Cuatro restaurantes en estaciones de metro que son una auténtica maravilla
La gastronomía esconde varios secretos y muchas veces la podemos disfrutar en lugares bastante insólitos. Hay localizaciones que permiten comer o cenar en el cielo, como en lo alto de la Torre Eiffel, pasando por el restaurante giratorio que se ubica en el pico de la torre de Toronto o degustar platos con producto de cercanía en la azotea del Ayuntamiento de Madrid. De ahí bajamos a la tierra y pasamos a lugares que nos acercan, en concreto, al subsuelo. Hablamos de las estaciones de metro y los restaurantes con una cocina de referencia, a lo largo del mundo.
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Noksu, Nueva York
Es uno de los restaurantes ubicado en estaciones de metro y este se encuentra en la calle 32 con Herald Square. Para encontrarlo, tienes que bajar las escaleras y te encuentras una puerta negra, sólo con el nombre del restaurante. Pueden parecer muchas cosas, pero cruzarla es entrar a un mundo de alta cocina, donde todo está cuidado y sólo hay asiento para 20 personas. Un menú de cerca de 400 euros, 12 pases y el chef Dae Kim conduciendo su primera cocina, aunque es un talento que está en formación y, seguro, dentro de pocos años, su nombre resuena en el mundo gastronómico.
Le Train Blue, París
Fue inaugurado en el año 1901 con motivo de la Exposición Universal y a los dos salones que componen el espacio se les ha atribuido la categoría de monumento histórico. Esto se debe, en parte, a los muchos lienzos (aunque parecen frescos) de sus paredes y techos, que representan los más famosos paisajes atravesados por los trenes de la red París-Lyon-Méditerranée. Grandes figuras como Coco Chanel o Dalí eran clientes frecuentes, y nos extraña porque la belleza es embriagadora. La cocina que se ofrece es de la Maison de Michel Rostang (dos estrellas Michelin), que propone una gastronomía regional suntuosa y de temporada, elaborada con ingredientes de la más alta calidad. En la carta destacan platos como el paté de pato salvaje en croûte y foie gras con compota de cebolla roja y avellanas asadas.
Grand Central Oyster Bar, Nueva York
Es uno de los puntos de encuentro de la ciudad y se ubica en el interior de la conocida Grand Central Station. Es uno de los restaurantes escondidos en una estación de metro y es bastante conocido. Sin ir más lejos, a principios de este año, Tommy Hilfiger lo cerró para presentar la colección de otoño-invierno 24-25. La marisquería nació junto a la estación en 1913, y lleva más de un siglo siendo un referente en el mundo culinario por la amplia oferta que tiene en pescados y mariscos frescos. Este espacio cuenta con una capacidad para 440 personas y, además de productos del mar, también se pueden pedir guisos y asados.
Sukiyabashi Jiro, Tokio
Este es uno de los restaurantes que se ubican en el interior del metro, está en Tokio y lleva abierto desde 1965 de la mano del reconocido chef Jiro Oro. En Asia es bastante común que restaurantes poco convencionales y que, a simple vista, no nos llamarían la atención, tengan premios en su haber. Su decoración no es extravagante y se ciñe a lo clásico, con una cocina estrecha y en que sólo hay sitio para diez comensales. Su sushi se considera como uno de los mejores del mundo y ha llegado a tener tres estrellas Michelin. El 18 de noviembre, su propietario cumplió 99 años y sigue al frente del mismo, buscando generar la pieza de sushi perfecta. La experiencia es breve, porque dura máximo media hora y el precio supera los 300 euros por cabeza.