La compañía Electronic Arts (EA), creadora de videojuegos como Los Sims o FIFA, ha dejado la Bolsa tras cerrar una histórica venta de 47.000 millones de euros. ¿Los nuevos dueños? Una alianza inesperada que mezcla geopolítica, poder y entretenimiento: el fondo soberano de Arabia Saudí (PIF), dirigido por el príncipe heredero Mohammed bin Salman; Affinity Partners, la firma de inversión de Jared Kushner, yerno de Donald Trump; y el fondo estadounidense Silver Lake.
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Más allá de la cifra récord, el movimiento supone un cambio de manos con fuerte carga simbólica. Por un lado, Bin Salman lleva años decidido a transformar la imagen internacional de Arabia Saudí a través del deporte y el entretenimiento digital, situando el gaming como pieza clave de su ambicioso plan Visión 2030.
Sólo recordar que SNK, compañía de videojuegos de origen nipón y autora de la saga Fatal Fury, es controlada mayoritariamente por el Fondo de Inversión de Futuro de Arabia Saudita, que a su vez es gestionado por el príncipe heredero Mohamed Bin Salman. Y ojo, que hace unos meses firmó un acuerdo con Cristiano Ronaldo para su participación en el esperado videojuego Fatal Fury: City of the Wolves.

Por otro, la presencia de Kushner añade un toque casi de novela política: el ex asesor presidencial que ahora se sienta en la mesa donde se decide el futuro de los videojuegos que marcaron a varias generaciones.

Curiosamente, el príncipe heredero saudí Mohammed bin Salman se encontró con Donald Trump la pasada primavera, durante la Cumbre de Líderes del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) celebrada en el hotel The Ritz-Carlton de Riad el 14 de mayo de 2025. En aquella ocasión, ambos conversaron en un encuentro marcado por los debates sobre estabilidad regional, cooperación en defensa y política energética. Y quien sabe, quizá también hablaron sobre videojuegos…

EA se convierte en mucho más que un estudio de videojuegos: es un puente cultural entre Silicon Valley, Manhattan y Riad
En este nuevo tablero de poder, EA se convierte en mucho más que un estudio de videojuegos: es un puente cultural entre Silicon Valley, Manhattan y Riad.
«Nuestros creativos y apasionados equipos de EA han proporcionado experiencias extraordinarias a cientos de millones de aficionados, han creado algunas de las propiedades intelectuales más emblemáticas del mundo y han aportado un valor significativo a nuestro negocio. Este momento supone un poderoso reconocimiento a su extraordinario trabajo», declaró Andrew Wilson, CEO de EA desde 2013.

El directivo, que seguirá al frente de la compañía, también se mostró entusiamado con la nueva etapa: «De cara al futuro seguiremos ampliando los límites del entretenimiento, los deportes y la tecnología, abriendo nuevas oportunidades. Junto con nuestros socios, crearemos experiencias transformadoras que inspirarán a las generaciones venideras. Estoy más ilusionado que nunca con el futuro que estamos construyendo».
Estrategia geopolítica
El control de EA abre un nuevo capítulo donde la historia del entretenimiento se cruza con los intereses de los grandes poderes. Arabia Saudí busca consolidar su influencia en la cultura internacional, mientras que Kushner vuelve al tablero internacional con un proyecto de alto impacto mediático.
El resultado: los partidos de fútbol virtual y las vidas simuladas de Los Sims estarán, a partir de ahora, bajo la mirada de quienes mueven los hilos en Riad y Nueva York.