Muy cerca del Paseo del Born, en el precioso centro de Palma de Mallorca, en un antiguo palacete, encontramos uno de los restaurantes gastronómicos más interesantes de la ciudad: Fera. Abierto desde hace siete años, se ha sabido mantenerse en una isla que cambia mucho de invierno a verano, pero en la que cada vez hay más un ambiente cosmopolita y ganas de disfrutar de la gastronomía. Este ambiente internacional se palpa muchas noches en Fera, y más ahora, que después de siete años ha creado un menú más equilibrado, en el que se tiene más en cuenta a Mallorca pero en el que no se olvidan los orígenes.
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En los fogones de Fera está el chef de origen austriaco Simon Petutschnig, que después de su periplo internacional, llegó a Mallorca sin – seamos sinceros- muchas ganas. Un atardecer, unas aceitunas y ver que la vida en la isla era más maravillosa de lo que se cree desde fuera, ha hecho que el chef lleve casi diez años en la isla. Quizá esos momentos en los que se enamoró de este lugar le han servido de inspiración en este menú en el que se enaltece ese producto payés. Las aceitunas están presentes en forma de aceite, que realizan ellos, por poner un ejemplo. Se busca mucho llegar al producto local, pero sobre todo, al proyecto de calidad. Llegar al payés adecuado, dice Simon, no es tan fácil. En Fera lo consiguen.
«Hacemos una cocina directamente ligada al territorio mallorquín para resaltar su herencia culinaria de Mallorca y un compromiso con el entorno natural y agrícola» explican desde Fera. Se trabaja con los mejores pescaderos y ganaderos, y se utilizan productos propios como la miel, el aceite o el vino, que elaboran en la finca de Son Naava, propiedad de los dueños de Fera, Ivan y Sheela Levy. Los quesos son de la formatgeria Son Jover o Grimalt, la sobrasada de Can Company, la gamba roja mallorquina de Vaquero Crespi… Un ejemplo para comprobar que realmente trabajan con payeses de Mallorca.
Este nuevo menú, que consigue un equilibrio perfecto entre el producto mallorquín y la técnica y la esencia de Fera, es el resultado de muchos años de trabajo. Después de diez años en Mallorca, el chef austriaco ha entendido el ritmo lento de la isla, además de entender a los mallorquines y a esos visitantes internacionales que les visitan. Observando y aprendiendo de lo que hace, porque el chef no se fija en lo que hacen otros restaurantes, ha entendido que en Fera faltaba enaltecer más el origen payés. De hecho, él trabaja el concepto de cocina rústica internacional. Se puede entender en cada uno de los platos. «Mallorca y su gente me han brindado muchas experiencias hermosas y la isla ha sido mi hogar desde hace más de 10 años. Para mí es importante devolver algo a esta tierra, a través del homenaje que realizamos con el nuevo menú» explica el chef.
Aixó es mel, una expresión local que se utiliza mucho para elogiar aquellas recetas deliciosas, es el nombre de este nuevo menú que homenajea a la isla. Pescados del Mediterráneo, el cordero de la sierra de Tramuntana; berenjenas, tomates o judías verdes de huertos de la isla, quesos y sobrasadas de la isla… Conclusión: el producto mallorquín se utiliza y se fusiona con la técnica y la esencia de Fera para lograr un menú, disponible desde hace unas semanas, que no defrauda a nadie. Bon profit!
