¿Te imaginas conducir un coche sobre el agua?

Coche acuático. /Foto: See News
Coche acuático. /Foto: See News
  • Elisa García Faya
  • Soy periodista y comunicadora audiovisual especializada en wellness. Me formé en la Universidad San Pablo CEU e hice el máster de moda en Condé Nast College en Londres. Actualmente estudio nutrición y herbodietética y colaboro con diferentes cabeceras y en mis ratos libres me escapo a mi tierra natal, Asturias. Donde aprovecho para hacer yoga, salir a correr y disfrutar de la naturaleza. Creo que cuerpo solo tenemos uno y es para toda la vida, así que tenemos que cuidarlo por dentro y por fuera.
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¿Te imaginas conducir un coche sobre el agua? Pues deja de hacerlo. El primer prototipo de coche acuático ha llegado a Alejandría y ya se estudia la manera de hacer que también pueda circular por carretera.

El coche acuático en cuestión es obra de Karim Amin y dos colegas suyos. Este emprendedor egipcio de solo 29 años puede presumir de haber diseñado un coche anfibio que reta y gana a los yates convencionales. El secreto es un motor chino que hace que este coche alcance velocidades de 70 kilómetros por hora.  Sin embargo, según ha explicado Karim Amin a la agencia Reuters, el resto de los materiales que se han empleado para hacer este coche anfibio que conduce sobre el agua son egipcios, un aspecto del que se sienten especialmente orgullosos.

Coche acuático
Coche acuático. /Foto: Youtube

Así es el coche que surca los mares egipcios

A la velocidad del motor, en cuanto a especificaciones técnicas, hay que sumar que el coche tiene equipo de música con tecnología bluetooth, pantalla multimedia y un sistema de localización por GPS.

Para hacer cada uno de estos coches se necesitan tres semanas. Además, de momento se trata de un invento muy exclusivo porque solo se han fabricado 12 unidades y el precio de cada una oscila, al cambio en euros, entre los 15.900 hasta los 37.500 euros en función de la versión elegida.

Los tres inventores del coche acuático han presentado este coche en Alejandría. Es una auténtica obra de ingeniería de la que se espera una pronta evolución. De manera que, a pesar de que de momento tenemos que conformarnos con ver coches circulando sobre el agua (que no es poco), es posible que, dentro de no demasiado tiempo, podamos llegar a la playa en coche, atravesar la arena y aparcar en el mar. Parece una fantasía. Una peli de James Bond. Pero es una cercana realidad.