El restaurante de Barcelona donde David Beckham se dio un festín de percebes
Está claro que los productos del mar son unos de los manjares nacionales más deseados. En España se comercializan más de 1.000 especies de pescados y mariscos, productos que llegan a los mercados gracias al trabajo de 34.000 personas que salen al mar o que se crían en las más de 5.120 explotaciones de acuicultura, que convierten al país en el líder en producción en la Unión Europea. David Beckham, en su viaje a Barcelona, fue en busca de uno de los manjares que más le gustan, los percebes, y lo encontró en el restaurante Botafumeiro.
Regentado por el chef Moncho Neira, Beckham disfrutó de una mariscada con los mejores productos gallegos del mar, además de las cotizadas angulas, pero hubo uno que le llamó especialmente la atención, los percebes.
Es un crustáceo salvaje que crece pegado a las rocas batidas por el oleaje y se alimenta de los nutrientes proporcionados por al agua de mar. Recogerlos es una actividad de riesgo, y los percebeiros a menudo arriesgan sus vidas para recolectar este marisco, esa es la razón de su precio tan elevado (el kilo puede alcanzar los 300 euros, y más). Su nombre proviene del latín, pollicipes, que es la unión de dos palabras: pulgar y pie.
Su cuerpo consta de un pedúnculo carnoso alargado. Los más gorditos y cortos, que son los mejores y más sabrosos, se dan en las costas gallegas y están recubiertos por una piel negra con una textura ligeramente dura y termina en una especie de uña.
Aunque el exfutbolista presuma de cocina y grandes habilidades culinarias en su perfil de Instagram, también le gusta probar los productos más típicos, puesto que su paso por el Real Madrid y su estancia en España, le marcaron gastronómicamente hablando. Según pudimos comprobar por sus stories, no era la primera vez que los probaba. «Son unas de las cosas favoritas para comer cuando están de temporada”, escribía en su copy.
Está claro que al deportista nacido en Londres le gusta comer y lo demostró con otro plato que es uno de los iconos gourmet nacionales, porque en su visita a Barcelona se quiso perder otro de sus platos favoritos, las angulas, otro producto de lujo que no está al alcance de cualquiera. Son las crías de las anguilas, con 1 gramo de peso, 5 milímetros de grosor y unos 5 centímetros de longitud, que realizan largas migraciones para reproducirse desde las cabeceras de los ríos europeos hasta llegar al mar para desovar.
Es uno de los productos del mar más cotizados y puede llegar a valer 1.000 euros el kilo. Se trata de una especie en extinción cuya pesca, por cierto, nocturna, está muy controlada y se suele devolver al mar un 60% de lo pescado.
Así que si hacemos los cálculos, este menú inspirado en el mar que se compuso David Beckham en el restaurante Botafumeiro Barcelona, la cuenta total seguro que superaba los 2.000 euros.