La semana pasada tuvimos la oportunidad de visitar la sede de L35 en Madrid, ubicada en Plaza de la Marina, 3, para conocer algunos de sus proyectos más emblemáticos. Este prestigioso estudio de arquitectura ha sido responsable de las residencias de lujo más espectaculares en Arabia Saudí, de edificios residenciales de ensueño y, por supuesto, del nuevo Santiago Bernabéu, un icono tanto para el Real Madrid como para la capital. Uno de los momentos más destacados de nuestra visita fue la conversación con el director general del estudio, el arquitecto Tristán López-Chicheri. En sus palabras: «El Bernabéu es un envoltorio del antiguo estadio que le cambia totalmente la imagen y lo pone en el plano que quería el club. Hoy en día es una imagen identificable y muy copiada».
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Además de Tristán, durante la presentación estuvieron también los arquitectos y socios Javier Francis, Néstor Soldate, Borja Fernández, Ernesto Klingenberg y Caterina Memeo. El proyecto del nuevo Santiago Bernabéu comenzó en 2012 con el concurso de diseño y fue adjudicado a L35 en 2014. La obra se inició en 2019 y, aunque el estadio ya está operativo, aún quedan detalles por finalizar.
Entre los principales desafíos del proyecto, López-Chicheri destacó la complejidad de realizar la construcción mientras se seguían disputando partidos: «Hacer el proyecto inicialmente mientras se jugaba en el estadio era muy complicado y había que coordinar muy bien todo lo que diseñaras para que fuera posible ejecutarlo». Sin embargo, la llegada de la pandemia permitió acelerar el proceso al paralizarse las competiciones durante un tiempo.
«El Bernabéu ya era un elemento reconocible en Madrid, pero ahora se reconoce a nivel mundial»
Tristán nos habla sobre la identidad y la estructura del estadio, destacando que «el objetivo fue crear un icono» que sea reconocible al instante, similar a la Torre Eiffel. «Queríamos que viendo una parte del estadio, fuera posible reconocerlo inmediatamente. Y esto fue un factor clave al pensar en cómo hacerlo», explica. El diseño buscaba que cualquier parte del estadio fuera identificable, lo que fortalece la conexión entre el estadio, el Real Madrid y la ciudad. Según él, el Bernabéu ya era un elemento reconocible en Madrid, pero ahora «se reconoce a nivel mundial»
El arquitecto compartió una anécdota sobre la fase de concurso: «El concurso se convocó a finales de junio y a mediados de agosto no teníamos nada que nos gustara. Teníamos que presentar el 14 de septiembre y fue una carrera contrarreloj». Finalmente, la maqueta que presentaron captó de inmediato la atención del presidente del Real Madrid, Florentino Pérez: «Entró en la sala, vio los cuatro proyectos y dijo: Aquel de allí me gusta, ¿de quién es?».
En la presentación también se mencionó el papel de Ernesto Klingenberg en el proyecto. «Ernesto fue clave en la coordinación de los distintos equipos y en la ejecución de muchos de los detalles más complejos del estadio. Su conocimiento técnico y su capacidad para encontrar soluciones innovadoras hicieron posible que muchos de los desafíos que enfrentamos se resolvieran con éxito». El arquitecto recuerda cómo todo comenzó con un trozo de plastilina y un souvenir del Bernabéu, que empezó a recubrir dándole forma, un gesto que, con los años, se ha convertido en el germen de un gran proyecto.
«El Real Madrid, por ser quién es y el lugar donde está iba a generar polémicas, hiciera lo que se hiciera»
Sobre la polémica de la insonorización, menciona que, aunque pueda haber críticas, situaciones similares en la ciudad, como la obra de enterrar la M30, también causaron molestias al principio pero resultaron en mejoras a largo plazo. «Cuando se hizo la obra de enterrar la M30, todo el mundo estaba molesto, pero luego la mejora de la ciudad fue brutal», recuerda. En cuanto a la apertura del estadio para más eventos, explica que los estadios modernos, inspirados en los de Estados Unidos, se han transformado en espacios plurimodales para generar ingresos constantes, lo que justifica su uso más allá del fútbol, aunque la proximidad con áreas residenciales genera conflictos. «El Real Madrid, por ser quién es, vive sin crisis, y el lugar donde está el estadio iba a generar polémicas, hiciera lo que se hiciera».
Uno de los aspectos más llamativos del nuevo Bernabéu es su innovadora fachada, desarrollada con tecnología avanzada de parametrización. López-Chicheri destacó la colaboración con empresas como Inasus, un equipo de ingeniería con sede en Lalín, Galicia, especializado en fachadas metálicas: «Ellos hicieron posible que nuestra idea se convirtiera en una realidad. Nosotros podíamos tener una visión, pero luego hay que fabricar y montar cada pieza con precisión«. En total, fueron unos 6.300 paneles los que han recubierto el estadio.
Además, el arquitecto explicó que la fachada no tiene un solo metro igual al anterior o al posterior, lo que supuso un enorme reto técnico en su ejecución. Incluso mencionó una anécdota curiosa durante el montaje: «Hubo un error en la posición del material en el lado de la calle Rafael Salgado. Cuando llegamos, vimos que algo no encajaba. Menos mal que se dieron cuenta a tiempo y lo corrigieron».
«El Bernabéu nos ha abierto la puerta a los estadios y estamos involucrados en seis proyectos más, como el de Bolivia, en La Paz, a 3.700 metros de altura»
El nuevo Bernabéu ha sido una carta de presentación para L35 en el mundo de la arquitectura deportiva. «Nos ha abierto la puerta a los estadios. Ahora mismo estamos involucrados en seis proyectos de estadios en diferentes lugares», comentó López-Chicheri para destacar el que están haciendo en Bolivia, en La Paz, a 3.700 metros de altura, o Dubái Stadium, un proyecto con capacidad para 60.000 asientos, flanqueado por dos edificios adyacentes inspirados en las dunas del desierto.
Más allá del Bernabéu, L35 sigue marcando tendencia en arquitectura residencial y comercial. Sus proyectos en Francia destacan por su integración con espacios verdes, un aspecto que, según López-Chicheri, aún es un reto en España: «España y Francia funcionan por vías distintas en cuanto a vivienda y urbanismo, pero sin duda hay aprendizajes que podemos aplicar aquí».
Sin duda, el trabajo de L35 ha dejado una huella imborrable en Madrid y en el panorama arquitectónico internacional, con el Santiago Bernabéu como su obra maestra más reconocida hasta la fecha.
«Nos interesa explorar nuevos materiales sostenibles y soluciones que reduzcan el impacto ambiental»
López-Chicheri también compartió su perspectiva sobre el futuro de la arquitectura y el papel de L35 en la innovación. «Nos interesa explorar nuevos materiales sostenibles y soluciones que reduzcan el impacto ambiental de nuestros proyectos. La arquitectura del futuro debe ser funcional, estéticamente atractiva y, sobre todo, responsable con el planeta», afirmó.
Asimismo, destacó el crecimiento de L35 en mercados internacionales y su apuesta por el talento joven. «Nuestra filosofía es aprender de cada proyecto y seguir evolucionando. Queremos seguir diseñando espacios que marquen la diferencia y mejoren la vida de las personas», concluyó.