Pinos y olivos. El mar Egeo, y muy cerca de Bodrum, una ciudad turca mágica en dos bahías gemelas que lo convierten en un marco incomparable. Es uno de esos sitios especiales donde podría ser eternamente verano. Sobre todo en los fantásticos hoteles que encontramos en la zona. Uno de ellos es Amanruya, un resort inspirado en la arquitectura turca y mediterránea dónde queremos perdernos siempre.
Además de los pinos y olivos, también hay cipreses. Aguas turquesas, una playa de guijarros privada. Un retiro que se asemeja a un pueblo, un retiro aislado y privado donde poder disfrutar de paseos, sombras, pabellones independientes o piscinas en los que bañarte tú solo.
Es un sitio en el que arañar los últimos días de buen tiempo -ya no de verano-, pero también un sitio donde disfrutar de unas jornadas románticas con quién quieres. Porque muchas veces es necesario darse un respiro de la rutina, pero aquí es fácil. Esto se puede hacer alguno de los 36 pabellones privados de terracota.
En este hotel turco se pueden hacer muchas cosas. Disfrutar de baños en su playa privada, leer debajo de algunos de los múltiples árboles que encontramos en toda la finca. Navegar por el Egeo, por supuesto. Desayunar, comer o cenar al lado del mar y de la piscina. Tomar un vino o un meze turco, marisco o ensaladas. Una barbacoa en la terraza. Un cena japonesa en Sushi by Amanruya. O un cóctel en su magnífico lounge. Por último, una exquisita cena en el Anatolian Pavilion, con unas vistas que dejan sin respiración y una cocina con el sello del chef Cihan Beyin, que mezcla una gastronomía egea, otomana y mediterránea. Yoga, tratamientos especiales o todo lo que puede ofrecernos este alojamiento de lujo en su rama wellness.
También una visita a Karnas Vineyard, para disfrutar de una cata de vino y queso. Pero también todos esos lugares Patrimonio de la Humanidad que se encuentran cerca de Bodrum. Desde Amanruya invitan a quedarse… Pero también a irse. Y dejar que pase el tiempo, disfrutar de cada minuto en un entorno tan idílico. El lujo de los pequeños placeres en mitad del Mediterráneo. (Suspiro).