Hay muchas zonas bonitas en nuestro país. Tenemos mucha suerte en ese aspecto. Nuestro paisaje tan variado permite que descubramos ecosistemas muy diferentes y lugares con esencia en casi cualquier rincón. Uno de esos sitios es La Vera, icónico por su belleza en primavera pero buen lugar para desconectar en cualquier época del año. Si lo hacemos ahora, tenemos el lugar perfecto para hacerlo: Las Casas del Naval. A continuación, te mostramos las casas más acogedoras para dormir en La Vera.
Las Casas del Naval es uno de esos sitios acogedores donde podemos desconectar de todo. «Casas con carácter en un paisaje evocador», se describen. Y son tres: San Julián, Las Encinas y próximamente, La Junta. Las tres se sitúan en una maravillosa finca de 44 hectáreas, en La Vera, muy cerca de la Sierra de Gredos, entre los valles de la Garganta Naval y la Garganta de Guantalminos.
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«Un paisaje arcádico, mezcla de elementos mediterráneos y de los bosques del norte, lleno de vida, en el que abunda el agua y en el que conviven en armonía la vegetación y fauna autóctonas y una ganadería ecológica. Es el lugar ideal para recrearse con la naturaleza y disfrutar de la auténtica vida rural», así se describen. Son tres casas en las que dormir en La Vera, en la dehesa extremeña, perfectas para disfrutar del paisaje… Y para ver el tiempo pasar.
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Todas ellas tienen esos detalles que nos gusta tener en este tipo de alojamientos más boutique. Flores, zonas de lectura, sombrillas para resguardarse del sol, una alberca si el calor aprieta, jardín para hacer un picnic, mesas donde hacer largas sobremesas, cómodos sofás para dormir la siesta, chimeneas para resguardarnos del frío… Casi podríamos pensar que estamos en un cottage de Reino Unido.
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Son casas perfectas para dormir en La Vera, tanto vayas en pareja o con amigos, según el plan que nos apetezca. Casas acogedoras -con pequeños toques vintage que nos encantan- que nos hacen sentir que estamos en nuestro hogar. Lugares llenos de detalles y de calidez, alojamientos donde se nota que hay mucho cariño detrás. Como tiene que ser. Las Casas del Naval se convierten en ese refugio perfecto para escapar de la ciudad con un buen libro bajo el brazo.