Oporto ha cambiado mucho en los últimos años. Nos contaban los propios portugueses que desde la pandemia la ciudad es otra. La renovación del Mercado de Bolhao, los nuevos restaurantes, la apertura del concepto de World of Wine, las ganas de los portugueses de convertirse en una ciudad cosmopolita y los nuevos hoteles… Todos esos ingredientes hacen de Oporto uno de los rincones más apetecibles y visitados de Portugal. Hemos hecho una selección de algunas de estas novedades, una guía, para que conozcas la nueva Oporto.
Hotel
Renaissance Lapa
Hay un nuevo hotel en la ciudad, muy cerca de la zona de la preciosa iglesia de Lapa, Marriott ha abierto el nuevo Renaissance Lapa Hotel. Lejos del caos del centro, pero a menos de dos kilómetros de la icónica estación de San Bento, cuenta con una preciosa piscina en su rooftop desde la que se ve el mar.
Un restaurante de cocina mediterránea, un bar para cócteles y fantásticas habitaciones bien decoradas, eso es lo que ofrece Renaissance Porto Lapa Hotel. Abierto solo desde la primavera, quieren ser la casa de todos los españoles. Un hotel sofisticado y con un excelente servicio, propio de un alojamiento de lujo. ¿Una de las cosas que les diferencia? Siempre buscan que su cliente tenga planes locales o fuera de lo normal. Para conocer la otra cara de Oporto.
Restaurantes
Wow, World of wine
Wow ha convertido la zona de Gaia en el place to be. Con multitud de museos y restaurantes, ha renovado toda esa zona, antes prácticamente abandonada… O mejor dicho, no transitada. Wow, que acaba de abrir prácticamente, nace para ampliar la visita un día más en la ciudad de Oporto. Lo que sí recomendamos es reservar en uno de sus restaurantes, para disfrutar de las vistas y de la gastronomía portuguesa.
Uno de los más bonitos es T&C, para disfrutar de auténtica gastronomía tradicional. Un caldo verde, bacalao con crema con patatas gratinadas, feijoada, francesinha, alheira, peixinhos da horta… Lo mejor es dejarse asesorar y por supuesto, acabar la cena o la comida con un vino de Oporto.
A Cozinha do Manel
Es uno de los restaurantes tradicionales más famosos de Oporto, así que no puede faltar en tu próxima visita a la ciudad portuguesa. Abierto desde 1989, merece la pena reservar en una de sus mesas. Podemos hacerlo en su salón o en su barra, perfecto para comer o cenar en petit comité. Se nota que es un restaurante familiar, algo que a veces se echa de menos.
¿Para pedir? Pulpo frito y cualquiera de los platos tradicionales de la cocina portuguesa. Ante la duda, mejor preguntar. Lo que no puede faltar es un buen vino para brindar en la mesa. Una de las recomendaciones pueden ser un vino verde.
La tienda
Claus Porto
Presumen de ser la primera fábrica de perfumes y jabones de la Península Iberica. Abrió sus puertas en Oporto, en 1887, y desde entonces luchan contra viento y marea. Tienen tienda en la ciudad portuguesa, en Lisboa y tuvieron en Nueva York, pero la que hay que visitar es la de la ciudad que les vio nacer. Según Oprah Winfrey, son los mejores jabones del mundo. La tienda poco antes de la pandemia.
Hay que visitar el establecimiento, conocer -y enamorarse- la historia y disfrutar de los los olores de sus maravillosos jabones. Muchos de ellos con un packaging inspirado en el original. Las cajas de los jabones hablan también de la historia del país. el diseño gráfico forma parte del encanto de Claus Porto. Se ubica en una de las calles más bonitas de Oporto, la rua de las Flores.
Planes
Una bodega
Visitar una bodega en Gaia es algo obligatorio. ¿Una de las más interesantes? Fonseca, forma parte del universo de World of Wine. Pero no son las únicas: Salem, Sandeman, Cálem, Graham’s… Para el plan, nada como reservar una visita, hacer una cata y por supuesto, comprar una botella para disfrutarla en casa. Visita una de las nuevas.
Paseo en barco
Imposible no visitar Oporto y no disfrutar de un atardecer en el río Douro. La idea es ir a la orilla de Gaia y coger alguno de los barcos más antiguos, los más bellos, inspirados en los originales. Así disfrutamos de los edificios plagados de azulejos, de la catedral, las iglesias… Y por supuesto, el imponente Puente Luis I, realizado por un discípulo de Gustav eiffel.