Jannik Sinner, actual número cuatro del ranking ATP y campeón del Abierto de Australia, ha aclarado recientemente los motivos que lo llevaron a fijar su residencia en Montecarlo, una decisión que ha generado curiosidad y debate en su país natal, Italia. Sobre este tema habló el ganador del primer Major del año en la conferencia de prensa organizada por la Federación Italiana de Tenis en Roma. Con la serenidad y madurez que lo caracteriza dentro y fuera de la pista, Sinner explicó que su mudanza a Montecarlo fue consecuencia directa de su carrera deportiva. ¡Conoce los motivos!

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Montecarlo no es sólo el hogar de Jannik Sinner; la ciudad monegasca es una auténtica capital del tenis para muchos deportistas profesionales. Entre los nombres conocidos que residen en el Principado se encuentra Novak Djokovic.
«Cuando cumplí 18 años, me entrené en Bordighera con mi antiguo entrenador (en referencia a Riccardo Piatti, ed.). Tenía su residencia en Montecarlo y decidí seguirle. Lo mejor de Montecarlo es que hay muchos tenistas con los que puedes entrenar, las instalaciones son perfectas, hay varios gimnasios. Así que, sinceramente, allí me siento como en casa. Me siento bien allí, tengo una vida normal. Puedo ir al supermercado sin problemas», declaró el tenista con naturalidad.

El esplendor de Montecarlo cautiva a Jannik Sinner
Montecarlo, conocida por ser el refugio de numerosos deportistas de élite, ofrece un entorno privilegiado para el entrenamiento de alto nivel. La combinación de instalaciones modernas, clima agradable y privacidad ha convertido este enclave en un punto estratégico para muchos profesionales del tenis, incluido Sinner, que ve allí no sólo un lugar para mejorar su rendimiento, sino también un espacio donde puede llevar una vida tranquila lejos de los focos.
Por otro lado, el joven de 24 años también fue interrogado sobre su relación con su tierra natal, Sesto, en la región del Alto Adigio. Aunque su éxito ha despertado un fervor nacional sin precedentes, Sinner explicó con sensibilidad por qué aún no ha regresado a celebrar con su comunidad.

«Mi intención era ir a Sesto. Ocurrió una tragedia tras un grave accidente. No quiero ir todavía por esta razón: es un momento difícil. No quiero ir allí y ensombrecer un asunto tan grave. Organizar una fiesta en estos momentos no me parece apropiado», explicó con respeto y empatía.
Estas declaraciones reflejan no sólo la madurez de Sinner como deportista, sino también su sentido de la responsabilidad social. En un momento de auge profesional, el italiano demuestra que no ha perdido de vista los valores que lo formaron y que su éxito no lo ha desconectado de su realidad ni de sus raíces.
A pesar de residir fuera de Italia, Jannik Sinner sigue siendo uno de los grandes referentes del deporte italiano contemporáneo, y su historia continúa inspirando a miles de jóvenes en su país y en el mundo del tenis.