La Toscana es una de las zonas de Italia más románticas y más bellas. Ubicada en el centro del país, hay multitud de ciudades bellas como Florencia o Siena, pero también hay rincones como Montepulciano, San Gimignano, Volterra, Pienza… Pero también hay hoteles de ensueño que son un destino en sí. ¿El último de ellos que vamos a descubrir? El maravilloso hotel que la familia Ferragamo en un pueblo toscano. ¿Su nombre? Il Borro.
«Dormir en Il Borro es disfrutar de la Toscana más auténtica», defienden desde el hotel. «El respeto por las características únicas de este lugar es la base de nuestra filosofía, que tiene como objetivo establecer lazos verdaderamente auténticos con nuestros huéspedes». Pero, ¿cuál es la relación de la familia Ferragamo con este rincón de la Toscana? Te lo contamos.
Ferruccio Ferragamo, en 1993, junto a su familia, revivió la aldea centenaria de Borro. «Un acto de fe», decía. Pero revivirla supuso revivirla con todas las letras: era importante no olvidar las tradiciones, la cultura, la autenticidad, el medio ambiente, lo local… Los valores de este lugar, un pueblo lleno de artistas y artesanos. Esta misma filosofía es la que se respira en Il Borro. Un pueblo medieval de 1254 que ha ido pasando de mano en mano hasta llegar a los Ferragamo, algo que ocurrió a principios de los 90. La familia se enamoró del lugar, de la historia, de la naturaleza… Y ahora por suerte, pueden compartirlo con nosotros.
Perteneciente a la liga Relais and Chateaux, Il Borro presume orgulloso de tener una filosofía sostenible. Porque además de ser un alojamiento maravilloso, es una granja orgánica, hay viñedos… Es un oasis, es un ecosistema lleno de historia y cultura. Es uno de esos hoteles que transmite paz. Y hay opciones para dormir para todos los gustos: la Dimora Storica si queremos algo más especial, Villa Casetta, algunas de las 38 elegantes suites de la zona medieval o alguna de las 20 suites un poco más nuevas. Il Borro, para que nos lo imaginemos, es como un pueblo. Y pertenece a la familia Ferragamo.
