El pueblo del País Vasco más viral (y caro) tras confesar Jacob Elordi que su abuelo nació allí
Jacob Elordi se convirtió en un fenómeno global gracias a su papel como Nate Jacobs en Euphoria y volvió a conquistar a crítica y público al meterse en la piel de Elvis Presley en Priscilla. Ídolo de la generación Z, referente de estilo y talento en ascenso, lo que pocos imaginaban es que el actor australiano tiene raíces vascas… y que su historia familiar lo conecta con un pintoresco pueblo pesquero del País Vasco que parece sacado de una película.
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Los famosos nunca dejarán de sorprendernos y no sólo por el ritmo de vida o los lujos con los que nos deleitan, sino también por sus orígenes. Hay personajes como Elsa Pataky que han acercado España al mundo, puesto que la madrileña es clara embajadora de nuestro país con su marido Chris Hemsworth e incluso Penélope Cruz. Gracias a ésto y a la riqueza cultural, personajes como Richard Gere que hace poco desveló su ciudad favorita española o Eva Longoria que tiene casa en Marbella. se suben al barco y se convierten en estrellas embajadoras de nuestras tierras. El último viene con una curiosidad bajo el brazo, que no esperábamos, y ese es Jacob Elordi.
«Mi abuelo es de Ondarroa (Vizcaya, País Vasco) y mi padre creció en Bilbao, en Markina»
Hace poco, el actor estuvo presentando El camino estrecho, un nuevo proyecto que se ha grabado para Movistar+ y ambientado en 1943, mientras la Segunda Guerra Mundial se encontraba en pleno suceso. En ella, el actor se pone en la piel de Dorrigo Evans, un médico australiano capturado por los japoneses como prisionero de guerra. Mientras hablaba con la revista Fotogramas, reivindicó su vínculo con un lugar en concreto: País Vasco.
Como bien comentó en las declaraciones que dio al medio: «Mi abuelo es de Ondarroa (Vizcaya, País Vasco) y mi padre creció en Bilbao, en Markina. Emigró por culpa del régimen fascista, así que nos mudamos a Australia. Él estuvo cortando caña de azúcar, con 8 dólares en el bolsillo, hasta que ganó lo suficiente para traer a toda su familia a Australia. Estoy increíblemente agradecido a ese gran hombre, Joaquín Elordi», relataba el australiano.
Este pueblo pesquero en la costa vasca es uno de los lugares desconocidos de las tierras, puesto que su belleza representa un tiempo que no ha pasado sobre su arquitectura. Podríamos afirmar que es uno de los lugares con más personalidad y encanto de la costa vizcaína, puesto que está rodeado por la esencia de la naturaleza, la protección del mar y la desembocadura del río Artibai.
Uno de los atractivos de Ondarroa, pero también del País Vasco en general, es su propuesta gastronómica, algo que seguro que a Jacob Elordi le va a conquistar cuando vuelva a visitar el pueblo en el que nacieron sus antepasados. Lo primero y más popular son los planes con un grupo de amigos en algunas de las sidrerías de la zona, para degustar la mejor carne y pescado a la brasa. Por otro lado, la gastronomía no falta en el pueblo y es que se puede hacer una ruta de pinchos, degustando también la oferta líquida para pasar los días soleados que ofrece el verano.
El casco antiguo es uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad, en el que el ambiente medieval y marinero es inconfundible, entre sus calles empedradas y empinadas. También cabe destacar en la misma parte vieja la Torre de Likona, del siglo XV. Se trata de una clásica construcción fronteriza, una de las más antiguas del País Vasco, o la iglesia de Andra Mari, construida en 1462. Esta se caracteriza por ser de estilo gótico, además de estar labrada en sillería caliza y arenisca, la cual destaca por la variedad de ventanales, los remates de sus contrafuertes y el rosetón de su fachada.
Como buen australiano, es bien sabido que Jacob Elordi es amante de la playa y aquí puede encontrar una de las más bonitas de todo el territorio, la de Arigorri. Su familia procede de uno de los lugares con más personalidad y encanto del País Vasco, algo que nunca le han ocultado y, es más, su padre se lo inculcó. Cuando su abuelo llegó a Australia, como él bien comenta, llegó con 8 dólares en el bolsillo y trabajó cortando caña de azúcar para trasladar a toda la familia al país que ahora es su hogar, afirmando que: «Estoy increíblemente agradecido a ese gran hombre», refiriéndose a su abuelo.