¿A quién no le gusta San Sebastián? Es una de las ciudades más bonitas de España y por qué no decirlo, del mundo. Su aspecto burgués, su influencia francesa y su forma de entender la gastronomía hacen de San Sebastián un destino siempre apetecible. Pero en esta próxima escapada no te decimos que duermas en el Hotel María Cristina o en el Hotel Londres. Esta vez te aconsejamos un hotel de estilo nórdico a las afueras de la ciudad. ¿Su nombre? Arima.
Arima significa ‘alma’ en castellano. Un bonito nombre para un hotel que por su apariencia minimalista parece no tenerla. Pero la tiene y de verdad. Arima es un hotel a pocos kilómetros de la playa de la Concha con una apariencia nórdica. Bien podría ser un alojamiento en Finlandia o Suecia. Y no solo por su construcción, también porque se encuentra mirando a un fantástico bosque. No hay que olvidarnos del paisaje tan verde que encontramos en el País Vasco, que juega un papel trascendental en este hotel.
Es un hotel de 69 habitaciones, todas cuidadas y acogedoras, que se encuentra dentro de la colección Small Luxury Hotels of the World, esos hoteles pequeños y encantadores que merecen ser remarcados por precisamente su arima. El hotel tiene alma sostenible, es una de las premisas que quisieron dejar claras desde su nacimiento.
«Arima es un hotel pensado para acogerte, para que respires y estés en continuo contacto con la naturaleza de un modo natural y sutil. Para ello, hemos combinado materiales nobles y resistentes como la piedra, el hierro y la madera, con texturas y tejidos suaves de tonos neutros. Una unión que, junto a la colección de amenities orgánicos, convertirán tu estancia en Arima en un momento de conexión y disfrute», explican. Además es ‘Passivhaus’, utilizan energías limpias como la geotermia o la aerotermia. Lo tiene todo para ser soulstenible.
Además de descansar en sus habitaciones, y escaparnos al Casco Viejo de San Sebastián -por supuesto-, podemos caminar por sus alrededores, disfrutar de un café en su terraza o en cualquiera de los rincones del hotel o bañarnos en su piscina. O en su spa. Tomar el sol depende de la suerte que tengamos en el País Vasco. Un hotel que sin duda, por su aspecto, nos traslada a los países nórdicos pero que por dentro es acogedor como somos España. Una excusa para hacer un viaje gastronómico y dormir aquí, a pocos minutos del centro de una de las ciudades más bonitas del mundo.