Si hablamos de una ciudad cambiante en la que el lujo siempre está presente y se integra, cada vez más, en lugares más insólitos, se nos viene a la cabeza Nueva York. Sus calles viven en constante cambio e innovación y las marcas de lujo han encontrado entre sus rascacielos el lugar perfecto para establecer sus bases. Desde la Séptima Avenida (también llamada Fashion Avenue), hasta la reconocida Quinta Avenida, vemos cómo la alta costura se encuentra con la joyería más exclusiva y, ahora, integra la gastronomía. El claro ejemplo se viste de color azul y se ubica en el interior de Tiffany & Co.
Toda historia que surge en Nueva York tiene un comienzo y el de Tiffany’s data de 1837. Charles Lewis Tiffany, fundador de la reconocida marca, llevó las primeras gemas de gran calibre a Estados Unidos, lo que hizo que la prensa le diera al creador de la marca el sobrenombre de Rey de los Diamantes. Este fue el primero en recorrer el mundo buscando las piedras preciosas más extrañas, con el objetivo de crear esas joyas de lujo que reclamaba el público adinerado de la ciudad. Está claro que es una pasión que sigue presente en la marca.
El espacio más destacado se ubica en el corazón de la Quinta Avenida y se ha convertido en todo un icono. Nos vale sólo con observar ese momento en el que Audrey Hepburn desayunaba un croissant, con un vestido negro de Givenchy y un collar de perlas en Desayuno con diamantes. Muchos fantaseaban con reproducir la escena mientras observaban sus exclusivas joyas e incluso su clásico corazón de plata grabado, y ahora es un sueño que se ha hecho realidad.
Para los que no lo sepan, hace muy poco la tienda de Tiffany & Co. de Nueva York ha sido reformada y ha actualizado su concepto de lujo a una época más actual. En la sexta planta de Tiffany & Co. se puede encontrar un renovado espacio al que han llamado Blue Box Café by Daniel Boulud y que se corona como la gran joya del renacimiento del edificio The Landmark. Este se viste con el azul Pantone 1837 Blue, que hace honor al año de fundación de la casa.
Aquellos que quieran visitarlo deben saber que se van a sumergir de lleno en la esencia de la firma y los fans de la icónica marca podrán disfrutar de un desayuno en Tiffany’s y de un menú que incluirá el té de la tarde durante todo el día. Las cajas azules cuelgan del techo como si de candelabros se trataran y se complementan con unas paredes de mármol que llevan el tono de la marca plasmado. Platos blancos y cubiertos que acompañan al diseño, todo ello sumergido en el Pantone de la casa.
Su carta es bastante exclusiva y es que el chef que pone nombre al espacio tiene varios restaurantes en la gran manzana y, además, cuenta en su haber con dos estrellas Michelin. Puedes tomar el té por unos 100 euros por persona y degustar una torre de cuidados bocados, además de sentarte a disfrutar un suculento desayuno por unos 60 euros por persona. Si te apetece ir más por libre, tienen una carta en la que puedes degustar un exclusivo caviar de Ossetra e incluso un filet mignon.
Cuando salgas del ya famoso Blue Box by Daniel Boulud, no puedes terminar la experiencia en Tiffany & Co. sin visitar la Audrey Experience. Una pequeña exposición que celebra la película Desayuno con diamantes, rindiendo homenaje a un momento clave de la historia del cine. Una réplica del vestido negro de Givenchy que Audrey Hepburn luce en la famosa escena inicial del filme ocupa el centro de la sala, además del collar de perlas y diamantes que lo adorna.