Think Pink, el Ribera del Duero seleccionado mejor rosado de España
En verano dejamos de lado el vino tinto para centrarnos en el blanco y el rosado. Precisamente, es de este último del que vamos a hablarte hoy. Un vino que ha sido elegido mejor rosado de España: 100% tempranillo, de color rosa intenso, con ribetes violáceos, limpios y brillantes. ¿Su nombre? Think Pink, y acaba de conquistar el XVIII Concurso Nacional de Vinos de Bodegas Cooperativas.
Participaban más de 440 vinos, y Think Pink, el rosado de Bodegas Vilano, ha sido elegido el mejor de todos, un premio que llena de orgullo a sus dueños, que trabajan temporada tras temporada para conseguir el mejor producto. Desiderio Sastre, director general de Bodegas Vilano, destacó la elaboración basada el la tradición, fruto de una búsqueda incesante de la excelencia, ya que realizan una vendimia y selección manual de los racimos.
Sobre el vino, tiene una nariz muy afrutada e intensa con reminiscencias de frutas del bosque (especialmente fresa, frambuesa y arándanos). Destaca su toque ligero de notas florales (sobre todo de violetas), su frescor y su armonía, que lo hacen excelente, a la altura de los mejores vinos de la Provenza Francesa.
Desde que saliera al mercado por primera vez, ha sido galardonado como el Mejor rosado del mundo en prestigiosos concursos como el Mundial de rosados en Bordeaux Le Mondial du Rosé, Vintage 2015.
Sobre la bodega
Vilano, en plena Ribera del Duero, es el sabor de la tierra, de las uvas más selectas; el fruto de la búsqueda incesante de la excelencia. Tras ella, un equipo humano trabaja día a día para mantener viva su tradición con esfuerzo, conocimiento y pasión. La bodega mezcla las últimas técnicas de tecnología e ideas transformadoras con tradición, para crear vinos únicos que están sorprendiendo a nivel internacional.
Con sus más de 250 hectáreas de viñedo en Pedrosa del Duero (Burgos), tiene una producción anual de 1,4 millones de kilos de uva de alta calidad.
El origen de Bodegas Vilano es también el de Ribera del Duero. Nacida 30 años antes de la creación de la denominación en 1982, la bodega, aplicando las técnicas de viticultura tradicionales, recogiendo viñedos familiares de principios del s. XX, elaboró su primer vino con la intención de dejar huella. Hoy continúa trabajando con sus lemas de tradición y excelencia.