Todos aquellos que viven en grandes urbes necesitan desconectar de vez en cuando. Ocurre sobre todo en las grandes capitales como Londres, Madrid, Ámsterdam… O París. Precisamente en la capital francesa hay un hotel de moda que busca ser el lugar de descanso de estos parisinos. Un hotel a menos de una hora del centro de París en el que poder desconectar, con todo lujo, en mitad del campo: Le Barn.
Le Barn se encuentra en el Parque Natural Regional de Haute Vallée de Chevreuse, en las Terres de la Cense, a 45 kilómetros de París. Un refugio de alta montaña para todos aquellos, que como te decíamos, quieren desconectar de la vorágine de la ciudad. Los planes en Le Barn no terminan, y todo está pensando para disfrutar de la naturaleza con todas las comodidades.
En Le Barn se puede disfrutar de un paseo a caballo, se puede montar en bicicleta… E incluso se puede jugar al golf. Porque Le Barn es un restaurante, un huerto, un spa, un hotel… «todo ello nacido de la visión de dos amantes de los grandes espacios y de la equitación», explican desde el hotel. Y precisamente, para los amantes de la equitación tienen el Haras de la Cense, «es una referencia en el campo ecuestre», explican.
Si queremos dormir, tenemos habitaciones y suites. » Las líneas de los antiguos graneros se amoldan al horizonte, del amanecer al crepúsculo. Los dos edificios típicos de la región han sido completamente renovados para acoger (casi) todas nuestras habitaciones», explican desde el hotel. Podemos descansar en sus habitaciones clásicas, con elementos de decoración con un toque industrial y en el que predomina la madera. Tienen terraza o balcón y tienen unas maravillosas vistas a las praderas.
Las superiores tienen un estilo más especial. «Están inspiradas en el estilo de la campiña francesa y en el mobiliario Shaker americano», dicen. Si queremos, también disponen de terraza o balcón. Estas habitaciones dan la sensación de estar aun más cerca de la naturaleza.
El siguiente paso son sus habitaciones deluxe y sus suites: la Suite Moulin y la Suite Le Barn. Ambas evocan a las granjas americanas, tienen todo lujo de detalles pero nos recuerdan que, efectivamente, estamos descansando en la montaña. Las suites cuentan con un salón para descansar con más espacio y son perfectas incluso para pequeños grupos.
Para cenar o comer, está el restaurante. En La Serre el chef elabora sus platos siguiendo las estaciones, según el producto de temporada. «Se pueden disfrutar de grandes ensaladas de temporada, de platos típicos como el blanquette de veau o el poule au pot, pierna de cordero… Pero también pollo relleno en el asador se suceden en un menú constantemente renovado», explican. Muchos de los productos provienen de su huerto, donde también se pueden disfrutar de talleres.
Para seguir descansando tenemos que ir a su antiguo molino, donde encontramos el espacio de bienestar. Encontramos una sauna, un hammam, baños nórdicos… Y también se puede disfrutar de un masajista ayurvédico. Ya entendemos por qué los parisinos se escapan del campo… a Le Barn.