Lo dicen de manera muy orgullosa… En este paradisiaco rincón de Filipinas nació el barefoot luxury. El maravilloso lujo de andar descalzo por cada rincón del hotel porque los zapatos no hacen falta. Estamos hablando de Nay Palad Hideaway, un hotel fantástico en mitad de la selva en el que pasar todos los días posibles sin preocuparte de dónde caminas. Bueno, es que lo apetece en este hotel de Filipinas es estar tumbado, nadando, buceando…


«Lo que se conocía antes como Dedon Island Resort es un maravilloso hotel entre antiguos bosques de manglares, en el que se puede caminar por las arenas blancas de Siargao» nos explican. «Tienes un acceso facilísimo a la jungla, cuevas subterráneas, playas vírgenes, pesca en altamar, la legendaria ola Cloud 9 -perfecta para los surfistas-«… ¿Quién va a querer ponerse zapatos teniendo una vida así? Porque Nay Palad invita a convivir con la naturaleza, a tener los pies en la tierra -nunca mejor dicho-, a ir a nuestro propio ritmo.




Pero volvamos a ser conscientes, porque Siargao no es un lugar sin más. Es la capital del surf de Filipinas, por eso hacíamos hincapié en su ola más icónica, esa que miles de surferos del mundo quieren surfear. Y los amantes de la naturaleza también quieren disfrutar del espectáculo, sobre todo porque estamos rodeados de barreras de coral, naturaleza salvaje, piscinas naturales, playas silenciosas… Y se encuentra cerca de en una de las zonas más profundas de la Tierra. Filipinas tiene 7.000 islas, pero ninguna es como esta. Por eso Nay Palad Hideaway tenía que estar aquí.




Y además de disfrutar de la naturaleza, ¿qué podemos en Nay Palad? Pues por supuesto, lo primero de todo, descalzarnos: «El barefoot state of mind es un lugar de suprema tranquilidad», explican desde el hotel. «Queremos que vuelvas a estar en contacto contigo mismo. Y cuando sepas lo que tú corazón desea, háznoslo saber. Ya sea privacidad o atención las 24h, dínoslo, lo arreglaremos». Ya sabemos cuál es nuestra misión aquí.



Para dormir, sus maravillosas villas, decoradas por Daniel Pouzet y Jean-Marie Massaud, que han construido este oasis en mitad de la selva, pero con filosofía sostenible. «Es importante para nosotros que las tradiciones locales y la belleza atemporal se combine con los más altos estándares contemporáneos de comodidad, pero también responsabilidad y sostenibilidad social», nos explican. Así son las maravillosas villas que encontramos, para andar descalzos por ellas… Que nos recuerdan que estamos en pleno Filipinas.



Comer y cenar es algo que también podemos hacer descalzos, en el restaurante de Nay Palad Hideaway que lidera el chef Père Massana. Diseña platos con productos locales, deliciosos y saludables que mezclan lo tradicional y lo contemporáneo, para ir en consonancia con la filosofía de Nay Palad. Sí, quizá descalzos estamos con los pies en la tierra… Pero cada rincón maravilloso de este hotel filipino hace que nos sintamos en el cielo.