Formentera, de playas infinitas y ambiente exclusivo pero relajado, vuelve a ser este verano uno de los destinos favoritos de las celebridades. Entre los famosos que han elegido las Baleares para desconectar del mundo, destaca este año Magic Johnson, leyenda viva del baloncesto y símbolo del glamour deportivo internacional. Alejado de los focos de la NBA, Johnson ha disfrutado de unos días de descanso en Ibiza y Formentera, donde ha quedado particularmente fascinado por un restaurante con historia: Juan y Andrea.
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No es casualidad que rostros conocidos como Leonardo DiCaprio, Kate Moss, Cristiano Ronaldo o Shakira hayan sido vistos allí. Cada verano, Juan y Andrea se convierte en punto de encuentro de personalidades que buscan lo mejor de Formentera sin perder la conexión con la esencia de la isla.

Juan y Andrea, el restaurante en Fomentera que ha conquistado a Magic Johnson
Que una estrella como Magic Johnson haya quedado prendado del lugar no hace más que confirmar lo que muchos ya saben: Formentera es única, y su cocina, cuando se disfruta con los pies en la arena y el mar de fondo, tiene un sabor aún más especial.
Situado en plena playa de Illetes, posiblemente la más famosa de Formentera, Juan y Andrea es mucho más que un lugar para comer: es una leyenda en la isla. Fundado en 1971 como un sencillo chiringuito familiar, hoy se ha convertido en un restaurante de referencia para quienes buscan buena comida, vistas inmejorables y un ambiente exclusivo sin estridencias. Y eso es exactamente lo que ha encontrado Magic, quien no ha dudado en compartir su experiencia con sus millones de seguidores.

El restaurante destaca por su marisco fresco de gran calidad, y por mantener una política de precios razonable en comparación con otros restaurantes del mismo estilo en España, e incluso más accesible que muchos locales similares en destinos como la costa francesa. Esa combinación de autenticidad, producto y ubicación lo convierte en una joya muy buscada por visitantes de todo el mundo.

Uno de los platos más reconocidos del lugar es el arroz caldoso con bogavante, que, pese a que no es considerado el plato estrella según los propios camareros, sorprende por su sabor, punto y presentación, superando en muchos casos las expectativas. Por recomendación del personal también se pidió el espagueti con langosta, que, aunque generoso en su porción de marisco, no estuvo a la altura, quedando deslucido por una base algo insípida y poco trabajada.
Aun así, el resto del menú mantiene un nivel alto: pescado fresco del día, calamares a la plancha, ensaladas elaboradas con productos locales, y una excelente selección de vinos y champanes que se pueden disfrutar desde la terraza o directamente sobre la arena.