Imagina un atardecer sobre Madrid, la ciudad a tus pies y el latido de un estadio icónico marcando el pulso del momento. En la décima planta del Bernabéu, KO by 99 Sushi Bar no es sólo un restaurante: es un espectáculo a cielo abierto, una experiencia donde la alta cocina japonesa se encuentra con vistas panorámicas, música, cócteles y un toque de exclusividad que convierte cualquier comida en un evento memorable. Acudimos al restaurante y hablamos con el director de operaciones, Borja Vela, y Noam González, chef ejecutivo.
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El Grupo 99, con su espíritu incansable, sabe lo que significa apostar por la excelencia. Tras cerrar hace años su exclusiva barra de 16 comensales en Madrid, donde obtuvieron su primera estrella Michelin, aprendieron que los grandes sueños merecen segundas oportunidades.
Hoy, ese aprendizaje se materializa en KO (que significa niña bonita en japonés) un proyecto que combina el saber hacer de 99 Sushi Bar, la fuerza del Real Madrid y la visión del grupo Bamboo, todo en un escenario único.

Un palco privilegiado sobre la ciudad
«El cliente no necesariamente es madridista. Estar aquí ya le da estatus y categoría. Es un espacio único para vivir la ciudad desde otra perspectiva»
«Estamos en la décima planta del Bernabéu, con las mejores vistas de Madrid», nos guía Borja Vela, director de operaciones, mientras descubrimos la terraza como si fuera un tesoro oculto. Mesas que acogen hasta 20 comensales, luz cálida que cae sobre el estadio y la ciudad extendiéndose más allá, creando un efecto que corta la respiración: estar aquí no es simplemente cenar, es pertenecer a un momento irrepetible.
Tal es así que Borja recuerda con especial cariño una de las historias más emotivas vividas en KO: «Un chico que llevaba mucho tiempo esperando el momento de pedir matrimonio, viajó expresamente desde Venezuela para hacerlo aquí, en el Bernabéu. Quería que fuera algo único, en la décima planta».
Nos desvela que les pidió la mesa más especial, la que hace esquina, la más bonita de todas. Y es que no hay otra igual: «Desde ahí parece que pierdes la noción del tiempo, entre la luz tenue, las luces del estadio, la noche que envuelve y la música de fondo. Creo que no pudo haber mejor escenario para ese instante».

Con capacidad total para 99 comensales entre terraza, salones privados y gran comedor, el espacio logra equilibrar exclusividad y apertura: cada detalle, desde la climatización para cualquier estación hasta la decoración de arte contemporáneo, está pensado para que la experiencia sea impecable. La Sala 99, privada y reservable, ofrece máxima intimidad para reuniones de dos a nueve personas, con un servicio que se activa con pulseras inteligentes, garantizando discreción absoluta.

La experiencia KO: cocina, música y movimiento
«Hay dos experiencias: la del restaurante abierto 365 días al año, y la de los días de partido, sólo para socios, donde se vive la previa, el descanso y el post, siempre con la sensación de exclusividad»
KO no se limita a la gastronomía. Los fines de semana, DJs y coctelería de autor transforman la velada en un momento de diversión elegante. «No es sólo venir a comer: queremos que la gente se desmelene un poco y disfrute de todo el ambiente», nos explica Borja mientras recorremos las zonas del restaurante.
Los días de partido, la experiencia se multiplica, sólo accesible a VIPs, como si de un reservado se tratase. Los comensales disfrutan de la previa, del descanso y del postpartido con vistas únicas, sin colas, y con la sensación de vivir un evento exclusivo, más allá del deporte: aquí, cada encuentro se convierte en un recuerdo imborrable.

Alta cocina japonesa con un toque madrileño
«La diferencia con otros 99 está en que aquí reinterpretamos clásicos del grupo, pero con un giro que los hace únicos»
El chef ejecutivo, Noam González, lidera la cocina con un equilibrio perfecto entre técnica y espectáculo. Platos como shumai de jabalí con caldo dashi de remolacha o el hosomaki de carabinero, terminado en mesa, no sólo sorprenden por su sabor, sino por la experiencia de ver cada plato convertirse en un ritual ante tus ojos. Colores, texturas y aromas se funden con la atmósfera del lugar, elevando la gastronomía a un arte que se disfruta con los cinco sentidos.
La carta de vinos y espirituosos completa la experiencia: referencias exclusivas y champán selectos, pensadas para un público exigente que busca algo más que una cena.

Un lujo que se siente
El restaurante redefine el lujo gastronómico: no se mide sólo en ingredientes o vajilla, sino en tiempo compartido, emoción y recuerdos que permanecen. Aquí, cada mesa es una oportunidad de celebrar la vida, cada plato una obra de arte y cada copa de sake o cóctel un instante memorable. En KO, no se viene solo a cenar. Se viene a vivir Madrid desde las alturas.