Victoria Federica tiene un nuevo restaurante favorito, y no está en Madrid ni en Marbella, sino en Illescas, un pequeño pueblo de Castilla-La Mancha donde el chef Pepe Rodríguez lleva años construyendo un templo gastronómico: El Bohío. Allí, la hija de la infanta Elena disfrutó del Menú Degustación, una propuesta de 290 euros por persona (160 sin maridaje) que resume la esencia de la alta cocina manchega en doce pases llenos de técnica, producto y memoria. «Cuida cada detalle al milímetro, se nota el cariño que le pone a todo», contó la propia Victoria a Elle. Y esa frase basta para entender por qué este lugar se ha convertido en su nueva parada imprescindible.
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El restaurante de Castilla-La Mancha que ha conquistado a Victoria Federica
A sólo media hora de Madrid, Illescas no suele figurar en las guías de escapadas de moda. Pero desde que El Bohío obtuvo su estrella Michelin en 1999, el pueblo se convirtió en destino gastronómico de referencia. Pepe Rodríguez, su chef y propietario, ha sabido mantener viva la esencia familiar del local fundado por su abuela en 1934, dándole una vuelta contemporánea sin perder autenticidad.

El menú que lo dice todo
El Menú Degustación de El Bohío es la mejor forma de conocer el universo culinario de Pepe Rodríguez. Incluye dos snacks, nueve platos salados y tres postres, un recorrido completo que combina tradición, técnica y humor. Entre sus platos más celebrados destacan el escabeche de perdiz con foie gras, la pringá del cocido con berza y su caldo, el estofado de jabalí con cebolla dulce y queso azul, o el muslo de pichón relleno con ajopringue.
Cada bocado es una reinterpretación de Castilla-La Mancha con un lenguaje contemporáneo. Aquí los guisos de siempre se transforman en platos de alta cocina sin perder su raíz. Y eso, precisamente, es lo que enamora a los comensales. Los postres mantienen el tono: un bizcocho de leche con yogur y cereales, una tarta de manzana caliente con sorbete de frutos rojos y una leche quemada con hierbas y cacao cierran la experiencia con dulzura equilibrada.

Por qué El Bohío ha conquistado a Victoria Federica
En un momento en que los restaurantes virales de Madrid o Ibiza parecen dominar la conversación, Victoria Federica ha preferido refugiarse en un lugar con historia. En su entrevista con Elle habló de la pasión y el mimo que percibió en cada detalle: «Desde la presentación hasta los sabores, se nota el cariño que hay detrás de todo». Y es cierto: en El Bohío nada parece improvisado. El servicio avanza con el ritmo justo, los platos llegan con armonía y el propio Pepe Rodríguez suele asomarse a las mesas para saludar a los comensales.
El chef ha conseguido que su restaurante mantenga una estrella Michelin sin perder cercanía. Es alta cocina, sí, pero con alma. Una mezcla de técnica y emoción que conecta tanto con gourmets exigentes como con quienes simplemente buscan disfrutar sin pretensiones.

