Acceder a un espacio exclusivo donde el lujo, la discreción, la gastronomía y el networking son requisitos indispensables es un privilegio. Los clubes privados hoy en día están marcados por la distinción y el buen gusto, y el último que acaba de abrir sus puertas está llamado a convertirse en el más distinguido, pues ostenta el título del club privado más alto del mundo. Se encuentra a 300 metros de altura sobre Manhattan, en Central Park Tower, en la planta número 100. Nada más atravesar sus puertas, sus socios disfrutan de unas impresionantes vistas 360 grados de la ciudad de Nueva York. Recorremos sus estancias para descubrir sus lujosas instalaciones, diseñadas por el célebre estudio de diseño Rottet Studio.
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Sin duda, al club más cool de EEUU, San Vicente Bungalows, al que pertenecen personalidades de la talla de George Clooney, Michelle Obama o Leonardo DiCaprio, le ha salido un duro competidor: el club privado de Central Park Tower. Se encuentra en la planta 100 del edificio residencial más alto del mundo, con 131 plantas y 179 apartamentos de lujo.
Las mejores vistas de Manhattan
«Cuando las vistas son tan impresionantes, el diseño interior tiene que introducirte en ellas, no sobrecargarlas», expresa Lauren Rottet, responsable del estudio que ha diseñado el club, que goza de una panorámica excepcional de Central Park. Desde aquí, se disfruta de uno de los mejores skyline de Manhattan.
Cuenta con 4.650 metros cuadrados y cada espacio ofrece una experiencia única con un diseño, en palabras del propio Rottet, que «no es ni mucho menos minimalista, pero tampoco está excesivamente recargado ni decorado».
Dispone de un gran salón de baile con capacidad para unas 120 personas, bar privado y restaurante con menús elaborados por chefs con estrellas Michelin, como Alfred Portale, Laurent Tourondel y Gabriel Kreuther.
Una experiencia integral 24/7
El prestigioso asesor de estilo de vida de la empresa Colin Cowie Lifestyle, Colin Andrew, ha diseñado para el club privado una «experiencia integral basado en los cinco sentidos para que los socios disfruten de la comodidad y tranquilidad 24/7», para ello ha incluido luces que se adaptan a la puesta de sol, música que se irá acondicionando de la mañana a la noche y aromas estacionales personalizadas.
Diseño noir
La zona del bar se inspira en las películas de cine negro, film noir, el género cinematográfico por excelencia en Estados Unidos entre las décadas de 1930 y 1950. «Queríamos crear un ambiente de lujo clásico y atemporal, en el que cada habitación tuviera su propia sensación, pero formara parte del conjunto», informa Rottet.
«La planta 100 de Central Park Tower no se parece a nada en el mundo», sentencia Gary Barnett, fundador y presidente de Extell Development Company, la empresa que desarrolló Central Park Tower.
‘Mens sana in corpore sano’
Fuera ya de la planta 100, los socios del club privado pueden disfrutar de otros servicios adicionales, como la terraza de la planta 14, que cuenta con una piscina exterior climatizada de 18 metros, solarium, jardín privado, sala de juegos…
La planta 16 está destinada al bienestar, con piscina cubierta, spa, pista de squash y baloncesto, gimnasio y una cabina donde se ofrecen los tratamientos de belleza más innovadores del momento.
