Al este de Madagascar, situada en medio del océano Índico, Isla Mauricio es un destino que enamora desde el primer instante. Con playas de arena blanca, aguas turquesas, una cultura vibrante y una rica oferta gastronómica, esta isla volcánica ofrece al viajero una experiencia única durante todo el año. Aunque el clima es cálido y tropical, conviene saber que el invierno en Mauricio va de junio a septiembre, con temperaturas suaves entre los 20 y 26°C. Es la época ideal para explorar sin el agobio del calor. Isla Mauricio es un lugar que invita a reconectar con la naturaleza, con uno mismo y con culturas fascinantes. Ya sea paseando por pueblos pesqueros, degustando platos únicos, explorando monumentos históricos o descansando en resorts de ensueño… Si estás pensando en unas vacaciones diferentes, lejos de lo habitual, te traemos las mejores recomendaciones para descubrir Isla Mauricio.

- Tiago Moraes, director del mágico Belmond Sudáfrica: «Fue el primer hotel de lujo en toda África»
- El nuevo capricho de los ricos: ir de safari a esta reserva privada en Sudáfrica
¿Cómo llegar? Vuelos directos desde Madrid
Llegar a este pequeño paraíso desde España nunca ha sido tan sencillo. World2Fly ofrece vuelos directos desde Madrid (MAD) hasta Isla Mauricio (MRU) todos los martes, con una duración aproximada de 10:30 h a 11 h. Esta ruta está disponible desde el 24 de junio hasta finales de septiembre.
Los vuelos operan en aviones Airbus A350-900, con capacidad para 432 pasajeros y un sistema de entretenimiento digital a bordo con películas, series y música. Los precios parten desde 360 € por trayecto, aunque varían según la disponibilidad.

Cultura y patrimonio: alma multicolor
En Isla Mauricio conviven armoniosamente hindúes, criollos, chinos, europeos y musulmanes. Esta diversidad se refleja en su idioma (se habla criollo, inglés y francés), en sus tradiciones y, por supuesto, en sus monumentos. No puedes perderte:
-
La Tierra de los Siete Colores: Una atracción turística natural muy próxima al pueblo de Chamarel. El paisaje está formado por infinidad de dunas de arena de diferentes colores en medio de un frondoso bosque.
- Cascada de Charamel: La más alta de la isla con una caída de 100 metros de altitud que se precipita con una fuerza abrumadora en una maravillosa piscina.

-
Grand Bassin: El lago sagrado hindú, rodeado de estatuas monumentales, es un lugar de peregrinación y espiritualidad.
-
Jardín Botánico de Pamplemousses: Un paseo por sus senderos es como adentrarse en otro mundo, con especies tropicales de todo el planeta.
-
Le Morne Brabant: Esta impresionante montaña, también declarada Patrimonio de la Humanidad, simboliza la resistencia de los esclavos que escaparon en tiempos coloniales.
-
Kaylasson Temple: Situado en St Croix, en los suburbios del norte de Port Louis, es el templo más antiguo de Isla Mauricio. Destaca visualmente por ser muy barroco y colorido.

- Port Louis: la capital: Pasear por el corazón del centro histórico es impresionante por la mezcla de arquitecturas. Sin embargo, lo más auténtico está en su mercado central de productos frescos que nos regala una explosión de colores, sabores y olores, y esa ventana abierta a la vida cotidiana que tanto nos gusta observar.

Gastronomía: sabores que mezclan el mundo
La cocina mauriciana es una fusión irresistible de sabores indios, africanos, franceses y chinos. Durante mi estancia, estos fueron algunos de los platos que más me sorprendieron:
-
Dholl puri: Una especie de crêpe rellena de lentejas, servida con curry y chutneys. Puedes probarla en cualquier mercado local por apenas 1-2 €.

-
Roti: Una tortillita que se parece a los naam o panes hindús, pero más finos. Se rellena con carne, pescado o vegetales y todo tipo de especias.

- Noodles de pollo: Un plato de noodles con pollo, verduras y salsa de soja, típico de la cocina china local.

-
Chen Yen Yen: Deliciosos bocados fritos de lenteja y chile, perfectos como snack.

Un día en la Isla de los Ciervos
Uno de los días más memorables fue mi visita a la famosa Isla de los Ciervos, en la costa este. Tras un corto trayecto en barco podrás disfrutar de este paraíso de aguas cristalinas y arena blanca. La isla ofrece playas privadas ideales para relajarse, zonas para practicar snorkel y deportes acuáticos, y un exclusivo campo de golf de 18 hoyos, diseñado por Bernhard Langer y llamado Ile Aux Cerfs Golf Club.

Alojamientos: lujo, confort y hospitalidad
Para disfrutar de unas vacaciones de lujo con todo tipo de comodidades, el grupo Sunlife es excepcional. Combina elegancia, sostenibilidad y servicio de alta gama en enclaves espectaculares. A continuación os damos dos opciones de resorts, ambos con personal cálido y atento, y una oferta gastronómica deliciosa, pero con ubicaciones diferentes.
Long Beach (Este de la isla)
Situado en la parte oriental de la isla, este resort de lujo frente al mar es ideal para quienes buscan paz, buen diseño y acceso directo a Isla de los Ciervos. Es cierto que esta zona de la isla recibe más viento, sobre todo en invierno, pero lejos de ser incómodo,es refrescante y agradable, especialmente para quienes disfrutan del deporte y las caminatas frente al mar.

Las 255 habitaciones y suites de Long Beach cuentan con vistas al mar y acceso directo a la playa o a los exuberantes jardines tropicales. Su gastronomía es de lo más completa, puesto que ofrecen cinco restaurantes: Tides (japonés), Hasu (sabores del mundo), Sapori (italiano), Chopsticks (asiático) y Le Marché (buffet).

Además, cuenta con un spa galardonado como Mejor Spa de Lujo en el Océano Índico. Y es que lleva el concepto de relajación a otro nivel. Además, los cosméticos empleados son de su propia marca Glow, elaborados con las plantas que ellos mismos cultivan en el resort.
Sugar Beach (Oeste de la isla)
Muy cerca del resort Sugar Beach se encuentra una discreta villa perteneciente a Estefanía de Mónaco. La princesa eligió este rincón del Índico como refugio privado, atraída por la tranquilidad, la privacidad y la belleza natural de la zona.

Este resort es sencillamente un paraíso junto al océano, con arquitectura colonial, jardines tropicales y una playa infinita de aguas tranquilas. Tiene un total de 238 habitaciones y suites. Es el lugar ideal para ver atardeceres inolvidables, practicar paddle surf o simplemente dejarse mimar. El oeste de la isla suele tener mejor clima y menos viento, lo que lo hace perfecto para familias o parejas.

Sugar Beach cuenta con una variada oferta culinaria, distribuida en espacios que combinan cocina internacional y productos locales de alta calidad. Cada restaurante ofrece una experiencia distinta: Le Patio (buffet internacional y cenas temáticas), Buddha-Bar Beach (cocina mediterránea con fusión asiática), Citronella’s Beach Lounge Restaurant (cocina italiana) y La Brasserie (cafetería y tapas).
El complejo ofrece un centro de fitness de 300 m2, con un área específica de artes marciales y clases de baile, para aquellos que quieran mantenerse activos durante sus vacaciones. Además, ofrece la posibilidad de realizar talleres de creación de perfumes, partidos de croquet frente al mar o sesión de belleza en su fabuloso Beauty Bubble.