Entre el cielo y la Tierra se encuentran algunos de los hoteles más espectaculares de España. Hablamos de Cap Rocat, Hacienda na Xamena, Zafiro Palace, Puntagrande y Parador de Ronda. Todos ellos se ubican en lo alto de un acantilado, desfiladero, montañas… y te invitan a experimentar lo que es estar en la cima del mundo. Con impresionantes vistas y todo tipo de comodidades, ofrecen una experiencia única donde la arquitectura se fusiona con la naturaleza en un escenario que hasta el mismísimo Stendhal amaría. A tan solo un mes de Semana Santa, toma nota de estos cinco hoteles, pues descansar en ellos es lo más parecido al paraíso.
Situados en lugares estratégicos al borde de precipicios, estos hoteles proporcionan vistas panorámicas espectaculares y una sensación de estar suspendidos en el aire. Desde destinos exóticos hasta rincones remotos dentro de nuestra geografía, estos hoteles ofrecen una escapa inolvidable esta Semana Santa.
Cap Rocat, Mallorca
Hace un par de años que este hotel abrió sus puertas tras una reforma integral. Se trata de una antigua fortaleza militar de Cap Enderrocat, al borde del mar y en medio de una reserva natural de 30 hectáreas.
Responsables del establecimientos nos explican que su restauración fue todo un desafío pues «se trataba de transformar las instalaciones al uso de hotel y cumplir con las estrictas regulaciones de un edificio declarado Bien de Interés Cultural y catalogado como Monumento Nacional. El proyecto fue llevado a cabo por el arquitecto Antonio Obrador y fue reconocido con el premio Europa Nostra. Con semejante carta de presentación, puedes hacerte una idea de lo impresionante que es atravesar sus puertas y asomarte por uno de sus balcones. Un lugar inmejorable para Semana Santa.
Mención especial se merece el spa, se encuentra en los antiguos depósitos de agua y tiene una piscina salada a 12 metros bajo el nivel del mar. La experiencia la llaman el viaje de los sentidos, así que ya puedes hacerte una idea de lo que te espera.
Zafiro Palace Andratx, Mallorca
Situado en lo alto de Camp de Mar, este exclusivo hotel fue diseñado y construido por la familia Plomer. Se encuentra en una de las zonas más hermosas de Mallorca, rodeado por las montañas de la Sierra Tramuntana, con vistas al mar y a la Bahía. Entre sus grandes atractivos, encontramos las suits de la azotea, que disponen piscinas privadas. Si ya de por sí el hotel cuenta con vistas de altura, desde aquí mucho más.
Hacienda na Xamena, Ibiza
En otra de las islas más mágicas del Mediterráneo encontramos este hotel que vuelve a abrir sus puertas esta primavera. Está rodeado de un bosque de pinos y sabinas en el pueblo de Sant Miquel de Balansat. Sobre un escarpado acantilado, con increíbles vistas al mar, este hotel es el sueño hecho realidad de Alvar Lipszyc y su familia. Su dueño recuerda que descubrieron este lugar en los 60, año en el que compraron el terreno y crearon una urbanización. «Tuvimos que traer electricidad desde la ciudad de Eivissa».
A principios de la década de los 70 abrieron las puertas del hotel, convirtiéndose en el primer cinco estrellas de Ibiza. ¿Qué le hace diferente hoy en día de los demás? Alvar lo explica: «Es mucho más que un hotel, es un destino al borde del mar», de hecho tiene acceso directo a la playa.
Hotel Puntagrande, El Hierro
Este es el hotel más pequeño del mundo, con tan sólo tres habitaciones. A principios de año iba a cerrar sus puertas, pero el cariño y el apoyo de los vecinos de la isla han motivado a sus dueños, David y Paula, a seguir adelante. Es declarado Bien de Interés Cultural y se encuentra en un saliente rocoso de la isla de El Hierro.
Sus 600 m2 le hicieron ganar en 1987 el récord Guinnes de hotel más pequeño del mundo. Las tres habitaciones cuentan con vistas al mar desde donde sentir la fuerza del mar y escuchar cómo las olas azotan las rocas bajo tus pies.
Parador de Ronda, Málaga
En esta selección de hoteles en acantilados para Semana Santa no podía faltar uno de interior, en un lugar con una fuerte tradición durante la Semana Santa, donde las procesiones son el alma de ciudad.
Sobre un impactante desfiladero se encuentra Ronda, una ciudad al este de Málaga declarada Interés Cultural en 1966. El parador, antigua Casa Consistorial, se sitúa en pleno corazón, junto al emblemático Puente Nuevo por lo que ofrece unas vistas de ensueño del río Guadalevín.
Una conexión íntima con la naturaleza para disfrutar de la serenidad del entorno mientras te relajas en sus instalaciones o exploras sus alrededores. Ronda cuenta con monumentos de gran interés cultural y grandes tradiciones en Semana Santa. Sin duda, un destino de lo más apetecible para estas vacaciones.
