El mundo del motor no hace más que superarse a sí mismo y las casas más prestigiosas siempre suben un escalafón y demuestran que no existe ningún límite. La innovación sobre los vehículos más exclusivos se une a esa atribución de prestigio, ese momento cuando una casa desarrolla su creatividad y su ausencia de límites se transforma en un hito de lo más estético. Aunque tierras italianas vieran nacer a su fundador, Bugatti se afinca en tierras francesas, lugar donde darán sentido a la palabra exclusividad. Sí, hablamos de la nueva creación de esta marca, cuyo nombre retumba en el universo del motor y se ha convertido en la mejor aliada de todos aquellos clientes acaudalados que siempre quieren más. Su último diseño se halla bajo el nombre de Bugatti Chiron Super Sport Golden Era, una realidad plasmada sobre un lienzo dorado capaz de superar los 400 km/h y que ha sido el resultado de un trabajo de dos años.
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En esta ocasión, la historia se torna en una anécdota curiosa, puesto que un coleccionista anónimo de Bugatti, amante de la historia de la marca y del icónico motor W16, con 8.0 litros de cilindrada y 1.600 CV, presentó al fabricante su visión de cómo sería el Chiron Super Sport perfecto para él. Tras ello, el equipo de diseño se puso manos a la obra y mandó una serie de propuestas a este cliente para encontrar el diseño buscado. Tras dos años de duro trabajo, el proceso contó con una presencia constante de este cliente y diseñador, para que el proyecto cobrara vida palpable. “Ha sido uno de los proyectos más desafiantes que Bugatti ha emprendido jamás”, ha explicado la marca en un comunicado. Ahora, este Chiron Supersport Golden Era ya ha sido entregado a su desconocido propietario en el Monterey Car Week, que abrió sus puertas de 11 al 20 de agosto.
Sus características están muy definidas, puesto que plasman, en la carrocería, la historia de la propia marca. En el lado del pasajero hay 26 bocetos, originales, dibujados a mano, que revelan modelos únicos de la marca como el Type 41 Royale o el Type 57 SC Atlantic y en el lado del conductor, los bocetos se reducen a 19 y se centran en el renacimiento y éxito de Bugatti desde 1987, con modelos como el EB110, el Veyron o el propio Chiron. No puede faltar esa representación de los 3.712 componentes que se unen para crear el propulsor W16, como colofón a este homenaje.
Bien mencionábamos que este proceso tuvo dos años de recorrido y, contándolo en horas, 400 fueron las necesarias, sabiendo siempre que los contratiempos surgen. Al principio quisieron usar lápices para desarrollar el proyecto, pero vieron que la calidad del mismo era baja y, por ello, buscaron unos bolis especiales para desarrollarlo y plasmar así los 100 años de Bugatti. Además, para que la celebración sea totalmente inmersiva, no hace falta imaginarse los interiores, puesto que también se encuentran plasmados sobre el arte exterior. A su vez, en los umbrales, aparecen las fechas 1909-1956 y 1987-2023, que hacen referencia a estas dos etapas de la marca.
Esta no fue una labor normal de producción, sino que la creatividad de los clientes también puede sobrar vida y, según afirman desde la marca, este Bugatti Chiron Super Sport Golden Era ha sido uno de los retos más grandes que ha asumido la marca, puesto que a pesar de que estén acostumbrados a hacer uno o dos vehículos custom al año, la visión y la exigencia de este ha escalado a otro nivel.
