Reed Hastings no sólo ha destacado por la pasión que le despierta el mundo de la tecnología, sino por sus ingeniosas ideas. El multimillonario puso fin a los videoclubs cuando vio la oportunidad de lanzar un modelo de negocio de suscripción mensual. Este emprendimiento surgió cuando alquiló Apolo 13 y la devolvió con seis semanas de retraso porque había extraviado la cinta. Pero su espíritu emprendedor no termina aquí. Hace un año se despedía de Hollywood para centrarse en la indomable montaña de Utah. Tras renunciar como director ejecutivo de Netflix en enero, pasó a convertirse en propietario minoritario de Powder Mountain, ascendiendo a propietario mayoritario del complejo el 6 de septiembre de 2023.
Desde entonces, su constante implicación en Powder Mountain, una de las estaciones de esquí más grandes del país ubicada sobre el valle de Ogden en Utah, no ha dejado de sorprendernos. Ahora, el multimillonario planea convertir su estación de esquí en una empresa público-privada. Es decir, que los propietarios de las casas ubicadas en la cima de la montaña que quieran pagar una cuota de membresía anual de entre 30.000 y 100.000 de euros podrán tener acceso a las pistas y a los servicios privados.
El complejo se extiende sobre 8.464 hectáreas, tiene 54 senderos, nueve remontes y dos parques de terreno. Se trata de un resort de lo más exclusivo que tiene la política inusual de limitar las ventas de pases de un día y de temporada para brindar una experiencia de esquí a un número de gente muy reducido. Hastings justifica esta decisión compartiendo que «todas las zonas de esquí independientes están buscando formas de sobrevivir. Pasar a ser boutique, de gama alta, privada, es probablemente a donde deben ir».
Y es que Powder Mountain estaba destinada a ser un lugar de residencia con 500 casas, junto con diversas instalaciones científicas, médicas y educativas. Pero Hastings, que ya era dueño de una casa aquí, intervino con un gran cheque y una nueva visión.
«Esta es una inversión en lo que consideramos la mejor experiencia para el esquiador», explica. «A mi esposa Patty y a mí nos encanta este lugar. Nos encanta el polvo sin rastro varios días después de una tormenta, amamos la inmensidad del terreno y amamos a la comunidad. Buscamos acentuar lo que siempre lo ha hecho especial. Lo haremos más accesible, reforzando la infraestructura y las comodidades, y manteniendo la sensación de falta de gente por la que se conoce a Powder Mountain«, añade.
En unas 4.400 hectáreas podrán esquiar y hacer snowboard únicamente los miembros que tengan el abono. Y, además de las pistas, el espacio ofrecerá otras ofertas privadas que incluirán dos alojamientos diurnos con restaurantes, tiendas minoristas y un alojamiento de 40.000 metros cuadrados con un spa. Sin embargo, al resto del área de esquí podrá acceder el público. Un pase de temporada rondará los 1.400 euros, mientras que las personas de más de 75 años tendrán un descuento de 400 euros.