Santander, eres novia del mar… Eso lo cantaba Jorge Sepúlveda. Y es que Santander es una de las ciudad más bonitas de nuestro país. La capital de Cantabria no solo tiene una de las bahías más espectaculares, también tiene un pabellón gastronómico muy alto. Visitar la ciudad siempre es una magnífica idea pero con reserva en sus restaurantes, todavía más. Si este verano vas al norte, tienes que reservar en algunos de estos sitios.
Cañadío (Calle Gómez Orena, 15 – Plaza Cañadío)
Cañadío es un clásico de Paco Quirós, que quien conozca sus restaurantes en Madrid, sabe que es acierto seguro. Cañadío, en la Plaza del Cañadío, fue el primer local de este empresario cántabro, que abrió en 1981. En su carta, productazo y platos generosos y de nivel. No hay que poner un pero a Cañadío.
Da igual que estemos en una zona más informal o al fondo del restaurante, siempre vas a comer bien. ¿Qué no falla? El puding de cabracho de roca en honor a José Mari Arzak; las rabas, las croquetas de chorizo -un clásico desde 1981-… Y no fallan sus pescados o cualquier plato de la carta que te apetezca. Como postre infalible, la deliciosa tarta de queso.
Bodega del Riojano (Calle Río de la Pila, 5)
Este lugar es otro clásico que nunca falla. Un lugar donde comer bien y donde dejarse ver… Porque el ambiente siempre acompaña. Su esencia de bodega sofisticada es perfecto para ir a cenar.
¿Qué podemos pedir? Pimientos asados al carbón, las anchoas Catalina -premio a la mejor anchoa de Santoña 2014-2015-; la tortilla de patata guisada con salsa de callos, chorizo y alioli; pimientos del piquillo rellenos de carne, pochas estofadas de calamar… Cualquier plato merece la pena.
La Casona del Judío (Calle Repuente, 20)
La Casona del Judío se encuentra en una casa indiana del siglo XIX y en su interior, buena gastronomía con sello cántabro. «Un nuevo concepto de la cocina de siempre», explican. Y de ello se encarga el chef Sergio Bastard. Tiene dos Soles de la Guía Repsol, será por algo.
Es uno de los restaurantes con la cocina más interesante de esta zona del norte de España. ¿Algunos de los platos? Pollo ecológico marinado en manzanilla y algas acompañado de un cogollo en escabeche, su piel crujiente y liofilizado de kombu; angulas de monte, pato azulón acompañado con cuscús y una cuchara del tartar del solomillo; chipirón curado, su tinta e hinojo marino… ¿Merece la pena reservar? Por supuesto.
Umma (Calle Sol, 47)
El restaurante de Miguel Ángel Rodríguez Gancedo es el dueño de Umma, que antes se llamaba La Sixtina. Así que en Umma encontramos la experiencia familiar de un restaurante de mucho tiempo… Y las ganas de hacer cosas nuevas. Y las ves, porque Miguel Ángel estuvo trabajando en los fogones de Mugaritz o el Celler de Can Roca.
Es un restaurante toque canalla donde se disfruta de cocina fusión. ¿Sus platos? Salmorejo de cerezas, ricotta de almendras y sardina curada; mejillones al vapor con escabeche de melocotón y crema fresca; Caldereta Thai de langostinos, mejillón y ñoquis… Imprescindible la visita si queremos probar algo diferente. Es uno de los restaurantes de moda de Santander.
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