Cuando llegan las primeras nevadas y Europa se llena de luces, mercadillos y tejados blancos, muchos viajeros miran hacia destinos clásicos como Alsacia, Austria o Suiza para vivir una Navidad de cuento. Sin embargo, España guarda rincones capaces de igualar –e incluso superar– cualquier postal alpina. Entre ellos destaca un pequeño tesoro escondido en el corazón del Pirineo aragonés: Benasque, en la provincia de Huesca, un pueblo que parece sacado directamente de los Alpes, pero sin necesidad de cruzar fronteras. ¡La escapada navideña perfecta está en España!
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Benasque, la escapada navideña perfecta en España

Rodeado por cumbres que superan los 3.000 metros y envuelto en un silencio blanco que sólo la nieve sabe crear, Benasque es uno de esos lugares que sorprenden a quien lo visita por primera vez. Su ubicación privilegiada dentro del Parque Natural Posets-Maladeta convierte al valle en un auténtico anfiteatro natural donde montañas míticas como el Aneto o la Maladeta dominan el horizonte. En invierno, cuando el frío aprieta y la nieve lo cubre todo, el pueblo adquiere una atmósfera mágica: casas de piedra y madera, chimeneas humeantes y un ambiente sosegado que invita a pasear sin prisa.
Lejos del bullicio de otros destinos más masificados, la Navidad en Benasque se vive de manera íntima y auténtica. Sus calles, iluminadas con discreción, destacan la arquitectura tradicional y crean un ambiente cálido que combina a la perfección con el carácter montañés del valle. En los últimos años, además, el pueblo ha ganado notoriedad por su participación en la conocida campaña de Ferrero Rocher, que premia a las localidades con la iluminación más bonita del país. Aunque en 2023 fue finalista, este reconocimiento bastó para situarlo en el mapa navideño de muchos viajeros.

Qué ver y hacer en Benasque durante la Navidad
La nieve es, sin duda, la gran protagonista de la temporada. Los amantes del esquí encuentran en el valle uno de los mejores escenarios del Pirineo. A pocos kilómetros del casco urbano se sitúa Aramón Cerler, una estación muy valorada por la calidad de su nieve y sus pistas largas, ideales tanto para esquiadores expertos como para principiantes. Para quienes prefieren un ritmo más tranquilo, la zona de Llanos del Hospital ofrece un paraíso para practicar esquí nórdico, de fondo o rutas de travesía, con paisajes que dejan sin aliento.
Pero Benasque también es perfecto para quienes buscan una Navidad diferente sin necesidad de calzarse unos esquís. Las excursiones con raquetas de nieve permiten descubrir rincones accesibles pero impresionantes, mientras que los paseos en trineo tirado por perros se han convertido en un plan inolvidable para familias. Y, por supuesto, cualquier visita navideña debe incluir un paseo por el casco histórico, visitar sus tiendas artesanas o entrar en calor en alguna cafetería tradicional mientras la nieve cae al otro lado del cristal.

Naturaleza, tradición y calma
Más allá de la nieve, el valle de Benasque ofrece multitud de rutas adaptadas a todos los niveles. Lugares como la cascada del Forau d’Aiguallut muestran la fuerza de la naturaleza incluso en pleno invierno, mientras que pueblos cercanos como Anciles o Eriste conservan la esencia del Pirineo más auténtico. Lagos como los de Batisielles o la Aigüeta, rodeados de silencio, completan un paisaje único que recuerda a los mejores escenarios alpinos. ¿Te animas a hacer esta escapada navideña?
