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Fabiola Yáñez con Manuel Figueroa (Taberna Chiripa): «Sabores de antes, con técnica de ahora»

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  • Fabiola Yáñez
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En pleno barrio de El Retiro, uno de los enclaves más vibrantes y gastronómicamente activos de Madrid, ha abierto sus puertas Taberna Chiripa, un proyecto que en apenas un mes se ha ganado un lugar destacado entre los paladares más exigentes. Detrás de esta propuesta se encuentran Manuel Figueroa y Roberto Funes, dos apasionados de la cocina que han sabido combinar tradición y vanguardia para dar forma a un concepto que ya es referente.

La esencia de Chiripa es profundamente madrileña, pero su ejecución está cargada de intención contemporánea. «Nuestra filosofía es respetar las recetas tradicionales y mejorarlas con técnica y productos excelentes», explica Figueroa. Así, los callos, el ajoblanco o los guisos de cuchara dejan de ser simples platos de cocina castiza para transformarse en experiencias gastronómicas renovadas. La tradición no se traiciona, se eleva.

«Nos han felicitado incluso comensales argentinos, que tienen un paladar muy exigente en este producto»

En la carta de Chiripa cada plato tiene una historia, una inspiración y una ejecución cuidada. La pastela de codorniz en pepitoria, por ejemplo, es una delicada combinación entre la herencia árabe de Madrid y el sabor inconfundible del recetario clásico español. La masa brik crujiente y las notas de tomillo le dan un aire perfumado y sofisticado.

Restaurante Madrid
(Foto: Taberna Chiripa)

Las mollejas a la brasa, tratadas con mimo, primero a baja temperatura y luego con un acabado en fuego directo, se sirven con cebolla curtida y puré de apio nabo. «Nos han felicitado incluso comensales argentinos, que tienen un paladar muy exigente en este producto», cuenta Figueroa con orgullo.

Mención especial merece el Bocado Chiripa, una pieza que sintetiza la filosofía de la casa: la careta de cerdo prensada, junto al ajo negro y el gel cítrico, ofrece un contraste de sabores y texturas que conquista desde el primer bocado. Y como final dulce, las peras al vino aportan ese equilibrio perfecto entre frescura, dulzura y memoria.

Fabiola Yáñez con Manuel Figueroa (Taberna Chiripa): «Sabores de antes, con técnica de ahora»
(Foto: Taberna Chiripa)

Una bodega con carácter

La propuesta líquida no se queda atrás. La carta de vinos, que evoluciona constantemente, apuesta por etiquetas poco conocidas, de bodegas pequeñas y de carácter singular. «No queremos repetir lo que se encuentra en cualquier sitio. Buscamos vinos con alma, que sorprendan y acompañen bien nuestra cocina», explica Figueroa. Así, es posible encontrar referencias de Ribeira Sacra, Bierzo o incluso de Canarias, sin olvidar clásicos de Rioja o Ribera para los más tradicionales.

«No queremos ser sólo un restaurante más, sino un lugar al que apetezca volver»

Situada en la calle Espartinas, muy cerca del Parque de El Retiro, Taberna Chiripa no sólo conquista por su cocina, sino también por su atmósfera. El local respira calidez, mezcla lo castizo con lo moderno y crea un espacio donde el comensal se siente parte de algo especial. «No queremos ser sólo un restaurante más, sino un lugar al que apetezca volver, donde cada visita tenga algo memorable», dice su creador.

Taberna Chiripa
(Foto: Taberna Chiripa)

Con su propuesta gastronómica sólida, cuidada y honesta, Chiripa ha llegado para quedarse. Un soplo de aire fresco que, sin renunciar a las raíces, apunta al futuro de la cocina madrileña.