar para, de nuevo, surcar los mares.